La medicina veterinaria es una de las profesiones con más salidas laborales debido a su versatilidad y utilidad en distintos ámbitos, tal y como lo da a conocer el enfoque Una Salud, que destaca que el bienestar animal y el humano siempre son dependientes entre sí.
Por este motivo, en México existe escasez de médicos veterinarios en algunas áreas y todavía serán más valorados porque “en un futuro ellos serán los responsables de producir alimentos sanos e inocuos”, según explica Enrique Canales Martínez, titular de la Oficina de Representación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en Nuevo León y también presidente del Colegio de Médicos Veterinarios de Nuevo León A.C. (Cmvdenl).
“Estamos agotando los recursos naturales para producir alimentos, cada vez son más caros y cada vez hay más población. Entre agrónomos y veterinarios nos vamos a aventar ese trabajo y vamos a tener que ser mejor valorados si queremos salvar al mundo con proveer los alimentos”, asegura en declaraciones para Diario Veterinario.
Trabajar en un gobierno le ha permitido a Canales Martínez ser testigo de la posibilidad de que esta distopía suceda. Fue en 2013 cuando le surgió la oportunidad de ocupar durante el sexenio pasado el cargo de subdelegado agropecuario de la Representación Estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en Nuevo León, hasta ser nombrado titular. “Entro a la Secretaría y vi que todo aquí es mucho más grande, no solo es lo pecuario, lo animal, sino es lo agrícola y la sanidad vegetal”, expresa.
“Si quieres ser útil (como veterinario) para el dueño de una unidad de producción, él va a querer que sepas de agricultura, maquinaria, hidrología, de precipitaciones, de cultivos, de fechas, de cortes”, menciona a partir de su experiencia, y por lo cual ha detectado oportunidades de mejora en los programas de estudio de las universidades que imparten medicina veterinaria. “Necesitamos transmitirle al veterinario de producción más conocimientos sobre Agronomía; no como al agrónomo, pero el agrónomo sí es zootecnista. En la parte de Zootecnia deberían agregar algo sobre la producción de alimentos”, agrega.
Además, Canales Martínez percibe a los estudiantes actuales con una buena preparación académica, “pero como practicantes yo he visto que les falta”. “A mí me tocó desde los semestres séptimo y octavo salir a campo, y pegarme a maestros ayudó a que se me abrieran las puertas”, recuerda. Otra tendencia que el titular ha visto en las facultades de veterinaria de Nuevo León es una mayor plantilla de mujeres, e independiente al género la mayoría se está especializando en pequeñas especies. Sin embargo, “a la mujer se le ha dificultado a lo largo del tiempo introducirse al campo; estamos batallando para encontrar veterinarios de campo”.
Otro sector donde el presidente del Cmvdenl ha visto escasez de veterinarios son los establecimientos Tipo Inspección Federal (TIF). Aunque “en Nuevo León somos líderes en establecimientos TIF, me han dicho los dueños que batallan y tienen que traer veterinarios de otros estados. Pero la mujer está entrando muy bien en esa área”, afirma. A partir de esta realidad, podría deducirse que, en México, sí hay empleos para los veterinarios. Lo que no hay son suficientes veterinarios para cada ámbito, como sucede en los ranchos, rastros y con los médicos sanitaristas.
Por ello, el entrevistado junto con colegas, han puesto en marcha iniciativas como “Del aula al campo”, una serie de conferencias impartidas para los estudiantes de Nuevo León tanto por mujeres como hombres representantes de organismos del sector veterinario, como Parques y Vida Silvestre de Nuevo León; el Comité Estatal de Fomento, Sanidad y Movilización Pecuaria A.C. (Cefosamp); el Consejo Estatal Agropecuario, el Sistema Nacional de Identificación de Ganado (Siniiga) y el Clúster Agroalimentario de Nuevo León (Agroalim), con el fin de dar a conocer las múltiples opciones a las que se puede aspirar, sin importar el género. “Nos está resultado, se están acercando mujeres, queremos que las mujeres pierdan el miedo”, celebra.
PRIMEROS PASOS EN LA MEDICINA VETERINARIA
Buscar apoyo para su tesis de licenciatura fue la oportunidad para Canales Martínez de adquirir experiencia en campo. En uno de sus acercamientos con Juan Francisco Villareal, profesor del que recibía asesoría y quien en esos momentos también brindaba sus servicios a la Unión Ganadera Regional de Nuevo León, lo invitó a acompañarlo en sus actividades. “Me pegué a la gente que me pudo recomendar”, señala el médico veterinario.
No obstante, uno de los asistentes de Francisco Villareal fue quien motivó y ayudó a Canales Martínez a conseguir su primer empleo. “¿Dónde vas a trabajar? Ve a la Unión Ganadera, allí está el Comité de Fomento y Protección Pecuaria (ahora llamado Comité Estatal de Fomento, Sanidad y Movilización Pecuaria A.C.)”, le recomendó su compañero aquel lugar que en poco tiempo se convirtió en su primer trabajo. “Me acerqué y a la semana me dieron trabajo. Yo entré a trabajar el 7 de febrero del 2000 y yo salí de la escuela en diciembre de 1999”, añade.
Con estas anécdotas, Canales Martínez quiso destacar que el deseo de laborar, encontrar un trabajo que genere gusto, saber relacionarse, la disponibilidad y acercarse a profesionistas con experiencia práctica son algunos de los elementos clave para posicionarse en el campo laboral veterinario. Asimismo, también se considera afortunado de “haber caído en un lugar donde encontré personas y trabajo fácilmente”.
En el Cefosamp, donde el directivo asegura que las posibilidades de adquirir conocimiento son muy amplias, él permaneció 13 años y los dos primeros ejerció como médico de campo en las campañas zoosanitarias de brucelosis, tuberculosis y garrapata Boophilus. Posteriormente, como debía terminar su tesis, enfocada en la sincronización del estro en ganado ovino, se desempeñó como gerente de Gestión de Calidad y representante del Laboratorio Central Regional de Monterrey.
Sin embargo, a pesar de adaptarse con éxito en el área de laboratorio, aproximadamente en 2008 "quise retomar la práctica o lo que era mi carrera y, al mismo tiempo, en fines de semana, empecé a darle asistencia técnica a ganaderos, principalmente a ovinocultores, porque había un programa en la Secretaría que le pagaba a los técnicos, como a mí, para que le diéramos asistencia técnica a ellos, y entonces así empecé a convivir más con técnicos, veterinarios, agrónomos y ganaderos en campo y me comenzó a salir mucho trabajo, ya no solo los fines de semana, tenía que agarrar un día o dos entre semana, o las tardes".
Finalmente, en febrero de 2023, Canales Martínez tomó posesión como presidente del Cmvdenl, organización que ha funcionado como una red de difusión y asesoría para el empleo veterinario en la entidad, "pero tuve que estar dos años antes como vicepresidente porque esa es la regla, pasas automáticamente a ser presidente cuando se cumple el periodo del presidente actual", explica, quien continuará en este cargo por un año más, con la posibilidad de ser reelegido para otros dos años.
“Una de las intenciones que tenemos como colegio es ser un vínculo entre la agroindustria, la ganadería y las facultades”, concluye el presidente, adelantando que derivado de un acercamiento principalmente con los directores de las escuelas de veterinaria, los presidentes de la Unión Ganadera de Nuevo León, la Asociación de Engordadores de Ganado Bovino, Agroalim y el Cefosamp, y el equipo del Siniiga, firmarán en un futuro cercano un convenio de colaboración. “Yo le pedí a estas instituciones un plan de recorrido a sus instalaciones, para que las facultades adopten una semana o un día para salidas a campo”.