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Resuelven con éxito un caso anómalo de intoxicación de un perro tras ingerir 40 pastillas de condroprotectores
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Resuelven con éxito un caso anómalo de intoxicación de un perro tras ingerir 40 pastillas de condroprotectores

A pesar de la naturaleza crítica y el pronóstico de reservado a malo informado anteriormente, este paciente “fue dado de alta tras solo 3 días de tratamiento"
Maltes perro
El paciente era un mestizo de maltés, hembra esterilizada de 9 años de edad.

La osteoartritis (OA) se define como una inflamación crónica resultante de la degeneración del cartílago articular. Es un diagnóstico común en pacientes que presentan cojera, afectando al 20 % de los animales mayores de 1 año. Se caracteriza por diversos grados de cojera, rigidez, dolor crónico, pérdida de movilidad y disminución de la calidad de vida.


Si bien los perros de razas grandes tienden a presentar mayor riesgo, todas las razas de cualquier edad pueden sufrir OA. Hay predilecciones de razas, como el labrador retriever y el pastor alemán. Además, suele desarrollarse más en pacientes con sobrepeso o con condiciones metabólicas subyacentes como la diabetes. Los pacientes también pueden desarrollar OA secundaria a un traumatismo previo de las articulaciones o un desgaste anormal de la articulación, como displasias o luxaciones.


No existe cura para la OA y el tratamiento está dirigido a controlar los signos clínicos. Hay cinco principios de manejo médico, que son el control del peso corporal, suplementos nutricionales, moderación del ejercicio, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios, que en su mayoría incluyen antiinflamatorios no esteroideos (AINE).


Si bien los AINE son el estándar de oro para el tratamiento, puede haber efectos secundarios como molestias o ulceraciones gastrointestinales, desarrollo de anomalías bioquímicas y lesión renal aguda. Los AINE actúan para controlar el dolor y la inflamación, pero no previenen la degeneración del cartílago articular. Aquí es donde se ha introducido el uso de suplementos articulares como modalidad de tratamiento.


Dado que los suplementos se consideran una piedra angular en el tratamiento de la OA, los veterinarios a menudo recomiendan varios nutracéuticos a los clientes. Existen numerosos ingredientes de suplementos que incluyen glucosamina, condroitina, proteína de leche, cúrcuma, manganeso, selenio y ácidos grasos poliinsaturados, entre otros.


Los dos suplementos más comunes son la glucosamina y la condroitina. La glucosamina tiene efectos antiinflamatorios leves y contribuye a la síntesis de colágeno, proteoglicanos y glicosaminoglicanos. También tiene mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios. La condroitina actúa para disminuir las enzimas destructivas en la articulación. Mejora la función y la movilidad de la articulación mejorando la retención de agua del cartílago y aumentando la viscosidad del líquido sinovial.


La toxicidad de los suplementos para las articulaciones rara vez se ha informado en la literatura veterinaria. De los reportes publicados, los principales signos clínicos son de carácter gastrointestinal. Los principales hallazgos clinicopatológicos son indicativos de hepatotoxicidad, lesiones renales agudas y, en ocasiones, desequilibrio electrolítico. Se ha informado que el pronóstico es reservado a pobre en aquellos con signos clínicos avanzados.


Un nuevo informe realizado en EEUU describe un resultado exitoso en el tratamiento de un paciente con toxicidad por suplementos para las articulaciones.


40 PASTILLAS DE CONDROPROTECTORES


El paciente era un mestizo de maltés, hembra esterilizada de 9 años de edad, que fue presentada en un hospital especializado por toxicidad de suplementos para las articulaciones. Los signos clínicos que presentaban eran vómitos y convulsiones. Las anomalías bioquímicas primarias consistieron en hipernatremia, hiperglucemia, acidemia, azotemia y enzimas hepáticas elevadas.


En este caso, explican los autores, “el paciente ingirió 40 masticables de un medicamento condroprotector, y las dosis ingeridas fueron 4.615 mg/kg de clorhidrato de glucosamina y 1.923 mg/kg de condroitín sulfato de sodio. Esta dosis de glucosamina se encuentra dentro de los rangos tóxicos informados por el Animal Poison Control Center”.


Si bien los informes anteriores enumeraron la ataxia y los cambios mentales como signos clínicos, "ningún otro paciente tuvo convulsiones", matizan. 


Ante dichos síntomas, se colocó un catéter intravenoso y una dosis de diazepam, y maropitant se administró debido a los vómitos continuos. El tratamiento siguiente consistió en intentar bajar el nivel el sodio rápidamente “dados los signos neurológicos en la presentación”. Otras opciones terapéuticas empleadas consistieron en administrar bicarbonato de sodio, insulina y protectores hepáticos. El paciente respondió rápidamente y fue dado de alta después de 3 días en el hospital. Una nueva revisión de los análisis de sangre el día 7 después del alta fue normal, y no se continuó con la medicación. No hubo más seguimiento.


Este informe, comentan, describe un resultado exitoso en el tratamiento de un paciente con toxicidad por suplementos para las articulaciones. En estudios de casos similares, “la hipernatremia se corrigió más lentamente y dio lugar a una estancia hospitalaria más prolongada”. Sin embargo, “este caso se diferenció en que el paciente también presentó convulsiones e hiperglucemia”.


A pesar de la naturaleza crítica y el pronóstico de reservado a malo informado anteriormente, este paciente “fue dado de alta tras solo 3 días de tratamiento sin anomalías bioquímicas a largo plazo”, celebran.


En resumen, “este reporte de caso describe diferentes signos clínicos, anormalidades bioquímicas y modalidades de tratamiento que pueden haber llevado al alta del hospital en un tiempo más corto”.

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