Los animales son una pieza clave en la producción de alimentos, y millones de personas dependen de ellos, no solo a nivel alimentario, sino como forma de vida y medio de subsistencia.
Oxford Analytica, una empresa especializada en investigación y análisis, desarrolló recientemente un nuevo informe: Sanidad animal y Sostenibilidad: un análisis de datos globales, un informe realizado por HealthforAnimals. Este informe analiza la relación entre la sanidad animal y la economía, el medioambiente y la sociedad.
El informe pone de manifiesto que las enfermedades en el ámbito de la ganadería están asociadas con reducciones significativas en la producción ganadera mundial, generando asociaciones clave como que “una tasa global de vacunación del 60 % en ganado de vacuno de carne se correlaciona con un aumento de la producción de más del 50 %”.
El informe también se basa en la investigación existente en campo con estudios de casos que demuestran cómo el control de las enfermedades en ganadería puede satisfacer las necesidades y objetivos globales, tales como que “una mayor implementación de las prácticas existentes en sanidad y cría de animales significa que el ganado podría abastecer potencialmente a más de 9 mil millones de personas en 2050 sin aumentar las emisiones de gases contaminantes”.
SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA
El modelo pone de manifiesto que las enfermedades animales reducen significativamente la producción ganadera mundial cada año, teniendo un impacto medible en los ingresos de los ganaderos.
Asimismo, el documento indica que, por ejemplo, una tasa mundial de vacunación del 60 % en ganado de vacuno de carne supondría un aumento en la producción a las necesidades de consumo de carne de 3.100 millones de personas.
Ejemplifican explican que, en Brasil, que es uno de los mayores productores de carne de vacuno del mundo, “se correlaciona que vacunar a un 1 % del ganado vacuno con un aumento del 0,7% en la producción”.
En Argentina, otro gran productor de carne de vacuno, “asocia una tasa de vacunación del 80 % del ganado vacuno en un año con un aumento del 43,8 % en la producción, en comparación con un escenario sin vacunación”.
Además, el análisis de un caso de estudio realizado por Oxford Analytica pone en relieve que las enfermedades en ganadería reducen la producción mundial en 80.000 millones de kilogramos de carne y 179.500 millones de kilogramos de productos lácteos cada año, lo que reduce los ingresos de los ganaderos en 358.400 millones de dólares estadounidenses.
SOSTENIBILIDAD MEDIOAMBIENTAL
Las enfermedades de los animales en ganadería están asociadas a aumentos significativos en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y al uso de la tierra, mientras que la vacunación se correlaciona con reducciones en ambos.
Cuando los niveles globales de enfermedad caen en un 10 %, el modelo de Oxford Analytica sugiere que las emisiones de GEI se reducen en más de 800 millones de toneladas en total. Esto equivale a las emisiones anuales medias de 117 millones de europeos, según la estimación de la UE con emisiones de 6,8 toneladas de CO por persona cada año.
El efecto de la enfermedad en las emisiones de GEI es más pronunciado en los países de bajos ingresos. “Un brote de una enfermedad en ganadería que afecta al 20 % del rebaño está asociado con un aumento estimado del 60 % en las emisiones de GEI en los países de bajos ingresos en comparación con el 42 % en los países de altos ingresos”, indica el documento.
Al analizar el uso de la tierra, el modelo de Oxford Analytica determina que existen relaciones asociativas significativas entre los niveles de las enfermedades y la vacunación. Por ejemplo, se estima que se necesita un 8,6 % más de tierra para mantener los niveles de producción esperados cuando el 20 % de las aves de corral en todo el mundo se ven afectadas por enfermedades cada año.
Además, “se necesita un 5,2 % menos de tierra para la producción ganadera con una tasa global de vacunación del 40 % para los animales de ganadería en un año determinado”.
La FAO estima que una mayor adopción de las tecnologías y prácticas existentes sobre cría y salud animal pueden reducir la intensidad de las emisiones de la ganadería en un 18-30 %. Esta reducción de la intensidad podría permitir a los ganaderos aumentar la producción en aproximadamente 46.700 millones de kilogramos al año, suficientes para satisfacer las necesidades de otros 1.600 millones de personas, manteniendo las emisiones totales en los niveles actuales.
SOSTENIBILIDAD SOCIAL
El modelo resalta que las tasas más altas de enfermedad entre el ganado están asociadas con niveles más altos de desnutrición y desabastecimiento alimentario entre la población mundial, mientras que la vacunación en ganadería está asociada con niveles más bajos de desnutrición y desabastecimiento alimentario.
El modelo de Oxford Analytica resalta que las enfermedades en avicultura se asociaron con un aumento del 2 % en el hambre mundial en 2018 y del 5 % en 2019. Esto equivale a un aumento del hambre mundial en 13,6 millones de personas en 2018 y 34,39 millones en 2019.
En vacuno, cada animal vacunado adicional en un año está asociado con una disminución de 0.674 en el número de personas desnutridas a nivel nacional. Esto sugiere que, a nivel mundial, de media, cada dos bovinos vacunados pueden contribuir a que una persona evite el hambre.
En conclusión, el informe resume que la tasa y la prevalencia de las enfermedades animales varían ampliamente en todo el mundo, con enfermedades dañinas como la Fiebre Aftosa eficientemente eliminadas en los países de altos ingresos mientras que siguen siendo endémicas en regiones en desarrollo.
Del mismo modo, las medidas en sanidad animal e infraestructuras veterinarias también varían y pueden determinar la eficacia de las prácticas de cría y las medidas de control, como la vacunación, así como los niveles de producción.
Sin embargo, el análisis indica que controlar las enfermedades de los animales en ganadería en todos los contextos tiene beneficios multiplicadores para la sostenibilidad económica, medioambiental y social.
El modelo de Oxford Analytica brinda una contribución útil al conocimiento global sobre la sanidad animal y sus efectos en el medio ambiente, la economía y la sociedad, al tiempo que reconoce que habrá oportunidades significativas para que otros se basen en él en el futuro.