Fasciola hepatica (trematodo hepático) es un trematodo común y de prevalencia mundial. Las infecciones causadas por trematodos hepáticos resultan en importantes pérdidas económicas entre el ganado. En los rumiantes (ovinos y bovinos) la enfermedad es causada principalmente por F. hepatica. Según la Organización Mundial de la Salud, es una infección por trematodos transmitida por los alimentos que ha aumentado significativamente en los últimos años.
Por su parte, Clostridium spp. son bacterias anaerobias formadoras de esporas que se encuentran comúnmente en el suelo. Sin embargo, también viven como microorganismos comensales en la microbiota intestinal de humanos y muchos animales. Los clostridios histotóxicos causan principalmente una infección necrótica conocida como gangrena gaseosa en el tejido subcutáneo y los músculos de rumiantes, caballos y otros animales domésticos y salvajes.
En relación a ambos patógenos, se ha comprobado que la migración de formas jóvenes del parásito en el tejido parenquimatoso del hígado provoca necrosis y ambiente anaeróbico, estimulando la proliferación de esporas de Clostridium novyi.
Para explorar esta premisa, un grupo de investigadores de diversos países, ha realizado un estudio donde se investigó la aparición de Clostridium spp. en aislamientos adultos de Fasciola spp.
Para ello, un total de 100 aislamientos fueron recolectados de los conductos biliares de ganado infectado después del sacrificio. El ADN genómico total se extrajo de cada muestra. Se utilizó una PCR para la identificación rápida de distintas especies de Clostridios, C. chauvoei, C. haemolyticum, C. novyi tipos A y B, C. septicum, y C. perfringens. El análisis de estos dos aislamientos caracterizó un tipo de toxina producida por C. perfringens.
Tal y como explican los autores, “este es el primer estudio que describe la detección molecular de C. perfringens en trematodos”. La evidencia disponible “sugiere que los trematodos jóvenes que albergan Clostridium pueden transportar la bacteria desde el tracto intestinal hasta el hígado”.
Por lo tanto, “este estudio nos muestra que los trematodos también deben tenerse en cuenta en la propagación de C. perfringens. Además, se puede decir que los agentes clostridiales se deben considerar en la patogenia de las infecciones por trematodos hepáticos”.