La piel de los animales, al igual que la de los humanos, es el órgano más extenso del cuerpo, y el 30 % de las neoplasias del organismo se corresponden con cáncer de piel. Aunque no todos los tumores son malignos, como los lipomas (neoplasias del tejido graso) o los adenomas de glándulas sebáceas, se deben extremar las precauciones.
En el desarrollo de este tipo de cáncer, si bien influyen muchos factores difíciles de controlar, como la genética, la medicina preventiva a nivel clínico es de suma importancia, ya que el diagnóstico precoz es el principal factor que determinará la progresión de la enfermedad. Asimismo, otros aspectos como evitar la radiación solar o mejorar el estado inmunitario del animal son otras de las medidas preventivas para evitar un posible cáncer de piel.
En cuanto a la incidencia, se estima que 450 de cada 100.000 perros tienen algún tipo de cáncer de piel, 120 de cada 100.000 en el caso de los gatos. Algunas razas tienen cierta predisposición genética a desarrollar cáncer de piel, como el bóxer y el bulldog, o el siamés en el caso de los gatos.
LA RADIACIÓN SOLAR
La piel, como principal barrera del organismo, está expuesta a numerosos agentes externos, entre ellos los productos químicos o la radiación solar, que pueden influir directamente en el desarrollo de algunos tipos de tumores cutáneos.
Los animales, en su mayoría, están mejor adaptados que los seres humanos a las radiaciones solares debido a la protección natural que les brinda su manto de pelo. No obstante, en verano es muy habitual que los tutores corten el pelo a sus animales, eliminando parte de esta barrera natural. Además, hay zonas como la nariz, los labios o las ingles que no están cubiertas con este manto, siendo más susceptibles a los rayos solares. Es por eso por lo que la mejor medida de prevención respecto a la radiación solar es evitar la exposición directa a los rayos de sol en las horas de máxima incidencia, principalmente en animales de capa blanca.
También existen cremas solares formuladas específicamente para animales de compañía en caso de que la mascota vaya a exponerse directamente al sol durante un largo periodo de tiempo. Stangest dispone de una presentación en spray y crema de su protector solar HelioVet. HelioVet realiza una triple acción sobre el animal: ofrece una protección de amplio espectro frente a los cuatro tipos de radiación solar, repara el daño en el ADN e hidrata la barrera cutánea. Tanto la crema como el spray tienen una textura ligera de rápida absorción, resistentes al agua, que les hace ideales para aplicar durante las actividades al aire libre.
MASTOCITOMA, EL CÁNCER DE PIEL MÁS FRECUENTE EN LAS MASCOTAS
El cáncer es una de las principales causa de muerte por enfermedad en los perros. Los mastocitomas son el segundo cáncer más frecuente diagnosticado en perros y gatos, y el cáncer de piel más común, representando hasta el 21 % de los cánceres de piel, según datos del American College of Veterinary Surgeons.
En los perros, este tipo de tumor se desarrolla con mayor frecuencia en forma de nódulos individuales en la piel o en el tejido subcutáneo. Se presentan habitualmente en pacientes de mediana edad, pero pueden producirse en pacientes de cualquier edad.
Una vez diagnosticado, se debe determinar si el tumor es operable, valorar su grado de malignidad y su potencial metastásico. Pero no solo hay que considerar las características del mastocitoma, se debe tener en cuenta los factores individuales del animal, incluida la evaluación de los riesgos anestésicos.
Por otra parte, es indispensable realizar una valoración de la ubicación de la neoplasia. Si bien es cierto que la cirugía, o la combinación de cirugía y radioterapia, han mostrado la mejor tasa de control para tumores localizados, estas opciones no siempre son las más adecuadas, especialmente cuando el tumor se encuentra en áreas que son complicadas de tratar, como por ejemplo las articulaciones de las extremidades, los párpados o los genitales.
Así, gracias a la colaboración de la empresa de salud animal Virbac con QBiotics, llegó al mercado Stelfonta®, especialmente adecuado para estos casos en que la cirugía es complicada y arriesgada para el animal, ofreciendo al veterinario nuevas opciones de tratamiento.
El veterinario especialista en dermatología Carlos Vich, quien fundó en 1996 el Servei de Dermatología Veterinària (Dermovet) y actualmente visita más de 600 clínicas en España y Portugal para atender consultas de dermatología, asegura que su experiencia con Stelfonta® no puede ser más gratificante. “Es un productazo, pero hay que saberlo utilizar. Para ello es muy importante seleccionar al paciente cuyo tumor es susceptible de recibir este tratamiento”, advierte.
75 % DE LOS MASTOCITOMAS SE ELIMINAN EN UN SOLO TRATAMIENTO
El producto se administra en forma de inyección intratumoral, y está indicado para la eliminación de mastocitomas cutáneos irresecables y no metastásicos en cualquier localización, y mastocitomas subcutáneos no resecables y no metastásicos en el codo o en el corvejón o distales a ellos. “Es fundamental que se trate de un mastocitoma sin metástasis, con un volumen igual o inferior a 8 centímetros cúbicos, ya que el tratamiento con Stelfonta® sólo es efectivo cuando se utiliza para tumores con estas características”, reconoce el dermatólogo.
Los estudios revelan que el 75 % de los mastocitomas se eliminan con un único tratamiento. Asimismo, el 87,2 % de los perros logran una respuesta completa 28 días después de una o dos dosis. También se ha comprobado que en el 96,5 % de los casos se observó una curación completa en 3 meses, con un excelente resultado cosmético, sin un procedimiento quirúrgico, sin necesidad de cubrir la zona tratada y sin collar isabelino. Solo algunos perros requieren analgesia (tramadol) y tampoco es necesario el uso profiláctico de antibióticos.