Un análisis sobre datos veterinarios de Alemania reveló que alrededor del 12 % de los aislados de Escherichia coli de perros y gatos del país son resistentes a las cefalosporinas de tercera generación.
En dicho estudio, un equipo dirigido por investigadores del Instituto de Epidemiología y Bioestadística Veterinaria de Alemania analizó los resultados de las pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos obtenidos en 3.491 consultorios veterinarios de Alemania (33 % de todos los consultorios a nivel nacional) entre 2019 y 2021 a través de GERM-Vet, el sistema de monitoreo de Alemania para bacterias patógenas resistentes en animales.
De 175.171 muestras, evaluaron 25.491 cepas de E. coli para detectar resistencia a varias clases de antibióticos, centrándose en la cefovecina, la única cefalosporina de tercera generación aprobada para uso veterinario.
La E. coli resistente a las cefalosporinas de tercera generación se considera una amenaza importante para la salud tanto en personas como en animales, y los autores del estudio señalan que la resistencia a la cefovecina puede compararse razonablemente con la resistencia a otras cefalosporinas de tercera generación. La E. coli resistente a las cefalosporinas de tercera generación en animales de compañía es motivo de especial preocupación debido a la posibilidad de transmisión a los propietarios.
"Debido al estrecho contacto entre los animales de compañía y sus dueños, la información sobre los patógenos portadores de resistencia en los animales de compañía también es crucial para la salud humana", recalcan los autores del estudio e insisten en que "se necesitan conocimientos sobre la aparición y distribución para lograr una mayor comprensión y contribuir al aspecto de Una Salud de la RAM (resistencia a los antimicrobianos)".
LOS DATOS RESALTAN LA NECESIDAD DE UNA VIGILANCIA INTEGRADA DE LA RESISTENCIA A LOS ANTIMICROBIANOS
La proporción de aislados de E. coli resistentes a la cefovecina fue del 11,6 %, y se encontró una proporción similar en perros (11,6 %) y gatos (11,7 %). Pero hubo una notable variación local, y algunas regiones mostraron proporciones de resistencia de alrededor del 15 %. Además, E. coli resistente a cefovecina mostró niveles más altos de resistencia a otros antibióticos, específicamente un 30 % para trimetoprim-sulfametoxazol, un 28 % para cloranfenicol, un 18 % para enrofloxacino y un 14 % para gentamicina.
Los autores reconocen que se necesita más investigación para determinar con qué frecuencia se intercambia E. coli resistente a cefalosporinas de tercera generación entre las mascotas y sus dueños, pero exclaman que los hallazgos demuestran la importancia de la vigilancia integrada de la resistencia a los antimicrobianos.
"Un conocimiento preciso de la resistencia a los antibióticos en los patógenos animales es crucial para el uso óptimo de los antibióticos y beneficia a la salud humana y animal", concluyen.