Los parásitos siguen siendo una amenaza importante para la salud y la vida humana. A pesar de ello, en todo el mundo se están realizando investigaciones sobre el uso terapéutico de los parásitos. Desde hace más de 30 años, se ha postulado que las enfermedades alérgicas, cada vez más frecuentes en la población, están asociadas a una disminución del número de enfermedades infecciosas.
Estudios realizados en décadas pretéritas observaron que la fiebre del heno y el eczema eran menos frecuentes en los niños de familias numerosas, que probablemente estaban expuestos a más agentes infecciosos que los niños de familias pequeñas. Esto fue revolucionario porque anteriormente se creía ampliamente que el aumento de la incidencia de alergias era el resultado del aumento de la contaminación. Esta afirmación fue la base de la llamada "hipótesis de la higiene". Con el tiempo, también se extendió a las enfermedades autoinmunes.T ambién se ha demostrado que una infección parasitaria previa reduce el riesgo de alergias.
Una continuación de esta cuestión es la "hipótesis de los viejos amigos". Según ella, los factores importantes no son las infecciones, sino más bien los microbios, como los virus y los gusanos, que colonizan a los mamíferos y a los humanos durante la evolución.
Los científicos han asumido que el factor clave en la regulación del sistema inmunológico es la diversidad de microbios en los intestinos. La teoría del “agotamiento del bioma” es una extensión de las afirmaciones anteriores. Supone que el agotamiento del bioma humano resulta de la mejora de la higiene, como el uso de inodoros o plantas de tratamiento de agua, ya que esto interrumpe el ciclo de vida de la mayoría de los gusanos. Se han desarrollado medicamentos efectivos para los helmintos cuyo ciclo no depende de las soluciones sanitarias mencionadas anteriormente. Por lo tanto, actualmente los humanos son el único vertebrado en el que estos parásitos no se encuentran comúnmente. Por tanto, se propone que el remedio para las enfermedades alérgicas y autoinflamatorias puede ser recrear el ecosistema del cuerpo humano utilizando helmintos.
En una revisión realizada en Polonia, se han presentado varios candidatos potenciales parasitarios y su posible uso terapéutico en enfermedades particulares o grupos de enfermedades. En la actualidad, los científicos consideran principalmente dos especies de parásitos transmitidos a través del suelo, los llamados geohelmintos: Trichuris suis y Necator americanus.
ENFERMEDAD CELÍACA
La enfermedad celíaca (EC) es una enfermedad autoinmune que afecta el tracto gastrointestinal y se desencadena por la intolerancia al gluten. Las manifestaciones clínicas suelen incluir síntomas gastrointestinales como diarrea, malabsorción y pérdida de peso, que suelen estar relacionados con el consumo de cereales ricos en gluten, como el trigo, la cebada y el centeno. Si bien algunas personas experimentan principalmente síntomas gastrointestinales, otras pueden presentar manifestaciones extraintestinales o ser diagnosticadas mediante un examen de antecedentes familiares, incluso en ausencia de molestias gastrointestinales. El sello distintivo de la mayoría de los pacientes con EC es la presencia de autoanticuerpos específicos.
Los autores se hacen eco de varios trabajos de investigación sobre el papel de N. americanus en el tratamiento de la enfermedad celíaca. Los resultados demostraron que el tratamiento de pacientes con larvas de N. americanus y microdesafío con gluten promovió la tolerancia y además pudo estabilizar los índices de toxicidad del gluten.
DIABETES MELLITUS
La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica que afecta a la hiperglucemia y la producción de insulina, lo que conduce a la resistencia. Los autores de la revisión recopilaron un ensayo clínico doble aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo durante 2 años en Australia en personas con diabetes tipo 2 para determinar el efecto de la infección por larvas de N. americanus en la tercera etapa sobre la resistencia a la insulina. Los participantes que fueron infectados con dosis bajas de anquilostomas mostraron una importante reducción en la homeostasis de la glucosa en comparación con el grupo placebo. Aunque el estudio fue pequeño, “el ensayo pudo confirmar la dosis segura y sus mejoras asociadas en la homeostasis de la glucosa en personas con riesgo de diabetes tipo 2”, comentaron.
