La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica en la que llama a los países a fortalecer la vigilancia y la implementación del diagnóstico de laboratorio del virus Oropouche (OROV). El llamado surge tras el reciente aumento de casos y la propagación de la enfermedad a nuevas áreas, así como los informes de las primeras muertes asociadas a la infección y posibles casos de transmisión vertical.
Hasta finales de julio de 2024, se habían notificado en la región 8,078 casos confirmados de fiebre de Oropouche, incluidas dos muertes. Se notificaron casos en cinco países: Bolivia (356), Brasil (7,284, incluidas dos muertes), Colombia (74), Cuba (74) y Perú (290).
Aunque históricamente se ha descrito la enfermedad como leve, la propagación geográfica de la transmisión y la detección de casos más graves subrayan la necesidad de aumentar la vigilancia y caracterizar las posibles manifestaciones más graves. En julio, Brasil también informó sobre la investigación de casos de transmisión de OROV de mujeres embarazadas al feto.
Históricamente, la fiebre de Oropouche se transmitía principalmente a través de la picadura de un insecto conocido como mosquito (Culicoides) en la región amazónica. Sin embargo, factores como el cambio climático, la deforestación y la urbanización no planificada han facilitado su propagación a estados no amazónicos de Brasil.
Los síntomas incluyen la aparición repentina de fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor en las articulaciones y los músculos y, en algunos casos, sarpullido, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos y diarrea. Los síntomas pueden durar de cinco a siete días. Si bien la mayoría de los casos se recuperan sin secuelas, en un pequeño número de casos, la recuperación completa puede tardar varias semanas. En raras ocasiones, pueden presentarse casos graves con meningitis aséptica.
La OROV puede confirmarse mediante diagnóstico molecular. La OPS ha fortalecido la capacidad de diagnóstico en 26 países de la región. Sin embargo, como la presentación clínica de la OROV es similar a la de otras infecciones arbovirales, combinada con la falta de vigilancia sistemática en muchos países, existe la posibilidad de que los sistemas de vigilancia subestimen la frecuencia de la enfermedad.
EL VIRUS OROPOUCHE SE DETECTA POR PRIMERA VEZ EN EUROPA Y ESPAÑA REGISTRA 12 CASOS
Según el informe de evaluación de la amenaza del virus Oropouche (OROV) publicado hoy por el ECDC, en junio y julio de 2024 se notificaron por primera vez 19 casos importados de la enfermedad por OROV en países de la Unión Europea (UE), España (12), Italia (cinco) y Alemania (dos), todos ellos relacionados con viajes a Cuba o Brasil. Desde enero de 2024 se han notificado más de 8,000 casos en América del Sur, América Central y el Caribe.
El OROV se transmite principalmente por el mosquito Culicoides paraensis, que está ampliamente distribuido en América, pero no en Europa. Varias especies de mosquitos también son posibles vectores del virus.
El riesgo de infección por OROV para los ciudadanos que viajan o residen en zonas epidémicas de América del Sur, América Central y el Caribe se evalúa actualmente como moderado. Sin embargo, el riesgo aumenta para quienes visitan zonas muy afectadas, en particular en los estados del norte de Brasil o la región amazónica, y/o para quienes no toman medidas de protección personal adecuadas.
El riesgo de exposición humana al OROV en la UE/EEE se considera muy bajo, a pesar de la probable importación de más casos de enfermedad por OROV, ya que los vectores competentes no existen en Europa continental.
La enfermedad de OROV puede manifestarse como una enfermedad febril aguda con dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolores musculares y articulares y, en ocasiones, síntomas más graves. El pronóstico de recuperación es bueno y los desenlaces fatales son extremadamente raros. No existen vacunas para prevenir la enfermedad de OROV ni medicamentos específicos para tratarla.
Para la detección temprana de casos asociados a viajes, es esencial que los profesionales sanitarios conozcan mejor a los viajeros que regresan de zonas con transmisión activa de OROV, junto con una capacidad de diagnóstico de laboratorio adecuada.
RECOMENDACIONES
La OPS recomienda a los países de la región fortalecer la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico de laboratorio, en particular para identificar casos fatales y graves y posibles casos de transmisión vertical. Además, la Organización insta a los países a ampliar las campañas de prevención y fortalecer la vigilancia entomológica y las acciones de control de vectores para reducir las poblaciones de mosquitos y jejenes.
También se recomienda a las personas tomar medidas preventivas, incluido el uso de repelentes, ropa que cubra las piernas y los brazos y mosquiteros de malla fina, y tomar precauciones adicionales durante los brotes, en particular para los grupos vulnerables como las mujeres embarazadas.
El manejo de la enfermedad es sintomático, centrado en el alivio del dolor y la rehidratación. La OPS continúa monitoreando la situación y brindando asistencia técnica para apoyar la respuesta de los países de la región.