María de la Luz Montero Villeda, académica de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, invitó a Adrián Alba Pelayo y a Miriam Cibeles Arias Mena, de CECAD Emergencias, a presentarse en una conferencia en dicho plantel para hablar sobre la importancia de los primeros auxilios en los animales de compañía.
La académica explicó en entrevista que "es fundamental que tutores de perros y gatos sepan brindar esta primera atención en caso de alguna emergencia o enfermedad, mientras se trasladan con el médico veterinario".
En la Ciudad de México, la Ley de Protección a los Animales establece en el artículo cuatro bis que "toda persona que tenga a su cargo a un perro o gato está obligada a brindarles primeros auxilios".
PRIMERA RESPUESTA ANTE EMERGENCIAS
La académica de la UNAM y Adrián Alba Pelayo explicaron que hay circunstancias en las cuales se debe actuar de inmediato, ya que la vida de un animalito está en peligro. Aunque se cuente con un médico veterinario cercano, en algunos casos es mejor reaccionar en el momento. De hecho, está demostrado que los primeros auxilios aplicados en perros y gatos salvan vidas.
Sin embargo, estos primeros auxilios no sustituyen la atención del médico veterinario, sino que son técnicas para mantener al animal con vida mientras llegan los especialistas.
¿EN QUÉ SITUACIONES SE APLICAN LOS PRIMEROS AUXILIOS?
Primero, es importante contar en casa con un botiquín que incluya: lámpara, férula, termómetro, gasas, agua oxigenada, bloc de notas y un bolígrafo o lápiz para anotar cambios en el animal, cubrebocas y guantes (para evitar la transmisión de enfermedades), así como un bozal adecuado para perro o gato, ya que cualquier animal herido, con dolor o miedo puede morder.
A continuación se presentan algunos casos en los cuales deben aplicarse los primeros auxilios (en la mayoría de los casos, lo primero es ponerle el bozal):
Hemorragia abundante: si el perro o gato sufre una hemorragia abundante, su vida está en peligro. Es fundamental identificarla y detener el sangrado presionando la herida con gasas, para llegar a la sala de urgencias a tiempo.
Asfixia por atragantamiento: los animales pueden atragantarse con objetos o alimentos en distintos niveles de gravedad. Si el objeto obstruye por completo el conducto respiratorio y el animal deja de emitir sonidos, se debe actuar de inmediato.
Es necesario acostarlo de lado y darle golpes firmes en el lomo, a la altura de las patas delanteras, para ayudarlo a expulsar el objeto. No se deben introducir los dedos en el hocico, ya que esto podría causarle una lesión o empujar más el objeto.
Si el animal deja de respirar o sufre un paro cardiorrespiratorio, se aplica RCP: 30 compresiones en el pecho, seguidas de dos respiraciones en la nariz, y se repite el ciclo.
Fractura: ante una fractura causada por atropellamiento u otra razón, no se debe intentar alinearla, ya que puede causar más dolor o complicaciones. Lo mejor es utilizar una férula moldeable para inmovilizar el hueso y fijarlo con vendas, en lugar de emplear un cartón o tablas.
Envenenamiento: es importante saber que envenenar a un perro o gato es castigado por la ley con multas o incluso prisión.
Si el animal ha sufrido envenenamiento, puede presentar convulsiones, salivación excesiva, fiebre e incontinencia urinaria o fecal. Ante esta situación, es crucial llamar al veterinario de inmediato.
En perros, si se sabe que han ingerido veneno, se puede inducir el vómito administrando un mililitro de agua oxigenada por cada kilogramo de peso. En gatos no debe usarse este remedio, ya que está contraindicado. Es vital evitar remedios caseros y llevarlo lo antes posible con el veterinario.
Por ello, es importante que todos los químicos estén fuera de su alcance en gavetas cerradas bajo llave, ya que son como niños. La prevención es clave.
Quemaduras en sus patitas por contacto con el pavimento: en días calurosos, el pavimento puede alcanzar temperaturas peligrosas, causando quemaduras en las patas de los perros. Si esto ocurre, no se deben aplicar remedios caseros como huevo, pasta de dientes o mostaza, ya que empeoran la situación. Se debe aplicar agua a temperatura ambiente durante veinte minutos.
También se pueden humedecer gasas y colocarlas sobre las almohadillas, pero si la quemadura es profunda se debe acudir al consultorio del médico veterinario.
Si el perro o gato llegara a sufrir una quemadura de segundo o tercer grado en la piel o las patitas, no se deben aplicar remedios caseros; lo mejor es acudir con el médico veterinario.
Convulsiones: es importante retirar objetos cercanos que puedan causar lesiones al animal, como mesas o sillones, y proteger su cabeza. Si es posible, se debe colocar algo blando bajo su cabeza para evitar golpes. No se debe intentar introducir nada en el hocico. Después de la crisis, se debe llevar al animal al veterinario.
REVISAR LOS SIGNOS VITALES
En todos los casos es importante revisar los signos vitales, desde la frecuencia respiratoria y cardiaca, el pulso, la temperatura, hasta el color de las encías (puede dar información muy importante) y registrarlos en la libreta para que el médico veterinario pueda orientarnos por teléfono mientras se llega a la sala de urgencias.
Actualmente, hay aplicaciones en internet que brindan los signos vitales de cada animal, desde la temperatura hasta la frecuencia respiratoria que debe tener. De hecho, estos signos dependen de la raza y el tamaño del perro, concluyó Adrián Alba Pelayo.