Una encuesta reciente reveló que el estornudo inverso está presente en la mitad de la población canina. El perfil más prevalente es el de una hembra castrada geriátrica de perro urbano de tamaño pequeño.
La mayoría de los perros tienen una larga historia de estornudos inversos de baja frecuencia sin otros signos clínicos. Los episodios de estornudos inversos no suelen asociarse a factores desencadenantes. El estornudo inverso (ER) se considera un reflejo innato que puede producirse en perros normales en respuesta a un estímulo en las vías respiratorias superiores, pero actualmente se desconoce su prevalencia.
El objetivo de un estudio, llevado a cabo por Jesús Talavera López, Blanca García Cubillos y Alberto Muñoz Prieto del Departamento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, fue evaluar la prevalencia del estornudo inverso en perros del sureste de España y determinar la posible influencia de variables demográficas y ambientales seleccionadas.
Este estudio se basó en un cuestionario realizado sobre 779 perros con propietarios seleccionados aleatoriamente en dos meses. La prevalencia total de perros con estornudo inverso fue del 52,9 %. Se encontró una predisposición estadísticamente significativa según el sexo y la condición sexual (hembras esterilizadas), el tamaño y el peso del animal (perros toy con <5 kg y perros pequeños de 5 a 14 kg), la raza (principalmente Yorkshire, Chihuahua, Bichón y Shit-tzu) y la edad (>10 años). Los perros que viven en un hábitat urbano sin otras mascotas en la misma casa también tenían una predisposición significativamente mayor. Así, los perros con estos perfiles tienden también a tener una mayor frecuencia de episodios de estornudo inverso (más de un episodio diario) y presentaciones más agudas (últimos 15 días).
Ejemplo de estornudo inverso en un paciente canino.
El estornudo inverso es un reflejo importante que podría estar presente en más de la mitad de la población canina como refleja el estudio. Su predisposición varía en función del sexo, la condición sexual, el tamaño, la raza, la edad, el hábitat y la convivencia con otros animales de compañía. Por lo tanto, los autores sugieren que "es necesario prestar más atención a la fisiopatología, el diagnóstico y el tratamiento del estornudo inverso".