Una nueva investigación descubrió que las intervenciones asistidas por perros pueden conducir a niveles de estrés significativamente más bajos en niños con y sin necesidades especiales.
El estudio comparó los niveles de cortisol en niños de primaria que participaron en sesiones de intervención asistidas por perros, sesiones de relajación o ninguna intervención.
La exposición prolongada a factores estresantes puede causar efectos adversos en el aprendizaje, el comportamiento, la salud y el bienestar de los niños a lo largo de su vida. Se han explorado varios enfoques para aliviar el estrés en las escuelas, incluidos el yoga, la atención plena, la meditación, la actividad física, las intervenciones de estilo de enseñanza y las intervenciones asistidas por animales.
Los investigadores midieron los niveles de la hormona del estrés cortisol en la saliva de 105 niños de 8 a 9 años en cuatro escuelas, así como en 44 niños de edad similar de siete escuelas con necesidades educativas especiales. Los niños fueron estratificados aleatoriamente en tres grupos: un grupo de perros, un grupo de relajación o un grupo de control.
En el grupo de perros, los participantes interactuaron durante 20 minutos con un perro entrenado y un guía; el grupo de meditación involucró una sesión de relajación de 20 minutos. Las sesiones se realizaron dos veces por semana durante cuatro semanas. El grupo de control fue a la escuela con normalidad.
Según recoge el estudio, las intervenciones con perros conducen a niveles significativamente más bajos de cortisol en los niños tanto en las escuelas ordinarias como en las de necesidades especiales. En las escuelas convencionales, los niños en los grupos de control y relajación tuvieron aumentos en el cortisol salival medio durante el transcurso del período escolar. Por el contrario, los niños que participaron en sesiones grupales o individuales con perros no tuvieron un aumento estadísticamente significativo en los niveles de estrés. Además, sus niveles de cortisol fueron, en promedio, inmediatamente más bajos después de una sola sesión con perros.
Para los niños con necesidades educativas especiales, se observaron patrones similares, con disminuciones en el cortisol después de las intervenciones con perros. Los autores concluyen que las intervenciones con perros pueden atenuar con éxito los niveles de estrés en los niños en edad escolar, pero señalan que se necesita investigación adicional sobre las cantidades ideales de tiempo y contacto con los perros para lograr un efecto óptimo.