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Estudian en perros la relación entre la diabetes y las infecciones urinarias
EDICIÓN

Estudian en perros la relación entre la diabetes y las infecciones urinarias

Han determinado que los cultivos de orina de rutina no son una herramienta de diagnóstico clínicamente útil en pacientes diabéticos
cultivo antibiotico
El abuso de antibióticos aumenta la resistencia a los mismos.

En las últimas décadas, las recomendaciones sobre cuándo realizar cultivos de orina en perros diabéticos han cambiado drásticamente. Anteriormente, se recomendaba rutinariamente la realización de cultivos de orina en perros diabéticos sin importar los signos clínicos o los resultados del análisis de orina. Las razones de esta recomendación incluían asuntos sobre la infección que promueve la resistencia a la insulina y la cetoacidosis diabética, el aumento del riesgo de infecciones del tracto urinario debido a la función inmune alterada de células inmunitarias como los granulocitos, y estas posibles infecciones del tracto urinario inferior que sirven como fuente de septicemia si no se tratan.


Con el tiempo, estas recomendaciones han cambiado para equipararse a las pautas humanas actuales y apoyar una mejor administración de antimicrobianos en medicina veterinaria. Las pautas para el uso de antimicrobianos en animales desaconsejan la realización de cultivos de orina en perros que no presentan signos de enfermedad del tracto urinario inferior (LUTD).


Los signos esperados de enfermedad del tracto urinario inferior asociados con una infección del tracto urinario podrían incluir estranguria, polaquiuria, disuria, orina maloliente, hematuria, micción inapropiada o una combinación de estos signos.


Las pautas también recomiendan no tratar la bacteriuria subclínica. La bacteriuria subclínica se define como un cultivo de orina positivo en un animal que no presenta ningún signo clínico de enfermedad del tracto urinario.


A pesar de las pautas mencionadas, en perros diabéticos sin evidencia clínica de enfermedad urinaria activa, el hallazgo de cambios inflamatorios o evidencia citológica de bacterias en la orina, un cultivo bacteriano positivo simultáneo o una combinación de estos hallazgos pueden hacer que los veterinarios sientan la necesidad de tratar al animal. Sin embargo, tratar a los perros que tienen bacteriuria subclínica puede contribuir a la resistencia antimicrobiana, aumentar el coste para el propietario, afectar el vínculo humano y animal durante la administración de medicamentos y, potencialmente, provocar efectos adversos debido al antimicrobiano prescrito.


Con estos cambios más recientes en las pautas, no ha habido estudios recientes en perros diabéticos que evalúen la presencia de signos de enfermedad del tracto urinario inferior y bacteriuria subclínica bajo las definiciones actuales.


Por lo tanto, el propósito de un estudio reciente fue determinar la prevalencia de bacteriuria subclínica en perros diabéticos. La hipótesis era que la bacteriuria subclínica es común en perros diabéticos, lo que refuerza las pautas actuales de que los cultivos de orina solo deben realizarse cuando estén indicados clínicamente.


Para realizar la investigación, 107 perros con diabetes mellitus fueron evaluados. Se le realizó un análisis de orina y un urocultivo, y fue comparada la presencia de signos de LUTD, piuria, bacteriuria y los resultados del urocultivo.


ASOCIACIÓN ENTRE BACTERIURIA Y UROCULTIVO POSITIVO


Un total de quince perros (14 %) tuvieron un cultivo de orina positivo mediante cistocentesis, de los cuales 8 (53 %) tenían piuria y 4 (27 %) tenían signos de LUTD. De los 88 perros (82 %) sin signos de LUTD, tan solo 11 (13 %) tuvieron un cultivo positivo.


Según explican los autores, el trabajo “mostró una asociación entre la piuria y la bacteriuria y un urocultivo positivo; sin embargo, se debe tener en cuenta que se observó que un pequeño número de perros presentaba piuria o bacteriuria, por lo que se deben realizar estudios futuros con una cohorte más grande de perros para obtener más apoyo.


Además, se demostró que, “aunque la bacteriuria subclínica ocurre en perros diabéticos, en contraste con nuestra hipótesis, esto era relativamente poco común”.


Se produjo bacteriuria subclínica en esta cohorte de perros, y “nuestros hallazgos refuerzan la recomendación de que los cultivos de orina no deben realizarse de forma rutinaria en perros diabéticos, especialmente si no hay piuria ni bacteriuria”.


Por lo tanto, “los cultivos de orina de rutina no son una herramienta de diagnóstico clínicamente útil en pacientes diabéticos, particularmente en ausencia de piuria y bacteriuria, pero se necesitan más estudios para investigar esta cuestión clínica”.

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