A principios de 2023, el departamento de animales salvajes de FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) recibió la noticia de que una persona particular mantenía en su vivienda en Castellnou de Bages (Barcelona) diferentes especies de animales exóticos: suricatas, zorros árticos y guacamayos, entre otros. Cabe recordar que la tenencia de suricatas ya no está permitida en España después de la inclusión de esta especie en el catálogo de fauna exótica invasora. Además aseguran que, en varias ocasiones, la misma persona había hecho criar a una pareja de perros lobo americanos, ofreciendo las crías por redes sociales.
Así, la fundación de protección animal realizó "un largo y arduo trabajo de recopilación de pruebas y denuncias contra la titular de los animales". Finalmente, el pasado mes de abril consiguieron una sanción ejemplar.
Gracias a la denuncia que interpusieron, se ha incoado un expediente sancionador por la tenencia de animales exóticos sin los permisos necesarios y por la transacción de perros de manera ilegal.
La multa asciende a 8.002€ por la comisión de dos infracciones graves según el acuerdo inicial del expediente sancionador.
"Es fundamental recordar que los animales salvajes no son animales de compañía y merecen vivir en un entorno que sea adecuado a sus necesidades, y que la cría ilegal puede ser uno de los focos principales de abandono y maltrato en el territorio español", subrayan desde FAADA.
FAADA lleva años trabajando dentro de la Coalición para el Listado Positivo para restringir el comercio y la tenencia de animales salvajes y así seguirá hasta asegurar, como mínimo, la implementación de un listado positivo en España, como ya quedó establecido con la Ley 7/2023 de Protección de Derechos y el Bienestar de los Animales.
Alodia Mora, bióloga y técnica de FAADA, recuerda que “la entrada en vigor de Listados Positivos en países como Bélgica en 2009, Holanda en 2015 o Luxemburgo en 2018 ha demostrado que la creación de un listado de las especies cuya tenencia y comercio están permitidos, quedando prohibidas todas las demás, es el método más efectivo, fácilmente ejecutable, de menor coste y el único, a día de hoy, que ha resultado eficaz desde un punto de vista preventivo, a la hora de reducir el sufrimiento de los animales, y los riesgos que su tenencia y comercio conllevan para el medio ambiente, la biodiversidad, la seguridad humana y animal, la salud pública y la salud de otras especies”.