Los registros de tumores animales (RTA) son pocos y dispersos. Si bien es cierto que los registros de cáncer humano han sido regulados por ley, los registros de cáncer de medicina veterinaria han sido descontinuados y caracterizados, en muchos casos, por una mala organización. Hasta hace poco, los casos a menudo se registraban manualmente, con muestras acompañadas de formatos de casos en papel. El advenimiento basado en la web y los campos obligatorios facilitaron una recopilación de datos más completa.
Los primeros registros de cáncer de animales de compañía comenzaron a principios de la década de 1960 en los EE. UU. con el Registro de Neoplasias de la Universidad de Kansas y el Registro de Neoplasias de Animales de California, y, en ese momento, los felinos no fueron considerados inicialmente. El estudio del cáncer ha ido evolucionando a lo largo de los años, y en 2020, se lanzó la plataforma Vet-OncoNet, un proyecto portugués inspirado en la visión de One Health. Recientemente, en los EE. UU., el Comité de Mercado de Oncología Veterinaria de la Sociedad de Cáncer Veterinario (VCS) comenzó a colaborar con laboratorios nacionales para establecer la incidencia de neoplasias en animales de compañía.
Así, la creación y el fortalecimiento de RTA son cruciales ya que los animales, especialmente las mascotas, podrían ser centinelas de los riesgos para la salud humana. Las mascotas comparten entornos exteriores e interiores con los humanos, por lo que están expuestas a la misma contaminación ambiental. Debido a las diferencias de peso corporal y metabolismo entre humanos y animales, pueden ser más susceptibles que los humanos a compuestos peligrosos. Además, el cáncer en mascotas y humanos comparte características histológicas, alteraciones genéticas, comportamiento biológico y biología del cáncer similares. Del mismo modo, la vida más corta de una mascota proporciona una aparición y diagnóstico de patología más rápidos. Estos puntos comunes sientan las bases de la oncología comparada.
POCOS ESTUDIOS DE ONCOLOGÍA FELINA
En este sentido, los estudios comparativos en perros son los más extendidos, ya que hay más datos disponibles debido a la implantación obligatoria de microchips en perros, que es muy común en toda la Unión Europea. Los horizontes de la oncología felina se han investigado menos hasta ahora.
Para aportar datos a esta materia, el objetivo principal de un estudio realizado en Italia fue estimar los cánceres felinos más frecuentes que ocurren en la región de Liguria. En primer lugar, pretendieron evaluar la cantidad de contaminación ambiental por cadmio extraída de los órganos diana (el hígado y el riñón) de los jabalíes (es decir, biomonitores ) muestreados dentro de los límites regionales de Liguria. Luego, buscaron analizar la asociación entre la cantidad de concentración de metales en los jabalíes y la frecuencia de tumores en los gatos.
En general, los metales actúan alterando las vías biológicas y provocando daños biológicos irreversibles en animales y seres humanos. Entre los metales pesados, el cadmio ha sido clasificado como un carcinógeno humano capaz de inducir melanoma y cáncer de piel. Además, los metales pueden acumularse en los tejidos animales y pueden utilizarse como potenciales biomonitores. “Entre todos los biomonitores , los jabalíes están expuestos a metales pesados de forma constante y pueden, por tanto, acumular sustancias químicas presentes en su hábitat”, comentan los autores.
El conjunto de datos involucró una población de 4.399 gatos, incluyendo 3.195 hembras (1.425 castradas) y 1.204 machos (750 castrados). En las gatas, los sitios más frecuentemente afectados por tumores fueron la glándula mamaria, la piel y los tejidos blandos; mientras que, para los gatos machos, los sitios frecuentemente afectados fueron la piel y los tejidos blandos.
EFECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LA ESTERILIZACIÓN
Descubrieron que los tumores en las glándulas mamarias ocurren principalmente en gatas en comparación con los machos. Centrándose en el estado de castración, las gatas no castradas “tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar tumores de glándula mamaria en comparación con la población femenina castrada”, comentaron.
Mientras tanto, los casos de tumores en la piel y en los tejidos blandos se observan con mayor frecuencia en los animales castrados que en los no castrados, tanto en machos como en hembras.
Por otro lado, se observaron dos sitios tumorales principales dentro de los tumores de la glándula mamaria: epitelial y mesenquimal. Por el contrario, los cánceres de tejidos blandos mostraron una localización heterogénea, que incluía epitelial, mesenquimal, neural, esquelético y linfoide. Los tumores de la piel se encontraron principalmente en sitios epiteliales, mesenquimales, melanoma, neurales y esqueléticos.
Finalmente, la evaluación de la contaminación de los municipios de Liguria, basada en datos de jabalíes (es decir, biomonitores), que coexistieron con gatos, se correlacionó con el desarrollo de cáncer para todos los tumores investigados. “Los tumores tuvieron índices de morbilidad proporcional significativamente más altos en áreas con mayor contaminación por cadmio en comparación con áreas con menor contaminación por cadmio”.
POTENCIAL DE LOS GATOS COMO CENTINELAS
Por lo tanto, en el marco de un enfoque crítico de Una Salud, los gatos comparten los riesgos ambientales interiores y exteriores con los humanos, y los estudios sobre el cáncer felino “pueden ofrecer información positiva sobre la salud humana”. En cuanto a los tumores felinos, los datos muestran que los tumores de localización epitelial y mesenquimal son los más frecuentes entre los tumores de piel y tejidos blandos en la población felina.
Durante el estudio, demostraron que las hembras ovariohisterectomizadas tienen una menor probabilidad de desarrollar cáncer de glándula mamaria que las enteras. Por otro lado, “los gatos castrados tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de piel y tejidos blandos, pero se necesitan investigaciones adicionales para comprender los mecanismos biológicos implicados”.
Ante estos resultados, instan a las autoridades y a las distintas instituciones científicas a colaborar para obtener un RTA completo para estudiar mejor a las mascotas como centinelas de la salud humana. “La epidemiología de las mascotas podría desempeñar un papel importante en la medicina traslacional. No obstante, para evaluar la incidencia de tumores, es necesario optimizar y armonizar la recopilación de datos “, concluyen.
Así, “nuestro trabajo sugiere que la exposición prolongada de felinos a la contaminación por cadmio durante al menos 9 años puede causar receptores altamente sensibles a los metales, lo que resulta en un deterioro gradual de la salud y, al final, conduce al desarrollo de neoplasia”.