AxSí denuncia que haya colegios San Fernando pendientes aún del mantenimiento de las zonas verdes - San Fernando - Noticias, última hora, vídeos y fotos de San Fernando Ver
Speed™ Reader de Virbac identifica la hiperplasia benigna de próstata con un nivel de confianza del 100 %
EDICIÓN

Speed™ Reader de Virbac identifica la hiperplasia benigna de próstata con un nivel de confianza del 100 %

Cuando la métrica esterasa canina específica de la próstata excede o iguala 82,56 ng/ml, resulta factible identificar perros que muestran una forma asintomática de hiperplasia benigna de próstata con un nivel de confianza del 100 %”
Perro veterinario dueño
Los autores analizaron los distintos métodos empleados para evaluar su eficacia y aplicabilidad.

La próstata es la única glándula sexual en el tracto reproductivo del perro macho. Los trastornos prostáticos afectan significativamente tanto al sistema reproductivo como a la salud general de los pacientes caninos. Entre ellas, la hiperplasia prostática benigna (HPB) es la principal afección diagnosticada en perros intactos.

Vinculada al proceso de envejecimiento, esta lesión espontánea implica tanto un aumento en el número de células (hiperplasia) como un agrandamiento de las células individuales (hipertrofia), que generalmente se manifiesta en perros mayores. A pesar de eso, es importante tener en cuenta que la HPB puede ser evidente en perros de tan solo 2 años. Además, se debe enfatizar que en sus primeras etapas, esta condición puede permanecer asintomática hasta que un aumento del volumen glandular conduce a la aparición de síntomas relacionados con la HPB, como estreñimiento, hematuria, disuria, cambios en el estado de fertilidad y problemas como lamido excesivo del pene o cojera de las patas traseras-


En los perros afectados por BPH, la glándula prostática es más susceptible a infecciones bacterianas y, si no se trata, pueden desarrollarse afecciones como prostatitis y quistes prostáticos con posibilidad de formación de abscesos.


Además, la presencia de HPB, prostatitis o neoplasia prostática se ha relacionado con la aparición de hernias perineales en perros intactos.


DISTINTOS MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO


Debido a que la HPB no presenta signos clínicos en muchos casos, su diagnóstico puede resultar complicado. En este sentido, se recomiendan múltiples exámenes para garantizar un diagnóstico confiable. Un enfoque de diagnóstico integral incluye una historia clínica completa del paciente, palpación rectal, evaluación del órgano mediante herramientas de diagnóstico por imágenes, recolección de semen y cultivo y citología de muestras de tejido o líquido de la próstata. Además, ahora se recomienda fervientemente medir los niveles de un biomarcador distinto para la enfermedad prostática, la esterasa canina específica de la próstata (CPSE).


Estudios recientes han destacado el potencial del CPSE como un marcador de diagnóstico innovador y no invasivo para la evaluación del estado prostático en perros. La CPSE, clasificada como arginina esterasa, es sintetizada por las células epiteliales columnares dentro de la glándula prostática canina, y su secreción aumenta a medida que progresa la hiperplasia prostática benigna, acompañada de cambios hipertróficos e hiperplásicos en el epitelio prostático. Debido a este hecho, se ha demostrado que los perros diagnosticados con HPB tienen niveles elevados de CPSE.


Así, un estudio reciente realizado por investigadores internacionales ha tenido como objetivo el desarrollar un enfoque simplificado para la detección temprana de HPB subclínica en perros mayores intactos, evitando procedimientos de diagnóstico invasivos.


ESTUDIO EN RAZAS GRANDES Y GIGANTES


Para realizar el trabajo, se reunió una cohorte de 65 perros machos reproductores intactos, que representaron razas grandes y gigantes.


Los perros fueron seleccionados al azar entre aquellos que se sometían a controles médicos de rutina en consulta veterinaria. Durante estos exámenes se realizaron procedimientos no invasivos como examen clínico general, palpación rectal y ecografía de las cavidades abdominal y torácica. Sin embargo, se recomendó realizar más investigaciones en perros que presentaban alteraciones ecográficas de la glándula prostática, como quistes intraprostáticos, forma asimétrica, ecotextura heterogénea y aumento de las velocidades vasculares de la próstata, para diagnosticar la HPB subclínica.


Se recogieron muestras de sangre de perros que presentaban alteraciones de la glándula prostática relacionadas con la HPB para el análisis de la concentración de CPSE. Los perros con una concentración de CPSE que alcanzaba o excedía ≥61 ng/mL, junto con las alteraciones ecográficas antes mencionadas, se sometieron a una punción asistida por ultrasonido para confirmar con precisión el diagnóstico de HPB subclínica.


