Los virus de la influenza A (IAV) de origen aviar y porcino han causado 5 pandemias en los 2 siglos anteriores. Las poblaciones de aves acuáticas, el principal reservorio del IAV, albergan numerosos subtipos de virus (H1-16), contra los cuales los mamíferos tienen una inmunidad preexistente mínima. Entre esos subtipos, se han documentado infecciones por el virus de la influenza aviar H5 en aves domésticas, humanos, mamíferos marinos y cerdos, entre otros.
Durante la última década, los virus de la influenza aviar altamente patógena (IAAP) han causado infecciones en aves silvestres y aves de corral, lo que ha provocado importantes eventos de mortalidad y propagación a decenas de países en todo el mundo, y fueron reconocidos como panzoóticos. Además, existen pruebas del mantenimiento del virus enzoótico de la IAAP en Europa, lo que significa además un cambio de paradigma en la biología de la IAAP. Desde febrero de 2022, el virus HPAI H5N1 clado 2.3.4.4b originado en una incursión transatlántica ha causado brotes en toda América del Norte, lo que ha provocado más de 77 millones de muertes de aves de corral, muertes generalizadas en especies de aves silvestres y enfermedades sin precedentes en mamíferos silvestres.
La circulación transcontinental de virus del clado 2.3.4.4b dentro de las poblaciones de aves continúa permitiendo la recombinación con virus de influenza aviar de baja patogenicidad (LPAI) y resultó en la aparición de numerosos genotipos de fenotipos potencialmente diferentes. Además, la transmisión entre especies entre especies de aves y mamíferos peridomésticos ha dado lugar a virus con marcadores de adaptación de los mamíferos que suponen un riesgo para la salud pública en caso de lograr una transmisión eficiente entre los mamíferos.
LOS CERDOS SON UN VASO DE MEZCLA
En este sentido, los cerdos suponen un recipiente de mezcla muy importante para el surgimiento del virus de influenza A pandémico humano al apoyar la recombinación que podría conducir a un cambio antigénico.
Como explicaba recientemente la veterinaria e investigadora del IREC (Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos) – CSIC, Ursula Höfle, en declaraciones a Diario Veterinario, “los cerdos son susceptibles a virus de influenza de múltiples orígenes y constituyen “lo que consideramos una especie de posible vaso de mezcla”. En el cerdo, las posibilidades de que un individuo se infecte con varios virus de gripe a la vez y que estos puedan intercambiar material genético, “aumentan exponencialmente”. Como resultado, “las probabilidades que surja un virus con facilidad para infectar al ser humano y transmitirse entre personas serían más altas”. En consecuencia, “esto podría ser muy grave” en el caso de si “un supuesto virus más transmisible mantiene su capacidad de causar enfermedad y mortalidad (como la del antecesor H5N1 de 2005/6)”.
Así, la circulación continua en la población de aves silvestres y las infecciones peridomésticas de mamíferos silvestres elevan el riesgo de exposición de los cerdos.
Para abordar las preocupaciones sobre la susceptibilidad de los cerdos al virus HPAI H5N1 clado 2.3.4.4b, un grupo de investigadores de los Estados Unidos ha realizado un estudio con la idea de dilucidar posibles mutaciones moleculares asociadas con la replicación y transmisión del H5N1 en cerdos. La información obtenida, en su opinión, “es clave para crear conciencia y capacidades de detección en el sector porcino, así como para fundamentar las evaluaciones de riesgos y los sistemas de alerta temprana para salvaguardar la salud humana”.
Los investigadores evaluaron la patogenicidad y transmisión en cerdos mestizos de 4 semanas de edad de 4 cepas del brote de IAAP H5N1 clado 2.3.4.4b. Los animales fueron inoculados por vía intranasal con las cepas virales.
TODAS LAS CEPAS SE REPLICARON EN LOS PULMONES
Descubrieron que se desarrollaron lesiones pulmonares microscópicas compatibles con la infección por IAV en cerdos inoculados en cada uno de los grupos inoculados con el virus; sin embargo, “el número de cerdos con lesiones consistentes y la gravedad de las lesiones variaron”. Igualmente, “todas las cepas se replicaron en el pulmón de los cerdos”.
Por otro lado, detectaron un subconjunto de mutaciones asociadas con la unión y la especificidad del receptor humano y la replicación en mamíferos. Sin embargo, “las mutaciones detectadas se mantuvieron en baja frecuencia y las que se presentaron tempranamente no se transmitieron, no persistieron y no se detectaron de manera consistente entre los animales”.
Esos datos, explican, concuerdan con estudios previos que documentan la evolución dentro del huésped del H5N1 en aves de corral. En consecuencia, aunque podrían ocurrir mutaciones adaptativas durante la infección por H5N1 en cerdos, “debido al corto tiempo de infección, el potencial evolutivo de las cepas en este estudio parece limitado y los efectos funcionales para las mutaciones documentadas se requieren estudios adicionales”.
En resumen, “el riesgo de recombinación es una consideración sobre la base de la susceptibilidad demostrada en nuestro estudio, la prevalencia de la infección por IAV y las comorbilidades en las piaras de cerdos y las prácticas de cría de animales”.
Sin embargo, “el riesgo de incursión probablemente sea menor con medidas de bioseguridad estándar de la industria”. Proteger los piensos y las instalaciones de las aves, evitar el uso de agua no tratada y restringir la entrada de mamíferos carroñeros peridomésticos en las instalaciones “son medidas para aumentar la bioseguridad contra la incursión del virus HPAI H5N1 clado 2.3.4.4b en las piaras de cerdos”.