La Sección de Infecciosas y Medicina Tropical del Hospital Fundación Alcorcón, la Universidad Rey Juan Carlos y el Grupo de Patología Importada -GEPI- organizaron recientemente la “X Jornada de Actualización en Medicina Tropical y Salud Global”. La actividad se estructuró en 10 intervenciones de varios expertos nacionales.
Entre los expertos se encontraba la viróloga veterinaria Elisa Pérez Ramírez, del Centro de Investigación en Sanidad Animal – INIA, que habló sobre el papel que tiene la salud animal y el medio ambiente en la aparición de nuevas enfermedades.
Una intervención donde la experta recalcó por qué es importante hacer una vigilancia epidemiológica constante en los animales. “Esto no es útil tan solo a nivel sanitario, sino también a nivel económico. Siempre es más rentable invertir en prevención, porque una vez la enfermedad afecta a los humanos los gastos asociados al control del brote son mucho mayores”, explica en declaraciones a Diario Veterinario.
La experta asegura que las enfermedades emergentes que más pueden preocupar a día de hoy son “todas las enfermedades transmitidas por vectores”, como, por ejemplo, la fiebre del Nilo Occidental o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.
Respecto a la fiebre del Nilo Occidental, advierte que en los últimos tres años ha habido un repunte muy importante de casos en humanos. “Nos sorprendió que en el 2020 hubiera un brote con 77 casos y 8 fallecimientos. Las causas no están claras, pero podría deberse a que el confinamiento por COVID favoreció el aumento de sitios de cría de los mosquitos en piscinas, imbornales, cubos, etc. Por otro lado, las precipitaciones del invierno y primavera y altas temperaturas del verano pudieron facilitar la proliferación de los mosquitos vectores”, agrega.
“El incremento en la intensidad y frecuencia de los brotes de fiebre del Nilo es algo que no solo afecta a España, sino a toda Europa. Cada vez más, el virus se detecta en latitudes más norteñas, con casos en Berlín, Moscú, Holanda..., cosa que nunca antes se había producido”. Con el cambio climático, la fiebre del Nilo Occidental será una de las zoonosis más relevantes en España y en Europa”, advierte.
Otra de las enfermedades cuya expansión es preocupante para los expertos es la gripe aviar. “Esta epidemia que estamos sufriendo actualmente es la más grave que ha ocurrido hasta ahora en Europa y ha ocasionado la muerte a 50 millones de aves de corral. Además, estamos teniendo sustos por los saltos del virus a mamíferos como zorros y focas, y, por supuesto, por los casos humanos: dos en España, uno en Inglaterra, y otro en Estados Unidos...".
Según cuenta, por el momento, el riesgo es muy bajo para la población general, y moderado para las personas que tienen un contacto estrecho con aves. “Creo que no hay que alarmarse en exceso, porque sigue siendo un virus muy adaptado a aves. En esta temporada 2021-2022 el virus ha afectado a millones de aves y sin embargo el salto a humanos se ha dado en contadas ocasiones”, precisa.
CRECIENTE INTERÉS EN PROYECTOS 'ONE HEALTH'
Respecto a las colaboraciones multidisciplinares, Pérez Ramírez apunta que “existe una mejora creciente en proyectos de investigación 'One Health', porque cada vez son más los profesionales de la salud humana que muestran interés por colaborar con otros sectores para la prevención y control de zoonosis. Desde la COVID-19, son más conscientes de que para evitar el salto a los humanos hay que trabajar antes en el origen, los reservorios animales”.
“Por otro lado, hay que seguir mejorando la formación de los futuros profesionales. Por ejemplo, sería muy útil que médicos, veterinarios y biólogos tengan asignaturas comunes en la carrera universitaria para normalizar estas relaciones intersectoriales”, añade.
También se va apostando cada vez más por la medicina preventiva. “Se han detectado dos casos de gripe aviar en humanos, y ha sido así porque la vigilancia de esas poblaciones de riesgo se ha hecho de forma correcta. Se ha realizado un análisis de los trabajadores de las granjas cada vez que ha habido un brote, por lo que sí que se están dando pasos hacia delante, en vigilancia epidemiológica humana y veterinaria”, concluye.