México alerta a viajeros sobre el virus de Oropouche, clasifican su riesgo como medio

En mayo de 2024 Cuba reportó, por primera vez en su historia, casos de fiebre de Oropouche en las zonas rurales de Santiago de Cuba y Cienfuegos. El agente etiológico responsable es el virus de Oropouche (OROV), aislado por primera vez en 1955 en Vega de Oropouche (Trinidad y Tobago), a partir de la muestra de sangre de un trabajador forestal, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). 

OROV se transmite al ser humano durante la alimentación hematófaga (picadura) de los insectos hembra Culicoides paraensis, conocidos popularmente como jejenes o chasquites, aunque también se ha notificado la transmisión por otros insectos. Después de un periodo de incubación de cinco a siete días, los pacientes experimentan fiebre alta, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, dolores y molestias. Con menor frecuencia pueden presentar exantemas, fotofobia, diplopía (visión doble), náuseas, vómitos persistentes, petequias y sangrado gingival. Generalmente, los pacientes mejoran en un lapso de una a tres semanas. Los casos graves con meningitis o encefalitis son escasos, sin embargo, este año Brasil reportó dos muertes por Oropouche.

A nivel molecular, OROV presenta un genoma segmentado, compuesto por tres segmentos de ácido ribonucleico monocatenario de polaridad negativa. Pertenece al género Orthobunyavirus, de la familia Peribunyaviridae. Estos virus suelen presentar recombinación génica, fenómeno que ocurre cuando dos virus genéticamente relacionados coinfectan la misma célula e intercambian material genético.

Existe evidencia de que los rearreglos genómicos desempeñan un papel en la evolución viral; el OROV caracterizado en Brasil a partir del brote actual es el resultado de un reordenamiento entre segmentos de dos virus OROV. También, se han descrito virus resultantes de estas recombinaciones: virus Perdões en Brasil, virus Iquitos en Perú y virus Madre de Dios en Venezuela.

TRANSMISIÓN

OROV presenta dos ciclos de transmisión: 1) ciclo selvático, donde los reservorios son primates, perezosos, roedores y aves, y los vectores son insectos zoofílicos de diferentes especies, y 2) ciclo epidémico urbano, donde la infección se mantiene entre las personas y los insectos Culicoides paraensis y Culex quinquefasciatus. Inicialmente, los brotes de Oropouche ocurrían en la Amazonía de los países afectados, pero en los últimos diez años ese patrón se ha modificado, pues se han reportado casos en áreas urbanas.

Del 1 de enero al 16 de julio de 2024, se han notificado 7,688 casos confirmados de Oropouche en cinco países de la Región de las Américas: Bolivia (313 casos), Brasil (6,976 casos), Colombia (38 casos), Cuba (74 casos) y Perú (287 casos). No obstante, el número de casos puede ser mayor, ya que los síntomas se confunden con otras enfermedades arbovirales como el dengue, el zika y la chikunguña, que son endémicas en la región. Por ejemplo, Brasil reportó que 30 % de los casos probables de dengue durante este año fueron de fiebre de Oropouche.

PREVENCIÓN EN MÉXICO

Hasta el momento no se ha notificado la circulación de OROV en México. Sin embargo, con el fin de minimizar el riesgo de infección y la transmisión del virus en el territorio nacional, la Secretaría de Salud ha publicado una alerta para los viajeros que visiten los países donde se han reportado casos de Oropouche. Si bien el riesgo es medio, los viajeros deben adoptar medidas preventivas como aplicarse repelente de insectos, usar ropa protectora, elegir alojamientos con protección contra mosquitos y buscar atención médica rápidamente en caso de presentar síntomas.

Dada la similitud de los síntomas con los de otras enfermedades arbovirales, y la ausencia de tratamientos o vacunas específicos para Oropouche, el diagnóstico preciso y la intervención médica temprana son cruciales. En este sentido la Secretaría de Salud, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (InDRE) y los Laboratorios de Salud Pública (LESP) de los estados han implementado el diagnóstico de laboratorio del virus Oropouche en el sistema de vigilancia del dengue. Este procedimiento se realiza a partir del 1 de agosto de este año, en los LESP de 12 estados epidémicos para dengue, incluido Morelos.

Actualmente, en un esfuerzo de colaboración entre el Instituto Nacional de Salud Pública y el InDRE, se realiza el proyecto “Vigilancia molecular y serológica de arbovirus emergentes en pacientes diagnosticados como caso probable de dengue”, cuyo objetivo es la detección molecular de los virus Oropouche, virus Mayaro y virus de la encefalitis equina venezolana, en el suero de pacientes febriles diagnosticados como caso probable de dengue. Estos virus originan brotes epidémicos en América del Sur, aunque aún no se han detectado en México. La detección temprana de los casos en el país generará información de calidad para la toma oportuna de decisiones.