Varias enfermedades como el dengue, la malaria y la leptospirosis suelen presentar síntomas iniciales similares: fiebre, dolor de cabeza, pérdida del apetito, mareos y malestar general, lo que dificulta un diagnóstico preciso y oportuno para formular el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
“Estos síntomas se conocen como síndrome de enfermedad febril aguda indiferenciada (EFAI), y el 90 % de los casos están relacionados con dichos patógenos virales, bacterianos y parasitarios, transmitidos por vectores como insectos, garrapatas y roedores”, explica Leidi Yulieth Carvajal Aristizábal, magíster en Ciencias - Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, miembro del equipo científico del Laboratorio Genómico One Health.
Por eso, para su diagnóstico efectivo es necesario hacer pruebas especializadas como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que garantiza una alta sensibilidad al analizar el ADN o el ARN de muestras de suero sanguíneo. “Esta es una metodología útil, pero en su forma singleplex o individual puede ser poco eficiente porque es necesario hacer una prueba diferente para cada tipo de patógeno”, precisa.
Ante estas limitaciones se elaboró una PCR en tiempo real, que trabaja a partir de la amplificación del material genético, el cual mostró una eficiencia superior al 90 % para detectar simultáneamente los patógenos presentes en muestras de suero sanguíneo de pacientes con síntomas febriles menores a seis días. Esta alternativa evitaría hacer una prueba por cada tipo de microorganismo, lo que haría el diagnóstico más fácil y económico.
Para su tesis de maestría, Carvajal Aristizábal evaluó la posibilidad de hacer detecciones multiplex, es decir, identificar con una sola prueba la presencia de cualquiera de los tres microorganismos, lo que optimizaría las herramientas para realizar diagnósticos en zonas periféricas, que suelen ser las de mayor afectación por estas enfermedades.
VALIDACIÓN DE LAS PRUEBAS Y DETECCIÓN DE OROPOUCHE
La investigadora decidió trabajar con pruebas de PCR en tiempo real, porque son más rápidas y económicas, y validó que detectaran certeramente los microorganismos virales de interés: dengue, Oropouche, zika y chikungunya; los bacterianos: Leptospira spp., Rickettsia spp., Borrelia spp., Bartonella spp., Anaplasma spp. y Brucella spp.; y los parasitarios: Plasmodium spp.
“Evaluamos 2,807 muestras de suero sanguíneo de pacientes de Villavicencio (Meta) y Leticia (Amazonas), municipios que ocupan los puestos uno y 14 respectivamente según el número de registros anuales de enfermedades como el dengue. Además estandarizamos las pruebas PCR optimizando la temperatura, la concentración de los primers y la cantidad de muestra para garantizar una sensibilidad superior al 90 %, como lo recomienda la literatura”, agrega.
PRUEBAS MULTIPLEX Y MUESTRAS MEZCLADAS (POOLS)
El funcionamiento de las pruebas de PCR en tiempo real se basa en el uso de “reactivos” que se pueden “adherir” a un patógeno específico y así comprobar si este está presente o no. “Partiendo de ahí, decidimos evaluar qué ocurriría si utilizábamos simultáneamente primers o reactivos distintos, de manera pudiéramos hacer una sola búsqueda para distintos patógenos”, continúa la magíster.
Tras hacerlo y comparar los resultados con la forma singleplex o PCR individual, la investigadora encontró que la eficiencia se mantiene entre el 90 y 110 %, lo que confirma que esta nueva propuesta sería viable.
“También probamos con pools, es decir, mezclamos hasta cinco muestras de distintos pacientes para analizarlas a la vez, y también obtuvimos resultados favorables, sobre todo para zonas en las que la prevalencia de la enfermedad a evaluar es menor al 5 %”, explica la académica.
En ambas ciudades los resultados detectaron tres virus: dengue (en el 2,24 % de las muestras de Villavicencio y en el 13,81 % de las de Leticia), malaria (1,20 y 1,29 %) y Oropouche (0 y el 0,22 %).
“Aunque no fue posible identificar la mayoría de las muestras, ahora sabemos que hay un camino posible para optimizar las formas de detección, además de que, en términos de registro, haber encontrado Oropouche les sirve a las autoridades, pues este virus ha sido poco estudiado en el país e incidiría en la salud pública”, concluye la magíster.
Esta investigación forma parte del programa GHI One-Health Colombia, de la Facultad de Minas de la UNAL Sede Medellín, dirigido por el profesor Juan Pablo Hernández Ortiz, adscrito a la misma Facultad. También forma parte de la iniciativa de descubrimientos de patógenos y de preparación de pandemias que se hace en colaboración con la Universidad de Wisconsin-Madison y Abbott Laboratories en Chicago, Illinois.