Investigadores de la Escuela Veterinaria de Bristol, Reino Unido, han publicado un estudio donde pretenden determinar la prevalencia, el origen y la naturaleza de la contaminación bacteriana por estafilococos en la superficie de dispositivos electrónicos portátiles utilizados en un hospital veterinario.
El objetivo de la investigación fue estudiar la prevalencia de la contaminación por estafilococos de dispositivos electrónicos portátiles (PED, por sus siglas en inglés) en un entorno hospitalario, así como identificar la fuente y determinar la patogenicidad de cualquier cepa cultivada. Además, se evaluó la resistencia antibiótica de los microorganismos hallados y se utilizaron técnicas PCR para realizar un genotipado específico y clasificar los estafilococos aislados.
En el estudio, se tomaron muestras de la pantalla y cualquier botón de los dispositivos del personal que trabaja directamente con pacientes felinos y caninos. Además, se pidió a los trabajadores del hospital que completasen un cuestionario para determinar la frecuencia del uso de PED, así como los hábitos y el método de limpieza de los dispositivos.
Los autores de la investigación identificaron bacterias en el 94,5 % de los teléfonos de los 200 trabajadores del centro. Asimismo, se encontró que el 68 % de los dispositivos utilizados por el personal veterinario estaban contaminados con estafilococos, incluidas cepas resistentes tanto a la vancomicina como a la oxacilina.
Por otra parte, el 52 % de los aislados de Staphylococcus aureus de los dispositivos móviles eran resistentes a la meticilina (MRSA), mientras que el 37,3 % de los S. aureus encontrados en las manos también tenían potencial resistente a la meticilina.
Georgia Vinall, una de las autoras del estudio, comenta que “Staphylococcus spp. se pudo aislar a partir del 68 % de los PED con una media de 10 colonias cultivadas por dispositivo. Staphylococcus spp resistente a la vancomicina, se encontró en el 36 % de los dispositivos. La secuenciación del ADN identificó tres especies de Staphylococcus; S. capitis, S. epidermidis y S. hominis, que muy probablemente estén asociados con infecciones en humanos”.
En cuanto al uso de los dispositivos por parte de los trabajadores, los resultados de la encuesta indican que el 96 % del personal tenía un teléfono móvil o tablet que usaba en el entorno hospitalario. De ellos, el 85 % usaba el dispositivo todos los días. A pesar del alto uso, solo el 6 % del personal limpiaba su dispositivo a diario, y el 33 % limpiaba su PED menos de una vez a la semana. Además, solo el 54 % del personal limpió su dispositivo con un desinfectante.
“Este estudio demuestra que los PED pueden contaminarse con microorganismos potencialmente patógenos. Aunque este trabajo no se centró en la transmisión de estos microorganismos y, por lo tanto, no está claro cuáles son las implicaciones clínicas de este hallazgo, parece prudente desarrollar protocolos adecuados para la limpieza de DEP en hospitales veterinarios”, concluyen los autores.
En resumen, con el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, un problema sustancial tanto en la profesión médica como en la veterinaria, las oportunidades para que suceda dicha resistencia deben reducirse. Así, recomiendan la desinfección, al menos una vez al día, con una toallita o spray antimicrobiano, asegurándose de que todas las superficies hayan tenido suficiente contacto con el desinfectante.