A raíz de la pandemia por COVID-19, y para evitar que se repitan las inmensas repercusiones sanitarias, sociales y económicas que experimentó el mundo a causa de una crisis de salud tan devastadora, los países del mundo decidieron trabajar juntos para fortalecer las capacidades de prevención, preparación y respuesta ante pandemias mediante una mayor colaboración, solidaridad y compromiso político de alto nivel.
Tal como señaló el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, en su discurso de la Cumbre Mundial de Gobiernos el 12 de febrero pasado, “las dolorosas lecciones que aprendimos están en peligro de ser olvidadas y la atención se ha dirigido a muchas otras crisis a las que se enfrenta el mundo”.
Es para evitar eso que bajo el lema “El mundo unido”, los Estados Miembros de la OMS se comprometieron en una sesión especial de la Asamblea Mundial de la Salud en diciembre de 2021 a redactar y negociar un acuerdo o instrumento jurídico internacional que permita que el mundo sea más seguro y esté mejor preparado para prevenir y responder a futuras pandemias, garantice equidad en el acceso a atención de salud, equipos de protección personal, medicamentos, vacunas y otras tecnologías sanitarias.
Para ello, los gobiernos acordaron establecer un Órgano Intergubernamental de Negociación (INB, por sus siglas en inglés) encargado de redactar dicho documento bajo los principios de inclusión, transparencia, eficiencia, liderazgo de los Estados Miembros y consenso, con el objetivo de presentar los resultados finales a la 77ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2024.
Siguiendo esos principios, la oficina regional de la OMS para las Américas, ha acompañado a los países de la Región de las Américas mediante actualizaciones y asesoramiento sobre las deliberaciones, el apoyo técnico y logístico para facilitar una mayor participación de los países en las discusiones globales y la coordinación de las reuniones regionales que fomenten discusiones sobre temas de interés común y estratégico para la Región.
La OPS ya convocó tres reuniones regionales en 2023 con participación significativa de las autoridades nacionales de todos los países de las Américas, demostrando el reconocimiento de alto nivel sobre la importancia del acuerdo bajo negociación y la alta movilización de los gobiernos de la Región en este proceso.
Del 15 al 16 de febrero, se lleva a cabo en Ginebra, Suiza, la 4ta reunión Regional del INB, con el fin de seguir intercambiando información clave con los países de las Américas sobre los avances de las negociaciones y revisar los componentes fundamentales del documento que se espera se someta a la aprobación de los Estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en unos meses.
Este tipo de instrumentos contribuye a garantizar y fomentar una mayor colaboración en diversos ámbitos que repercuten en la salud y el bienestar de las personas en las comunidades, los países y en todo el mundo. “Como generación que vivió la pandemia de la COVID-19, tenemos la responsabilidad colectiva de proteger a las generaciones futuras del sufrimiento que nosotros padecimos,” dijo el Dr. Ghebreyesus.
El acuerdo bajo negociación refleja el compromiso asumido por los países de todo el mundo de atender las necesidades de sus poblaciones en materia de salud. Sin embargo, a medidas que el calendario se acerca, el acuerdo para pandemias se enfrenta a un reto mayor: una desinformación y mis-información masiva liderada por “teorías de conspiración” que socavan las negociaciones y ponen la salud global en riesgo.
“Un acuerdo internacional sobre preparación ante pandemias es un compromiso para la seguridad nacional. [...] Ahora es el momento para que el liderazgo de los más altos niveles de gobierno lleve el acuerdo sobre pandemias a la Asamblea Mundial de Salud dentro de 15 semanas. Este es el momento de decir no a la inequidad, no a las mentiras y desinformación y sí a la cooperación internacional, sí a la equidad y sí a la solidaridad.” insistió el Director General de la OMS en su discurso en Dubai.
Una negociación exitosa de un acuerdo sobre pandemias sería solamente la tercera vez en la historia de la OMS que los Estados Miembros de la Organización acuerdan un instrumento internacional jurídicamente vinculante, basado en la Constitución de la OMS, para proteger y promover la salud de las personas. Los dos primeros fueron el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.