ENFERMEDADES ALÉRGICAS
La alergia es una enfermedad de la civilización del siglo XXI. Por ejemplo, en Estados Unidos y Europa, la rinitis alérgica afecta entre el 20 y el 30 por ciento de los adultos. Esta enfermedad causa trastornos del sueño, disminuye la productividad laboral y afecta negativamente las interacciones sociales.
No existe cura, pero hay muchos medicamentos disponibles para aliviar los síntomas y, a veces, se utiliza la desensibilización a los alérgenos. Sin embargo, constantemente se buscan nuevos tratamientos porque el tratamiento sintomático no es lo suficientemente efectivo. Existe un interés en comprender cómo la infección parasitaria afecta la hipersensibilidad a los alérgenos y la inflamación. Los autores resumen varios estudios que han estudiado la eficacia de T. suis para aliviar la rinitis, pero lamentan que dicha eficacia “no ha sido demostrada en ningún ensayo”.
ESCLEROSIS MÚLTIPLE
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central. Existen hipótesis de que la alta incidencia de EM puede deberse al aumento de la higiene en la actualidad, incluida la menor exposición a parásitos. Se ha demostrado que los parásitos afectan al sistema inmunológico a través de varios mecanismos inmunomoduladores. Los resultados prometedores de los estudios sobre el uso de T. suis en la terapia en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal sugieren que el efecto inmunomodulador de la terapia también podría lograrse en la EM.
Han recopilado ensayos con resultados esperanzadores, pero matizan que “para resumir los resultados de los estudios realizados, se necesitarán trabajos más largos con un mayor número de participantes para determinar si estos resultados representan regresión de la enfermedad, respuesta terapéutica temprana o coincidencia, y determinarán adecuadamente la seguridad y eficacia de los huevos de T. suis (TSO) en el tratamiento o tratamiento complementario de la EM”.
Los investigadores indican que los principales candidatos para su uso en la terapia contra helmintos tienen un uso potencial en enfermedades humanas como enfermedades alérgicas, enfermedad celíaca y esclerosis múltiple. Durante las últimas dos décadas, se han realizado docenas de ensayos clínicos en humanos.
Los resultados no fueron espectaculares, “pero cabe señalar que se realizaron en grupos de pacientes con síntomas graves en los que todas las líneas terapéuticas anteriores habían fracasado”. Asimismo, consideran que “vale la pena agregar que los estudios presentados confirmaron la seguridad de la terapia con helmintos, porque las infecciones eran asintomáticas o con síntomas leves”.
EVITAR LA ETAPA DE INFECCIÓN HUMANA
Uno de los aspectos más controvertidos de la terapia con helmintos es la necesidad de inducir la infección en humanos. Aunque no se encontraron efectos secundarios graves en los estudios anteriores, debe recordarse que antes de instalarse en el intestino, las larvas de helmintos migran a través de varios tejidos del cuerpo, donde pueden causar una reacción inflamatoria. Por lo tanto, “vale la pena realizar investigaciones para evitar la etapa de infección humana”.
Explican que quizás sea posible hacer esto utilizando líneas celulares para multiplicar ex vivo las poblaciones de células inmunes que aparecen en la infección parasitaria. Tales acciones también afectarían al aspecto psicológico de la terapia con helmintos. A su vez, “administrar solo células también eliminaría la barrera mental contra la realización de dicha terapia por parte de los pacientes y los médicos”.
Así, manifiestan que, en el futuro, “vale la pena continuar el trabajo sobre estos parásitos, buscando sus características moleculares específicas que puedan ser útiles en el tratamiento, pero también realizando ensayos clínicos multicéntricos de alto nivel con pacientes para aprovechar el potencial terapéutico de los parásitos, incluyendo especies distintas a las mencionadas”.