La hidroxiurea es un agente quimioterapéutico que inhibe la síntesis de ADN y la replicación celular. Puede estar indicado para tratar la policitemia vera, el síndrome eosinofílico y algunas neoplasias. La toxicidad más común de la hidroxiurea en humanos y animales es la mielosupresión reversible y dependiente de la dosis. Experimentalmente, la hidroxiurea reacciona con la hemoglobina para producir metahemoglobina (MetHb) de manera dosis-dependiente.
Asimismo, se ha informado en algunos pacientes humanos con hemoglobinopatía subyacente después de una dosis terapéutica única de hidroxiurea. Sin embargo, no se ha reportado nunca metahemoglobinemia secundaria a la administración de hidroxiurea a dosis terapéuticas en animales. En este contexto, un informe de caso realizado en Canadá ha documentado la aparición de metahemoglobinemia después de la administración terapéutica de hidroxiurea en un perro.
Una perra mestiza esterilizada de 2,5 años de edad que pesaba 27 kg fue presentada a una clínica veterinaria por comportamiento agudo de apatía, rigidez e incapacidad para caminar. La evaluación inicial informó una alteración mental, pero con signos vitales normales.
Los análisis de sangre solo revelaron eritrocitosis y azotemia. El perro recibió fluidoterapia intravenosa y una flebotomía (se extrajeron 7,4 ml/kg de sangre), lo que disminuyó el hematocrito al 74 % antes de trasladarlo a un hospital de referencia veterinaria. Sin una causa subyacente identificada frente a la policitemia, se realizó un diagnóstico de policitemia vera.
La policitemia vera es un trastorno mieloproliferativo crónico independiente de la eritropoyetina que rara vez se informa en perros y gatos. “El aumento de la hematopoyesis conduce a una masa expandida de glóbulos rojos que causa hiperviscosidad, lo que ralentiza el flujo sanguíneo, disminuye el suministro de oxígeno a los tejidos y aumenta la probabilidad de trombosis y hemorragia”, explican los autores.
El perro fue tratado con nuevas flebotomías, distintos cuidados de apoyo y administración de hidroxiurea, como forma de terapia frente a la policitemia vera.
Dentro de las 2 horas posteriores a la administración de hidroxiurea (37 mg/kg), se desarrolló dificultad respiratoria con cianosis y metahemoglobinemia. Los signos se resolvieron en 24 horas, pero reaparecieron después de una segunda administración de una dosis más baja de hidroxiurea (17 mg/kg) 20 días después.
El perro permaneció asintomático excepto por una cianosis leve. No obstante, con la nueva aparición de convulsiones y el estado neurológico persistentemente alterado, la familia optó por la eutanasia humanitaria, pero rechazó la necropsia.
Ante este caso, los autores comentan que “el tratamiento de la policitemia vera puede ser un desafío y las alternativas a la hidroxiurea son limitadas”. Algunos animales pueden mantenerse únicamente con extracción de sangre. Sin embargo, “la supervivencia de los perros sólo con flebotomía es de tan solo 5 meses”.
En pacientes humanos con resistencia o intolerancia a la hidroxiurea, se pueden utilizar otros fármacos, como interferón o busulfán. Sin embargo, “ninguno de estos medicamentos ha sido estudiado en pacientes veterinarios”.
Por ello, consideran que se deben sopesar los riesgos y beneficios del uso continuo de hidroxiurea o de un tratamiento alternativo en los animales que desarrollan metahemoglobinemia inducida por hidroxiurea. “Se recomienda monitorear la metahemoglobinemia clínica en animales que reciben hidroxiurea por primera vez”, concluyen.