La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), por encargo de la Comisión Europea, recopilan y analizan anualmente los datos de todos los Estados miembros en relación con las zoonosis y elaboran un informe sobre fuentes y tendencia de zoonosis, agentes zoonósicos y brotes de enfermedades de origen alimentario. El objetivo es mantener un seguimiento continuo de la situación epidemiológica de cada enfermedad para valorar la eficacia de las medidas preventivas puestas en marcha.
A grandes rasgos, el documento expone que algunas de estas zoonosis son transmitidas por contacto directo con otro caso o con el animal infectado, por contacto indirecto a partir de material contaminado, y otras a través de vectores o por consumo de alimentos. Asimismo, la sintomatología y gravedad es muy variable, llegando algunas a producir la muerte de los afectados.
Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de las zoonosis, según exponen, pueden controlarse mediante la aplicación de las medidas preventivas adecuadas, para lo cual es fundamental que las autoridades responsables de la salud pública y la sanidad veterinaria mantengan una estrecha colaboración.
Respecto a los resultados obtenidos de estas enfermedades, correspondientes a 2021, aclaran que “la pandemia fue responsable de una reducción de las tasas de notificación en todas las zoonosis excepto en triquinosis y en yersiniosis. Los porcentajes de disminución relativa oscilaron entre el -52,6 % de la brucelosis y el -7,1 % de la listeriosis”.
En Diario Veterinario hemos querido destacar algunas de las enfermedades que aparecen en el informe, como es el caso de la campilobacteriosis, triquinosis, Fiebre del Nilo Occidental, Fiebre Q y tuberculosis.
CAMPILOBACTERIOSIS
La campilobacteriosis es una enfermedad infecciosa de distribución mundial producida por bacterias del género Campylobacter. Es la causa más común de gastroenteritis notificada en los países desarrollados, alrededor del 5-14 % de los casos, y la zoonosis más frecuente en la UE. Suele tener carácter esporádico, pero en ocasiones se producen brotes por consumo de un alimento contaminado.
El informe apunta que “desde el año 2007 la campilobacteriosis es la zoonosis alimentaria más frecuentemente notificada en la UE”, y en “España, hasta mayo de 2022, se notificaron 11.244 casos confirmados durante 2021”.
Y si se atiende a la UE, los datos muestran que en 2021 la tasa de notificación fue de 41,1 por 100.000 habitantes, un incremento del 2,1 % con respecto al año 2020. Además, “en alimentos, la positividad alcanzó un porcentaje del 41,63 % en España. La categoría de alimento más afectada fue la carne fresca de pollo con un 90 %”.
TRIQUINOSIS
La triquinosis es una zoonosis producida por un nematodo intestinal perteneciente al género Trichinella. Afecta a distintas especies de mamíferos y es de distribución mundial. Los hospedadores principales del parásito son el cerdo y el jabalí. Los gatos y otros carnívoros salvajes participan en el ciclo manteniendo la infección.
El hombre se contagia cuando consume carne de cerdo o de caza poco cocinada o productos cárnicos en salazón o ahumados, como los embutidos, contaminados. Al igual que en los animales, la infección puede cursar de forma subclínica y la presencia de síntomas depende de la cantidad de parásitos ingeridos y el estado inmunitario del individuo.
En 2021, en España, la tasa de notificación en humanos fue menor del 0,01 por 100.000 habitantes. Y en animales, “el porcentaje de positividad en 2021, en España, fue muy bajo, un 0,001 %, igualando al dato obtenido en años anteriores. La mayor positividad se detectó en los jabalíes con un porcentaje del 0,31 %”, anota el documento.
Sobre la presencia de Trichinella en cerdos y jabalíes de granja, se muestrearon un total de 54.196.650 cerdos de engorde y 981.152 cerdos de reproducción, criados en condiciones controladas, y todos resultaron negativos a triquinosis. Por otra parte, de los 157.840.843 cerdos de engorde, 3.288.792 de reproducción y 5.755 jabalíes de granja muestreados, no criados en condiciones controladas, un total de 120 resultaron positivos, resultando una prevalencia <0,001 %. Ninguna de las muestras positivas fue de jabalí. El país más afectado fue Rumanía (67 %), seguido por Polonia (16 %), España (11 %) y Croacia (4,2 %).
