Las razas de gatos de hocico corto, como el gato persa y el exótico de pelo corto, se han criado hasta tal punto que padecen graves enfermedades físicas y hereditarias. Muchos animales padecen dolorosas enfermedades oculares, son bizcos y constantemente les falta el aire. Los propietarios a menudo no están bien informados y, por lo tanto, se enfrentan inesperadamente a costosos tratamientos médicos. Los veterinarios y las organizaciones de bienestar animal de Países Bajos han lanzando una campaña para advertir a los consumidores sobre los numerosos problemas de salud asociados con los gatos de hocico corto.
En los Países Bajos está prohibido criar animales con el hocico demasiado corto. Ahora existen reglas de cría claras para los perros de hocico corto, pero aún no las hay para los gatos. En los Países Bajos todavía se crían y venden muchos gatos con hocicos demasiado cortos. Debido a su constitución poco saludable, muchos de estos animales terminan en las clínicas veterinarias.
Janneke Moedt de Caring Vets explica que, “como veterinaria de gatos, les explico a los dueños que los gatos con fosas nasales demasiado estrechas no roncan como los perros, pero sí están congestionados y por eso a menudo están tan tranquilos y duermen mucho. La mayoría de los gatos persas también tienen afecciones oculares dolorosas debido a su cráneo anormalmente corto con ojos saltones”.
La campaña también subraya el alto coste de comprar un gato de hocico corto, "puede costar fácilmente unos 1.000 euros". Kelly Kessen, veterinaria de Stichting Dier&Recht, señala que "normalmente el propietario no se da cuenta de que un gato así suele necesitar varias operaciones. Se trata, por ejemplo, de operaciones dentales, tratamientos de problemas oculares y correcciones de pliegues nasales. Los costes pueden rápidamente sumar hasta cuatro veces el precio de compra. Pero el precio más alto lo paga el propio gato, que sufre de por vida su apariencia enfermiza”.
Los veterinarios holandeses y europeos trabajan en estrecha colaboración con organizaciones nacionales e internacionales de bienestar animal para mejorar la salud de los animales de hocico corto en otros países. Karin Hoogendijk, veterinaria holandesa de Fecava (Federación Europea de Veterinarios), manifiesta que “la mala salud de las mascotas de hocico corto es un problema mundial, por eso también hay versiones en inglés de nuestro sitio web y paquetes de información. De esta manera ayudamos a las organizaciones locales a llamar la atención sobre el tema en su propio país”.