EVALUACIÓN DE LOS DIAGNÓSTICOS POR IMAGEN


Los autores analizaron los distintos métodos empleados para evaluar su eficacia y aplicabilidad. Respecto a la palpación rectal, comentan que el grupo sano exhibió predominantemente características prostáticas estándar, caracterizadas por una glándula situada cranealmente con lóbulos simétricos, una textura suave y elástica y un surco uretral evidente, con puntuaciones de tamaño predominantemente dentro del rango de 0 a 1. La mayoría de los sujetos demostraron molestias mínimas durante la palpación rectal. Por otro lado, en perros con HPB, se evidenció un cambio craneal notable en la posición de la glándula prostática. En algunos casos, se notaron molestias leves, pero no se observaron reacciones de dolor intenso. Por ello, consideran que “la palpación rectal sigue siendo una herramienta valiosa”, especialmente en casos como la prostatitis aguda, donde el tratamiento inmediato “es crucial”, y la neoplasia prostática, donde se presentan cambios notables en la forma, el tamaño y el dolor, por lo que “es muy recomendable su uso en pacientes intactos”.


Sobre el uso de ecografía, “según nuestros resultados, las glándulas prostáticas en el grupo de hiperplasia prostática benigna subclínica exhibieron principalmente formas simétricas y estructuras tisulares heterogéneas, caracterizadas por un patrón quístico difuso”. Por el contrario, “los perros sanos mostraron hallazgos diferentes, con patrones de tejido predominantemente homogéneos y ausencia de quistes intraprostáticos. Sin embargo, la forma de la próstata era simétrica en la mayoría de los casos”. Así ,los resultados revelan que “en casos de etapa subclínica de HPB, el volumen de la glándula prostática está significativamente elevado en comparación con los perros sanos”.


Por otro lado, los autores han remarcado con mayor intensidad la eficacia del método Doppler color en el diagnóstico de la hiperplasia. “Nuestros hallazgos mostraron consistentemente que los perros afectados por BPH subclínica típicamente exhiben parámetros de velocidad vascular elevados, particularmente en las mediciones de la velocidad sistólica máxima (PSV), la velocidad diastólica final (EDV) y el índice de resistencia (RI)”.


“UNA PRECISIÓN MEJORADA” EN LA MEDICIÓN DE LA CPSE


El último método de diagnóstico evaluado por los investigadores ha sido la CPSE, y a este respecto, han comentado que “nuestra investigación destacó diferencias sustanciales en los valores de CPSE entre los grupos de perros afectados por BPH subclínica y los sanos”.


Se recogieron muestras de sangre de todos los perros del estudio. Después de la recolección, las muestras se enviaron rápidamente al laboratorio para su análisis. Los niveles de concentración de CPSE se analizaron en 30 minutos de acuerdo con las pautas del Speed™ Reader, de Virbac, un analizador de suero inmunocromatográfico de fluorescencia inducida por láser.


En este punto, han matizado que su estudio “adoptó este método basado en analizador inmunocromatográfico de fluorescencia inducida por láser, un método que consideramos más confiable que ELISA”, y han alabado que el “método elegido para el análisis CPSE ofrece una precisión mejorada”.


Específicamente, los valores medios se registraron como 38,85 ± 14,55 ng/mL (rango de 17,53 a 67,8 ng/mL) para el grupo sano y aumentaron a 203,3 ± 90,39 ng/mL (rango de 97,31 a 487,54 ng/mL) para el grupo BPH.


Estos datos “subrayaron la viabilidad de utilizar los valores de CPSE como determinante para diferenciar perros sanos de aquellos con HPB”. La eficacia diagnostica fue perfecta, con un umbral de corte establecido en 82,56 ng/ml. Por lo tanto, “cuando la métrica CPSE excede o iguala 82,56 ng/ml, resulta factible identificar perros que muestran una forma asintomática de HPB con un nivel de confianza del 100 %”.

.

En conclusión, subrayan “el papel fundamental de diversas modalidades de diagnóstico, incluida la palpación rectal, la ecografía y el análisis CPSE, en la detección temprana de la HPB subclínica en perros mayores intactos”.


Y añaden que “reconocer la importancia de la detección temprana subraya la necesidad de modalidades de diagnóstico alternativas y apoya el desarrollo de opciones de tratamiento proactivo y preventivo”. Asimismo, recomiendan “encarecidamente la adopción de protocolos integrales de detección de la glándula prostática, salvaguardando así la salud canina y optimizando el estado reproductivo”.

   La importancia de la revisión de la próstata en perros sin castrar
   Recomiendan revisar anualmente la próstata en perros no castrados de más de 5 años
   Las afecciones prostáticas caninas, mucho más frecuentes de lo esperado
   La importancia de un diagnóstico temprano en la hiperplasia prostática canina

Archivo