Cada vez más centros sanitarios incluyen proyectos que apuestan por las terapias asistidas por animales de compañía, al estar demostrado que previenen y ayudan a tratar numerosos problemas relacionados con el estado de ánimo y que tienen un impacto positivo en la salud física y mental de personas de todas las edades.
Más concretamente, estas terapias ayudan a tratar problemas como la ansiedad, la depresión, la hiperactividad o trastornos de espectro autista. En el caso de niños y adolescentes, favorecen la motivación y el desarrollo de habilidades sociales y sirven de nexo de unión entre paciente y terapeuta facilitando la terapia. Cuando se habla de ancianos, las mascotas les ayudan a romper la monotonía, a mejorar su salud emocional y posibilitan mejorías significativas cuando se trata de personas con enfermedades neurodegenerativas.
Los beneficios probados de estas actividades fueron el hilo conductor del seminario web ‘Encuentros PRO ANFAAC: Terapias con animales de compañía. Sus beneficios en nuestra sociedad’, recientemente organizado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (Anfaac). En él participaron Begoña Morenza, especialista en intervención asistida con animales de compañía (IAA) y socia fundadora y directora general de la Fundación Yaracán, y José Luis Saavedra, director general del centro Lleó XIII, en el que, a través de la plataforma ‘Respétame’, se realizan terapias con perros y gatos, especialmente con colectivos con necesidades especiales.
Ambos compartieron su experiencia profesional con la aplicación de estos métodos y certificaron sus potencialidades en las diferentes edades del ser humano.
En su intervención, Morenza señaló que con estas terapias buscan “favorecer un cambio a mejor a través de la motivación y la alegría que se genera en las sesiones” en su centro, en el que atienden fundamentalmente a adultos y mayores.
Por su parte, el programa ‘Respétame’ del Lleó XII forma parte de una asignatura en la que se sirven de animales de compañía como medida preventiva del bullying o acoso escolar entre niños y adolescentes. “Buscamos reforzar el respeto entre los alumnos, la gestión de las frustraciones y, en general, todos los valores positivos que aportan los animales de compañía”, apunta Saavedra.
En este caso, en los cinco años de implantación del proyecto han registrado un “impacto muy palpable dentro del aula” en los cursos en los que lo aplican: una reducción de entre el 55 % y el 60 % de apertura de expedientes disciplinarios por conflictos.
Asimismo, un estudio científico validó, en solo diez semanas, los beneficios de estas terapias en la Fundación Yaracán: al 60 % de los mayores con depresión involutiva le habían reducido la medicación en ese periodo de tiempo. Paralelamente, se constató importantes avances dentro de su programa para jóvenes con esquizofrenia y psicosis así como en su estudio con personas pacientes de alzheimer y demencias, al demostrarse que mejoraba notablemente su calidad de vida.
Ambos expertos coincidieron en las enormes posibilidades y el gran margen de recorrido que tienen ante sí este tipo de actividades, tan eficaces en la mayoría de los casos y en plazos tan cortos, como 3 o 4 semanas, y demandaron para ellas una mayor visibilidad y apoyo de la Administración y las instituciones.