La quitridiomicosis es una enfermedad infecciosa que afecta a los anfibios y es responsable de una significativa disminución de sus poblaciones en diversas partes del mundo. Actualmente, se ha reportado la presencia de este patógeno en al menos 13 de los 32 estados de México, afectando a más de 50 especies de anfibios, incluyendo 13 especies catalogadas como vulnerables, ocho en peligro de extinción y siete en peligro crítico, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Entre estas especies destaca el ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum), considerado en peligro crítico de extinción. Aunque es relativamente poco susceptible a la quitridiomicosis, este anfibio puede actuar como portador y diseminador del hongo.
Esta enfermedad, causada por el hongo patógeno Batrachochytrium dendrobatidis, libera micotoxinas que inhiben la respuesta inmunológica de los anfibios, facilitando una infección progresiva. El hongo invade la piel y causa hiperqueratosis, un engrosamiento de las capas cutáneas que impide el intercambio gaseoso adecuado y altera el equilibrio osmótico del organismo. El desequilibrio electrolítico severo desencadena fallos cardíacos en los anfibios infectados, provocando su muerte.
Ante esta situación, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), a través del Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Salud Animal e Inocuidad (CENID SAI), ha implementado un protocolo de diagnóstico molecular mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Este método permite amplificar material genético del hongo Batrachochytrium dendrobatidis con alta sensibilidad y especificidad, facilitando la detección tanto en individuos con síntomas como en portadores asintomáticos.
Gracias a esta tecnología, es posible realizar diagnósticos precisos y oportunos, lo cual permite establecer estrategias de control que reducen la propagación de la quitridiomicosis en las poblaciones de anfibios en México.
Los esfuerzos de monitoreo y detección temprana se suman a las acciones de conservación para proteger la biodiversidad y mitigar el impacto de esta enfermedad en los anfibios mexicanos.