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Presentan un caso único de piómetra en gata que fue resuelto utilizando un drenaje uterino
EDICIÓN

Presentan un caso único de piómetra en gata que fue resuelto utilizando un drenaje uterino

La ovariohisterectomía se consideraba electiva para el tratamiento de la piometra, pero no es una opción válida para pacientes destinadas a la reproducción
Maine coon
La piómetra presentó en una gata main coon entera de 3 años de edad.

La piometra es una enfermedad uterina potencialmente mortal que afecta a gatas y a perras, causada por una infección bacteriana oportunista, principalmente por E. coliEn los gatos, la piometra a menudo progresa de forma leve con pocos síntomas, especialmente en animales jóvenes. Puede presentarse un flujo vaginal espeso o serohemorrágico, generalmente oculto por los hábitos de limpieza de las gatas. Los vómitos, el letargo y la anorexia son otros síntomas informados, pero no específicos. A diferencia de los perros, la poliuria y la polidipsia no se observan con frecuencia en los gatos.


Tradicionalmente, la ovariohisterectomía se consideraba electiva para el tratamiento de la piometra, pero no es una opción válida para pacientes destinadas a la reproducción. En consecuencia, se han desarrollado diversos tratamientos médicos. Los fármacos más utilizados son los análogos sintéticos de las prostaglandinas, como el cloprostenol, y la aglepristona, un antiprogestágeno. En todos los casos, el uso de antibióticos de amplio espectro, como la amoxicilina-ácido clavulánico y la trimetoprima-sulfadoxina, se asocia al tratamiento tanto médico como quirúrgico.


Otra opción terapéutica reportada para tratar la piometra y preservar la fertilidad es la administración local de fármacos y el uso de un drenaje uterino, pero sobre este asunto existe un número muy escaso de publicaciones, y todas realizadas sobre la especie canina.


En este sentido, se ha realizado recientemente un estudio en Italia que describe el uso de un drenaje y lavado uterino, junto al tratamiento médico, en una gata afectada por piometra recidivante. Según el conocimiento de los autores, “no existen informes de tratamientos similares para gatos domésticos”.


FRACASO DEL TRATAMIENTO MÉDICO


El caso se presentó en una gata main coon entera de 3 años de edad, que fue remitida para un examen ginecológico tras encontrar, durante un examen de ultrasonido, un aumento en el tamaño del útero.


Los antecedentes reproductivos no reportaron embarazo previo, pero sí dos episodios de piometra, tratados con aglepristona, administrados el día 1 y el día 2, cloprostenol, administrados los días 3 a 5, y amoxicilina-ácido clavulánico durante 7 días. No se reportaron vómitos ni letargo, y los dueños solo reportaron una leve inapetencia. Los hallazgos ecográficos confirmaron la presencia de piómetra.


Debido al elevado valor reproductivo del animal, los dueños descartaron la ovariohisterectomía, por lo que los autores probaron el tratamiento médico con la terapia estándar.


Dado que las terapias médicas anteriores no tuvieron éxito, se realizó un drenaje quirúrgico del útero, junto con la re-administración de aglepristona, para preservar la fertilidad.


Se preparó a la paciente para una laparotomía y se exteriorizó el útero. Se insertó un catéter urinario estéril en el útero a través de una incisión de 2 mm en el vértice de cada cuerno. El acúmulo patológico se recogió utilizando primero una jeringa, para tomar muestras para su posterior examen citológico y bacteriológico, y luego un aspirador quirúrgico.


Los veterinraios recolectaron un total de 150 mL de líquido lechoso y espeso, luego se realizó un hisopado estéril en el endometrio en busca de patógenos. Finalmente, se realizó lavado uterino con 15 mL de solución salina estéril tibia y se cerró la herida quirúrgica tanto uterina como abdominal. Además, se administraron 15 mg/kg de aglepristona por vía subcutánea durante dos días consecutivos después de la cirugía y 3 mg/kg de marbofloxacino durante 7 días por vía oral.


La citología del líquido recolectado reveló numerosos neutrófilos segmentados, lo que confirmó el diagnóstico de piometra. En cambio, los cultivos bacterianos en las muestras fueron negativos. Siete días después de la cirugía, el paciente finalmente fue dado de alta sin tratamiento adicional.


UN CASO ÚNICO


Los controles regulares durante seis meses descartaron una mayor recurrencia de la piometra, por lo que la gata se apareó de forma natural con un macho sano y tuvo un embarazo sin incidentes.


Según el conocimiento de los autores, “esta es la primera vez que se describen el drenaje y el lavado uterinos en gatas”. Aun sabiendo que se trata de un caso único, “los resultados son prometedores”, afirman.


De hecho, la asociación de tratamiento médico y drenaje quirúrgico del útero “ha demostrado ser eficaz en la prevención de la recurrencia a corto plazo de la piometra y en la preservación de la fertilidad”.


No obstante, “se necesitan más estudios para verificar la eficacia a largo plazo de la técnica propuesta en la prevención de recurrencias. Si se confirma, podría proporcionar otro protocolo útil para el tratamiento de la piometra en gatos reproductores”. 

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