El Colegio de Veterinarios de Toledo recuerda a los propietarios de mascotas que, aunque los animales tienen adaptaciones naturales para enfrentar el calor, “las temperaturas extremas a las que están expuestos estos días pueden generar situaciones de riesgo al superar su capacidad de termorregulación o exponerles a algún tipo de quemaduras”. Por ello, es esencial “mantener una vigilancia constante y tomar medidas preventivas” para garantizar el bienestar de las mascotas durante los meses de verano.
Desde el Colegio se ofrecen varios consejos a los propietarios. En primer lugar, mantener a las mascotas en lugares interiores durante el día. En caso de tener que estar al aire libre, debe tener acceso a sombra y agua fresca. Recurrir al hielo suele ser una buena alternativa.
En la misma dirección, en el caso de animales que requieren salir o hacer ejercicio, realizarlo en las horas más frescas de la mañana o al anochecer, evitando el calor intenso de las horas centrales del día. Además, al hacerlo se debe tener en cuenta no solo la temperatura ambiente, si no, sobre todo, la de la acera, el asfalto y otras superficies que pueden provocar quemaduras en las almohadillas de las patas.
Además, los peligros del sol pueden llegar indirectamente. Por ejemplo, si se corta el pelo al animal, ya que en algunas razas puede provocar quemaduras en la piel. Para evitarlo, lo mejor es el cepillado constante para retirar el pelo sobrante y consultar con un veterinario sobre el uso de protector solar para mascotas en zonas de piel expuestas.
Otro peligro propio del verano es la mayor abundancia de pulgas, ácaros y garrapatas debido a unas condiciones climatológicas favorables para su proliferación. Por ello, la revisión de zonas como axilas y orejas debe ser una constante.
Finalmente, nunca se debe dejar a una mascota en un automóvil estacionado, ni siquiera por un tiempo breve. Los golpes de calor no son exclusivos de las personas y pueden afectar muy rápidamente a un animal encerrado. Desde el Colegio se recuerda que, en caso de producirse, “los perros primero jadean, luego tiemblan y pueden alcanzar los 42°C y tener taquicardia y salivación espesa”. Por su parte, “los gatos pueden morir en menos de 15 minutos”.
Por ello, desde el Colegio se recomienda que “si su mascota sufre un golpe de calor lo más urgente es colocarla en un lugar fresco; enfriar con agua fría, no helada, sus patas, vientre y ojeras; y, sobre todo, acudir con urgencia al veterinario, ya que solo un profesional está capacitado para reconocer otros problemas internos no visibles que pueden ocasionar daños severos”.