Las instituciones sanitarias, centros médicos y veterinarios enfrentan un desafío importante en las infecciones nosocomiales relacionadas con la propia atención médica (HAI, por sus siglas en ingles), que puede tener consecuencias considerables en cuanto a mortalidad, morbilidad y coste económico. Las HAI amenazan la seguridad del paciente y pueden generar una mayor carga de atención médica.
En el sistema de salud, los teléfonos móviles se han convertido en herramientas esenciales para la comunicación y tienen un impacto beneficioso en la atención al paciente. Se ha informado que el 47,4 % de los profesionales de la salud usan sus teléfonos móviles más de cinco veces mientras trabajan en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
La comodidad y versatilidad de los teléfonos móviles en entornos sanitarios los han convertido en una parte integral de la práctica clínica diaria. El uso de teléfonos móviles para los trabajadores sanitarios no se limita a la comunicación en los entornos sanitarios modernos. Los teléfonos móviles podrían facilitar el acceso rápido a información médica y aplicaciones médicas y veterinarias que podrían ayudar en el diagnóstico y tratamiento, mejorando la atención al paciente, la toma de decisiones clínicas y la eficiencia general del flujo de trabajo para los trabajadores.
La higiene de las manos es una de las intervenciones preventivas más importantes contra la propagación de infecciones en los entornos sanitarios. Las prácticas adecuadas de higiene de manos reducen significativamente la transmisión de patógenos y previenen las HAI. Sin embargo, en los entornos de atención médica, los sanitarios manejan con frecuencia diversos dispositivos médicos, incluidos estetoscopios y teléfonos móviles. El uso frecuente del móvil durante las actividades de atención al paciente los hace susceptibles a la contaminación.
Se ha demostrado que los teléfonos móviles utilizados por los trabajadores de la salud pueden servir como reservorios de patógenos nosocomiales. Las bacterias patógenas pueden adherirse fácilmente a las superficies de los teléfonos móviles y transmitirse al paciente. A pesar de la importancia de la contaminación de los teléfonos móviles para transmitir patógenos, faltan estudios exhaustivos que investiguen el alcance de la contaminación entre los teléfonos móviles.
Así, una investigación reciente tuvo como objetivo llenar el vacío de conocimiento sobre la contaminación de teléfonos móviles y comprender el alcance y la naturaleza de la contaminación para desarrollar estrategias y pautas específicas de control de infecciones para mitigar los riesgos asociados.
Los autores recolectaron un total de 157 muestras de teléfonos móviles utilizados por trabajadores de la salud (TS) en unidades de cuidados intensivos (UCI), unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCIP), unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) y unidades de cuidados cardíacos (UCC) dentro de un hospital central y dos hospitales periféricos situados en la provincia suroeste de Arabia Saudita.
MAYOR PREVALENCIA DE BACTERIAS GRAM POSITIVAS
Estas muestras se sometieron a análisis bacteriológicos para evaluar el grado de contaminación bacteriana. Se encontró que 45 de 55 muestras de médicos (81,81 %) y 58 de 77 muestras de enfermeros (75,32 %) presentaron contaminación bacteriana. Se observaron tasas de contaminación en los teléfonos móviles en los departamentos de UCI, UCIP y UCIN del CH en 69,56 %, 80,95 % y 70,27 %, respectivamente. Además, las tasas de contaminación global en las UCI, UCIN y UCC fueron del 78,26 %, 88,88 % y 66,66 %, respectivamente.
La prevalencia de bacterias Gram positivas y Gram negativas fue de 82,19 % y 17,77 %, respectivamente. Entre las bacterias Gram positivas, se detectó Staphylococcus aureus en dos muestras y Staphylococcus coagulasa negativo en 95 muestras. Entre las bacterias Gram negativas, Pseudomonas stutzeri fue la más prevalente, con 17 muestras, seguida de E. coli, Klebsiella pneumoniae y Proteus mirabilis.
Ante estos hallazgos, los autores subrayan “la necesidad de desinfectar de forma rutinaria los teléfonos móviles de los trabajadores de la salud para mitigar el riesgo de contaminación cruzada”. De este modo “podemos proteger a los pacientes y trabajadores de la salud de estas bacterias patógenas”.
En definitiva, consideran “fundamental” realizar “más investigación para comprender el impacto de la contaminación de los teléfonos móviles en la transmisión de infecciones y para desarrollar estrategias efectivas para mantener la higiene de los teléfonos móviles en los entornos de atención médica”.