El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) fue mucho más frecuente en muestras de laboratorio de gatos y perros (17,8 %) que en personas que buscaron atención ambulatoria (5,4 %) en Alemania, revela un estudio publicado en el Journal of Antimicrobial Chemotherapy.
El equipo de investigación dirigido por la Universidad Libre de Berlín explica que los resultados sugieren la necesidad de validar la restricción y regulación del uso de antibióticos veterinarios con la vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Los investigadores comparan la prevalencia de SAMR a partir de los datos de vigilancia humana con la de los resultados de 175,171 muestras de diagnóstico bacteriano de laboratorio de gatos y perros tratados en 3,491 consultorios veterinarios entre enero de 2019 y diciembre de 2021. Las muestras de animales (sangre, orina y tejido) representaron el 33,1 % de las clínicas veterinarias alemanas.
El SAMR, que causa enfermedades leves y potencialmente mortales, fue la segunda causa más importante de muertes y discapacidades atribuibles en Europa entre 2016 y 2020 y es un patógeno de alta prioridad según la Organización Mundial de la Salud.
MÁS COMÚN EN PERROS QUE EN GATOS
El equipo de investigación identificó S. aureus en 5,526 muestras de animales (3,2 %), de las cuales el 17,8 % eran resistentes a la meticilina. S. aureus fue más frecuente en gatos (5,6 %) que en perros (2,0 %), pero la resistencia a la meticilina fue mayor en perros (20,4 %) que en gatos (15,6 %). En general, la tasa de SARM se mantuvo estable durante todo el periodo de estudio.
Se aisló S. aureus del 6,0 % de 16,111 heridas, del 4,4 % de 21,398 muestras del tracto respiratorio, del 2,6 % de 67,293 muestras de piel y tejido blando y del 2,6 % de otras 70,370 muestras. El SAMR fue más frecuente en las heridas caninas (32 %) que en otros tipos de muestras (menos del 23 %); no hubo diferencias entre los tipos de muestras de gatos.
De las muestras SAMR positivas, entre el 13 % y el 14 % fueron resistentes a sulfametoxazol más trimetoprima y gentamicina, mientras que se observó resistencia al cloranfenicol, la doxiciclina y la rifampicina en menos del 6 %.
Los animales de granja, como los cerdos, han mostrado una tasa de SARM dos veces mayor que los animales de compañía, pero los autores revelan que los animales de compañía y los de granja rara vez interactúan en Alemania.
"En cambio, los animales de compañía y los humanos comparten factores de estilo de vida y entornos de vida, lo que resulta en interacciones físicas cercanas, con abrazos, besos y espacios para dormir compartidos", escriben.