Decálogo de buenas prácticas para la cría, el cuidado y el trabajo con caballos

La Federación de Asociaciones Europeas de Veterinarios Equinos ha publicado un decálogo de buenas prácticas con los criterios básicos para la cría, el cuidado y el trabajo con caballos.

En su trabajo diario, los veterinarios equinos entran periódicamente en contacto con situaciones que influyen en la salud y el bienestar de los caballos. El veterinario equino es entonces el confidente ideal del propietario del caballo en el ámbito del bienestar. El objetivo de este documento es ayudar a los veterinarios equinos a cumplir esta función y, en particular, a proporcionar asesoramiento.

TENENCIA

En primer lugar, esta guía señala que una necesidad básica para estos animales es el contacto diario con otros de su propia especie y su preferencia por vivir en grupo en un ambiente adecuado. Para su alojamiento, se debe tomar en cuenta su naturaleza de exhibir un comportamiento de juego, que es al menos el doble de su altura al cuadrado. "Aquí juegan un papel los mecanismos neurológicos, sobre los que el caballo no tiene influencia. No poder ejercer un comportamiento social normalmente resulta en estrés y deterioro", revela el decálogo. 

Por lo tanto, siempre debe haber al menos dos potros alojados en un mismo lugar. Se pueden hacer excepciones, por ejemplo si la salud no lo permite y previa consulta con el veterinario. Mientras que para una buena educación social en la que los caballos aprendan sus habilidades comunicativas, es aconsejable dejar que crezcan con su madre y al menos otras dos yeguas con potros. 

Otro aspecto destacado es que el caballo necesita ejercicio diario para funcionar correctamente, su libre circulación desempeña un papel importante en la prevención de lesiones e influye positivamente en su bienestar mental. "Son animales esteparios por naturaleza, que se han adaptado anatómica y fisiológicamente a buscar alimento durante 5-10 km repartidos en 24 horas", señala esta guía. "Aquellos que no hacen mucho ejercicio libre son más difíciles de manejar cuando interactúan con personas", añade.  

Además, recomienda los forrajes como base de la dieta de los caballos. "Satisfacer el hambre y la sed es un requisito básico para su bienestar", expresa el documento, explicando que su tracto gastrointestinal está diseñado para absorber y digerir pequeñas cantidades de alimento rico en fibra a lo largo del día, es decir, forrajes de buena calidad, como hierba o heno. "La masa de fibra en el intestino funciona como un almacenamiento de agua que puede utilizarse durante el ejercicio y el calor". 

También, la mejor atención que puede recibir un caballo es por parte de un veterinario equino o un equipo de profesionales sanitarios certificados bajo su supervisión. "Todos los tratamientos, tanto preventivos como curativos, deben siempre buscar el beneficio del caballo". En ocasiones los animales nacen con una apariencia especial, como nariz abollada, cuello anormal o enanismo. Si como resultado desarrolla problemas de salud o bienestar, el veterinario deberá intentar aliviarlos. 

USO DE CABALLOS 

Por otra parte, el decálogo recomienda un trato armonioso y respetuoso hacia ellos. Eso implica determinar la intensidad del esfuerzo a realizar de acuerdo con la condición del caballo. Se debe prestar atención a su edad a la hora del entrenamiento, el tipo de potro y la disciplina. 

El documento también resalta que las ayudas en el entrenamiento de un caballo deben ser utilizadas con moderación para promover el movimiento y la postura naturales.

Asimismo, los deportes ecuestres tienen que ser practicados con ejemplares sanos y sin el uso de sustancias no autorizadas. "Lo ideal es que un veterinario evalúe la condición física para el deporte como requisito previo para participar en la competición. Después del tratamiento veterinario, el caballo debe tener tiempo suficiente para recuperarse completamente antes de ser utilizado nuevamente para competiciones u otras actividades". 

De igual forma, esta guía subraya que el transporte debe estar únicamente reservado a caballos sanos. La movilización de potros heridos o enfermos solo está permitido previa consulta con el veterinario. "En viajes de más de cuatro horas se deben realizar pausas periódicas para permitir que el animal baje la cabeza y se le ofrezca comida y agua". 

La salud debe ser uno de los principios rectores a la hora de criar caballos. El tratamiento veterinario en materia de reproducción equina se realiza respetando su fisiología y bienestar. Por ende, también merecen un final de vida digno. "El veterinario equino ayuda al propietario en la toma de decisiones respecto a la última fase de la vida del caballo". 

"El abandono y el sufrimiento innecesario son inaceptables. Es importante que los propietarios comprendan claramente qué obligaciones asumen al comprar un caballo, incluso cuando el animal envejece".