Campylobacter es responsable de muchas intoxicaciones alimentarias y enfermedades diarreicas en humanos. La campilobacteriosis ha sido la enfermedad gastrointestinal más notificada en la UE desde 2005, y afectó a más de 220.000 personas en 2019. Las aves de corral se consideran una de las principales fuentes de infección.
Para ayudar a combatir a este patógeno, un grupo de investigadores de EE UU están investigando el uso de probióticos para mejorar la salud intestinal de las aves y controlar los patógenos transmitidos por los alimentos. Esta investigación se basa en la iniciativa One Health.
"Campylobacter es una de las principales causas bacterianas de la enfermedad diarreica humana en los Estados Unidos, y algunas cepas se han asociado con varias enfermedades autoinmunes, en particular el síndrome de Guillain-Barré, con casi el 40 % de los casos notificados del síndrome atribuidos a esta bacteria", comentan.
La bacteria se transporta en los intestinos, el hígado y otros órganos de las aves de corral y otros animales. A menudo, los animales infectados no muestran signos de enfermedad y las bacterias pueden propagarse a la carne y otros órganos comestibles durante el sacrificio.
Por lo tanto, se requieren medidas de control en la granja para mitigar el riesgo de que la bacteria se transmita a los humanos. En este sentido, los científicos están estudiando el impacto de la inoculación de huevos con probióticos para mejorar la salud intestinal y el desarrollo del sistema inmunológico de los pollos de engorde antes de que nazcan.
Los probióticos “son bacterias, hongos o levaduras vivas que ayudan a las aves a mantener sistemas digestivos saludables”, explican. Se incluyen cada vez más en las dietas de las aves de corral como alternativas a los antibióticos. Los autores creen que la tecnología “in-ovo” se puede usar para administrar probióticos a los embriones de pollo y ayudar a estimular el sistema inmunológico de los pollitos antes de que nazcan.
Durante su investigación, los investigadores descubrieron que ciertos probióticos aplicados in-ovo a embriones de pollo aumentaron los genes relacionados con el sistema inmunitario en los intestinos de los animales. Los estudios futuros investigarán si las respuestas inmunitarias inducidas por los suplementos protegen contra los microorganismos dañinos después de que nazcan los pollitos.
“La administración de probióticos naturales a los embriones de pollo es un enfoque práctico, realista y alcanzable para establecer y mantener un microbioma intestinal saludable, mejorar el bienestar animal y la salud intestinal, mitigar las enfermedades entéricas y mejorar la salud general y la calidad de los pollitos sin el uso de antibióticos”, consideran los autores.