Reino Unido acaba de hacer historia al aprobar la comercialización de carne cultivada en el laboratorio para elaborar alimento para mascotas. La empresa Meatly acaba de recibir la aprobación de los reguladores británicos para producir sus células de pollo para alimentos para mascotas. Es la primera aprobación de un ingrediente para alimentos para mascotas cultivado en laboratorio en cualquier parte del mundo.
La aprobación fue otorgada por la Agencia de Salud Animal y Vegetal (APHA) el 2 de julio. En el Reino Unido, las células animales cultivadas destinadas a ser utilizadas en alimentos para mascotas están clasificadas como subproductos animales. La aprobación permite a la empresa vender sus células de pollo a fabricantes de alimentos para mascotas aprobados como ingrediente.
“Hoy es un día trascendental para Meatly, así como para las industrias europeas de carne cultivada y alimentos para mascotas. Meatly tiene autorización para vender en Reino Unido. Esto nos convierte en la primera empresa en Europa autorizada para vender carne cultivada y la primera en el mundo en obtener autorización para vender alimentos cultivados para mascotas”, celebraba Owen Ensor, el director de la empresa.
Las carnes cultivadas, también conocidas como carnes cultivadas en laboratorio, se producen cultivando células animales, lo que elimina la necesidad de la ganadería tradicional. Esta tecnología ofrece una solución atractiva para los consumidores que desean reducir el impacto ambiental de su dieta sin eliminar por completo la carne de sus comidas.
Esta decisión contrasta con la adoptada por Italia, ya que el pasado diciembre el gobierno del país prohibió la carne cultivada, restringiendo tanto la producción como la comercialización de estos productos.
La Comisión Europea ha anunciado que la prohibición de la carne cultivada violó un procedimiento de escrutinio clave de la UE, ya que el gobierno italiano impulsó la prohibición sin la opinión de la Comisión ni de otros Estados miembros.
Cuando un país de la UE haya elaborado una ley que pueda obstaculizar el mercado único europeo, los demás Estados miembros deberían tener la oportunidad de formular observaciones antes de su promulgación. Esto se hace en el marco de la denominada Directiva TRIS, cuyo objetivo es eliminar las barreras regulatorias en el mercado interior de la UE.
POSTURA EUROPEA SOBRE LOS NUEVOS ALIMENTOS
Según la Comisión Europea, el consumo de alternativas vegetarianas a la carne, los productos lácteos y los mariscos se ha quintuplicado desde 2011 y se espera que siga creciendo. En el caso de los insectos, la Unión Europea ha aprobado hasta ahora la venta de cuatro especies y tiene al menos ocho solicitudes en trámite.
Sin embargo, algunos de los principales productores agroalimentarios de la UE no estuvieron de acuerdo con la posición de Hungría, contraria al desarrollo de estos nuevos productos, mostrada el pasado lunes en la comisión, argumentando que la innovación y la tradición pueden coexistir y que las nuevas opciones alimentarias no deben socavar la cultura culinaria.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España, Luis Planas, destacó que la preferencia por los alimentos tradicionales “no debe ser una excusa para poner una venda en los ojos a la innovación en la producción alimentaria. Al final, el que tiene la razón es el consumidor. Y si el consumidor pide nuevos productos, habrá que tenerlo en cuenta”.
Sin embargo, otros Estados Miembros expresaron una posición más acorde con la de Hungría. Por ejemplo, el ministro de Agricultura austríaco, Norbert Totschnig, declaraba que la UE debería garantizar una “producción alimentaria de alta calidad, tradicional y regional”.
Respecto de los productos “innovadores”, Totschnig insistió en que las técnicas de producción controvertidas como la carne cultivada en laboratorio deberían estar sujetas a evaluaciones de riesgo exhaustivas y pidió requisitos de etiquetado para los productos alimenticios innovadores.