Los esfuerzos por desarrollar un programa de repoblación de ajolotes endémicos de la cuenca de México arrojaron sus primeros resultados con un proyecto apoyado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) a cargo del doctor José Antonio Ocampo Cervantes, coordinador del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Xochimilco.
Se deriva de la investigación “Estudios para la conservación de la biodiversidad en la Ciudad de México: ajolote de arroyo de montaña Ambystoma altamirani, como especie sombrilla para la protección de los ecosistemas y los beneficios que proveen”, que ha tomado más de dos años de estudio.
Conforme a los últimos resultados del grupo del doctor Ocampo Cervantes, figura la definición de la variabilidad genética de varias poblaciones, así como la reproducción en la unidad de manejo para la conservación de la vida silvestre (UMA) “El Pantano”, en el Parque Nacional del Desierto de los Leones.
En el diseño de la UMA fue fundamental la participación de los biólogos Rafael Alejandro Calzada, José Juan Torres y Jorge Serrano y del equipo del Área Natural Protegida La Loma, a cargo del arquitecto Víctor Alejandro González, quienes aprovecharon los recursos locales para ofrecer las condiciones más parecidas de estos animales.
“Una hembra tuvo su desove, de los primeros casos en esta especie, aun más difícil que Ambystoma mexicanum, otra endémica de la Ciudad de México. Nuestro ejemplar se cruzó con dos machos”, compartió el investigador de la UAM Xochimilco.
RESULTADOS
Se registraron unos 90 huevos, dos veces más de lo que normalmente ocurre, lo que el experto evaluó a partir de un ambiente más controlado, con una fuente de alimento constante y una existencia más segura que en vida libre.
Los huevecillos son visibles, transparentes; es observable el proceso de división celular desde que la hembra los depositó. Si el ciclo ocurre en la naturaleza, la hembra puede desovar sobre la vegetación acuática sumergida, o sobre piedras en pequeños grupos de huevos semejantes a una masa gelatinosa. En ambas circunstancias, algún depredador puede aparecer y comérselos; por ello, las hembras buscan los mejores sitios para la protección.
Tras el desove, la hembra fue retirada y colocada en otro acuario con más ajolotes, mientras los huevecillos permanecen aparte. Ocampo Cervantes está a la espera de la eclosión, luego de una gestación de poco más de 80 días. Si la alimentación de las larvas no es la adecuada la mortalidad puede ser muy alta.
DESAFÍOS
Para tener idea de las complicaciones, Ocampo explicó que, por ejemplo, Ambystoma mexicanum enfrenta el desarrollo de las extremidades, pues representa una alta demanda de energía que debe de aportar el alimento.
En torno a los análisis de variabilidad genética se identificó una sección en el sitio de estudio con muy buena variación y corresponde a la Reserva Ecológica Comunitaria de San Nicolás Totolapan, donde el arroyo es muy estable.
Sin embargo, en Río de Santo Desierto de los Leones, la variabilidad del material genético está comprometida porque el grupo es muy pequeño.
Con la información disponible se han generado dos artículos. Uno sobre la presencia de la especie albina, y el otro, referente a los macroinvertebrados que sirven de alimento a estos animales, ambos en revisión.
Además, se han ofrecido talleres a pobladores de Santa Rosa Xochiac, Montebello y San Nicolás Totolapan, comunidades inmersas en una zona muy visitada, colindante con áreas naturales protegidas.
Concluida la primera etapa de la investigación que apoya la Sectei, se trabajaría en políticas de manejo y conservación de los sitios, de la especie y del ecosistema, fase en la que participará de nueva cuenta la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema).
“Las comunidades han estado muy interesadas en los resultados del trabajo. Al final de la etapa actual tendremos propuestas de cómo manejar las afectaciones que tienen las actividades agrícola y pecuaria, la extracción de agua y el turismo”, concluyó el doctor Ocampo.