FIEBRE DEL NILO OCCIDENTAL
La fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad zoonótica transmitida por mosquitos y producida por el virus del Nilo Occidental. Se detectó por primera vez en África en 1937 y se fue extendiendo progresivamente llegando a partes de Europa y Asia, Medio Oriente, Australia y América. Por tanto, es una enfermedad de ámbito mundial.
El virus del Nilo Occidental pertenece al género Flavivirus. Su contagio se produce a través de la picadura de mosquitos pertenecientes en su mayoría al género Culex. Es posible que también participen, aunque en menor medida, otros artrópodos ya que se han detectado garrapatas, moscas y piojos infectados con este virus.
Los resultados del informe resaltan que, durante 2021, en humanos en España se notificaron 6 casos, lo que supone un descenso muy marcado respecto al año 2020 en el que tuvo lugar un incremento sin precedentes y se notificaron 77 casos.
En animales, en 2021, se detectaron en España 11 casos positivos en équidos, mediante la técnica del ELISA-IgM (4,37 %). En aves, de 2.684 muestras, 48 fueron positivas a la prueba de ELISA, 4 a PCR y 3 a seroneutralización. Tanto en équidos como en aves ha habido un descenso respecto al año 2020, en el que se confirmaron 155 équidos positivos y en aves, de 2.627 muestras analizadas, 55 fueron positivas a la prueba de ELISA, 12 a PCR y 12 a seroneutralización.
FIEBRE Q
La fiebre Q es una zoonosis muy contagiosa, de distribución mundial, producida por el patógeno intracelular obligado Coxiella burnetii. Este organismo forma estructuras semejantes a esporas, que son muy resistentes a las condiciones medioambientales y pueden ser transportadas por el viento a grandes distancias. Asimismo, puede infectar a una gran variedad de animales (mamíferos, aves, reptiles), que son los huéspedes principales de la bacteria.
En España, en el año 2021 se notificaron un total de 149 casos (datos comunicados hasta mayo 2022). En la evolución en el tiempo se observa que, en los años 2016 y 2017 se produjo un aumento muy marcado del número de casos notificados. Sin embargo, a partir de 2018 la cifra empezó una tendencia descendente que se ha mantenido en 2021.
En España se analizaron 96 rebaños sospechosos de las especies bovina, ovina y caprina y 19 resultaron positivos (19,8 %). Los pequeños rumiantes fueron los más afectados.
TUBERCULOSIS
La tuberculosis es una enfermedad zoonótica causada por microorganismos del género Mycobacterium que consta de un total de 50 especies diferentes, entre las que hay bacterias oportunistas, saprofitas y patógenas primarias. Las especies que producen la tuberculosis en el ser humano son, principalmente, M. tuberculosis, M. africanum, M. bovis y M. caprae. El resto de las especies del complejo M. tuberculosis se aíslan fundamentalmente en los animales, aunque se ha visto que pueden transmitirse y producir enfermedad en el ser humano en determinadas ocasiones.
En España, en 2021, la tasa de notificación de tuberculosis por M. bovis fue de 0,070 por 100.000 habitantes, ligeramente superior a la del año 2020 (0,053).
De los 92.731.459 análisis de alimentos realizados en España, 9.620 resultaron positivos a Mycobacterium spp (0,01 %). Este porcentaje confirma la tendencia observada en años anteriores. La mayor positividad se detectó en jabalíes en granja con un porcentaje de 5,87 %.
Respecto a la tuberculosis bovina, en la UE la prevalencia de rebaños infectados fue del 0,6 %, pero su distribución geográfica estuvo muy localizada en ciertas regiones y países. Sólo Irlanda (4,6 %) y España (1,3 %) presentaron una prevalencia superior al 1%.
Por último, las comunidades autónomas que presentaron mayor prevalencia de rebaños en 2021 fueron Andalucía, Castilla La Mancha, Extremadura y La Rioja. Por el contrario, en Murcia, el País Vasco, Canarias e Islas Baleares la prevalencia fue del 0,0 %.