La aparición de resistencia a los antimicrobianos en bacterias aisladas de perros con infecciones del tracto urinario (ITU) es un importante problema de salud pública y de salud animal. Las infecciones del tracto urinario por bacterias multirresistentes aumentan la morbilidad, los fracasos del tratamiento y el costo terapéutico. Además, el contacto directo entre humanos y perros favorece la transmisión zoonótica de bacterias multirresistentes, lo que representa un riesgo para la salud de poblaciones vulnerables, especialmente niños y personas inmunodeprimidas.
Las mejores prácticas para el diagnóstico y manejo de las ITU en animales de compañía implican el cultivo bacteriano y las pruebas de sensibilidad de los patógenos aislados de la orina antes de comenzar el tratamiento. Para ello, la recogida de muestras de orina es un procedimiento imprescindible.
Así, un trabajo realizado en EE UU ha buscado evaluar la prevalencia de la presencia bacteriana en muestras de orina extraídas libremente precedidas de un protocolo estandarizado de preparación (“captura limpia”) versus una micción no preparada (sin limpieza).
Para ello, se obtuvieron muestras de orina de 100 perros propiedad de clientes que se presentaron para una evaluación de rutina. Los perros fueron asignados aleatoriamente al grupo preparado (área prepucial o perivulvar limpiada con solución salina estéril antes de la recolección) o al grupo no preparado (sin limpieza preliminar) estratificados por sexo. En todas las muestras se realizaron análisis de orina y urocultivo (sangre y agar MacConkey). La presencia bacteriana significativa en el urocultivo se definió como >10 4 unidades formadoras de colonias (UFC)/ml.
Los autores comprobaron que no hubo asociaciones estadísticamente significativas entre el método de recolección preparado versus no preparado o el sexo con un análisis de orina positivo para bacteriuria. Sin embargo, en el cultivo, “era casi cinco veces más probable que un crecimiento bacteriano significativo estuviera asociado con los machos en comparación con las hembras”. Por otro lado, “la probabilidad de encontrar un cultivo positivo no se asoció estadísticamente con el método de preparación”.
En resumen, los investigadores han explicado que “para la mayoría de los perros sin signos clínicos de infección del tracto urinario, la recolección de orina libre no da como resultado una bacteriuria significativa en el análisis o cultivo”. Por tanto, “la presencia de bacterias encontradas en muestras de captura libre puede ser secundaria a contaminación de la muestra o bacteriuria subclínica, y la contaminación de las muestras o la bacteriuria subclínica pueden ser más frecuentes en los perros machos”.