Según una nueva investigación, la terapia con líquidos intravenosos (IVFT, por sus siglas en inglés) puede no ser necesaria para los donantes felinos después de haber realizado la donación de sangre, lo que podría conducir a un tiempo de hospitalización más corto, así como a menos estrés para estos gatos.
De hecho, actualmente no existe un consenso sobre el uso de la fluidoterapia intravenosa en gatos después de la donación. Es en este contexto que un equipo de expertos británicos se propuso analizar la necesidad de esta medida terapéutica después de la extracción de sangre.
Para este estudio, se usó una muestra de 100 gatos. Estos fueron asignados al azar para recibir lactato de sodio compuesto por vía intravenosa (el doble del volumen de sangre donada en 2 horas) inmediatamente después de la donación de sangre, o para no recibir ningún tipo de terapia de fluidos intravenosos después de la donación.
La presión arterial sistólica se midió de forma no invasiva a los 0, 60 y 120 minutos después de la donación. Asimismo, se compararon las presiones arteriales medias entre los dos grupos mediante una prueba de Shapiro-Wilk. Además, se llamó a los propietarios al día siguiente de la donación para recopilar información sobre los cambios en su gato.
Cabe destacar que de los 100 gatos que se inscribieron para este estudio, 97 fueron analizados: 46 que recibieron fluidoterapia intravenosa y 51 que no. El volumen medio de donación fue de 9,95 ml/kg para el grupo que recibió fluidoterapia intravenosa y de 9,72 ml/kg para el grupo que no.
Es importante remarcar que los resultados no mostraron diferencias significativas en la presión arterial entre los gatos que recibieron IVFT posdonación y los que no. En este sentido, los principales cambios informados fueron hematomas en el sitio de la venopunción con un 27,3 % (12/44) en el grupo IVFT y un 23,4 % (9/37) en el grupo sin IVFT, además de un letargo leve hasta un máximo de 24 horas después de la donación, con un 11,4 % (5/44) en el grupo IVFT y 18,9% (7/37) en el grupo sin IVFT.
Estos hallazgos sugieren que la fluidoterapia intravenosa después de la donación de sangre puede no ser necesaria, ya que la estabilidad hemodinámica parece mantenerse a pesar de la pérdida de sangre. Por tanto, esto podría generar varios beneficios, incluida una reducción del tiempo de hospitalización y menos estrés para los gatos donantes.
Por su parte, la doctora Guedra Allais, autora principal de este trabajo, advierte que “no se evaluaron otros parámetros de perfusión, como el tiempo de llenado capilar, la frecuencia cardíaca y la calidad del pulso” y, a su vez, recomienda “considerar la posibilidad de administrar líquido intravenoso a cualquier donante felino si se detecta algún cambio importante en el examen físico posterior a la donación”.