La tuberculosis bovina es una enfermedad infecciosa que puede infectar a todos los mamíferos, incluidos los humanos. Desde 2001, los esfuerzos realizados por las autoridades han permitido a Francia beneficiarse del estatus de país libre de tuberculosis bovina. Este estatus refleja sobre todo la calidad sanitaria del rebaño francés y ofrece la posibilidad a los sectores ganaderos de exportar sus animales y sus productos.
Pero el aumento del número de brotes observado en varias áreas geográficas (suroeste, Normandía, Córcega) y su persistencia en otras (Côte d'Or, Camargue) exige un refuerzo de las medidas sanitarias.
Por lo tanto, el Gobierno de Francia ha intensificado sus medidas de prevención y mejora de apoyo al sector ganadero.
Entre las medidas llevadas a cabo por el país, se encuentra el esfuerzo en reforzar la bioseguridad en la ganadería. El cumplimiento de las medidas preventivas, “es fundamental para limitar la introducción y propagación de la enfermedad entre granjas”, comentan las autoridades. Cada criador cuyo rebaño esté afectado por la tuberculosis bovina “ahora debe recibir ayuda en materia bioseguridad para recuperar el estatus de libre, y la obligación también se aplica a los criadores de rebaños en proximidad epidemiológica a los focos”.
También han implementado un aumento de la compensación por el sacrificio de animales. Una orden publicada el 25 de febrero de 2023 revisó al alza los paquetes de compensación para criadores en el contexto del sacrificio destinado a confirmar o invalidar una sospecha detectada sobre el ganado. De hecho, estos sacrificios llamados "de diagnóstico " abren el derecho a una compensación por parte del Gobierno para alentar a los criadores a eliminar animales sospechosos mientras les permiten comprar un bovino de reemplazo. El decreto de 25 de febrero de 2023 revaloriza las tarifas planas de sacrificio de diagnóstico (cuya última actualización fue en 2018) teniendo en cuenta en particular la evolución de los costes de insumos y energía.
Como medida novedosa, Francia trabaja en el lanzamiento de un experimento de vacuna en la vida silvestre. “La vida silvestre también puede infectarse con tuberculosis bovina y convertirse en un vector de la enfermedad para el ganado”, comentan. El seguimiento y posterior limpieza de las zonas en las que se han detectado animales salvajes (jabalíes, ciervos, tejones) como portadores de la enfermedad es, por tanto, “un complemento imprescindible para el control en la ganadería”.
En este sentido, el país galo pondrá en marcha en unas semanas un experimento de vacuna contra el tejón, financiado por el Ministerio de Agricultura por valor de 250 000 euros, como herramienta complementaria a las medidas de control actualmente basadas en una reducción selectiva de las poblaciones silvestres infectadas. Una primera fase de prueba de un protocolo de vacunación comenzará en la primavera de 2023 en la región de Nouvelle-Aquitaine. Esta fase de prueba podrá, en caso necesario, extenderse a todas las zonas contaminadas.
Por último, los recientes cambios normativos a nivel europeo autorizan el uso de la prueba de Interferón gamma, que permite reducir el período de bloqueo de granjas sospechosas de infección y limitar el número de sacrificios de animales sospechosos, manteniendo un seguimiento óptimo de los rebaños.