La seguridad del paciente es esencial en la anestesia de pequeños animales. Un estudio liderado por el veterinario español José Ignacio Redondo acompañado de Eva Z. Hernández-Magaña y Luis Doménech de la Universidad Cardenal Herrera-CEU; Fernando Martínez Taboada de la Facultad de Ciencias Veterinarias de Sídney; Jaime Viscasillas del Hospital Veterinario Anicura Valencia Sur; Reyes Martí-Scharfhausen del Hospital Veterinario Anicura Indautxu; y Pablo E. Otero de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, tuvo como objetivo evaluar las muertes relacionadas con la anestesia en gatos en todo el mundo, identificar factores de riesgo y de protección y brindar información para la práctica clínica.
Se realizó un estudio de cohorte multicéntrico prospectivo de 14.962 gatos de 198 centros veterinarios de diferentes países, entre los que se encuentran España, Argentina, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Chile, Portugal y Australia. Se recogieron datos sobre muertes relacionadas con la anestesia, desde la premedicación hasta 48 horas después de la extubación. Se utilizó una regresión logística para analizar la demografía de los pacientes, la clasificación de la Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA), el tipo de procedimiento y los fármacos anestésicos.
La mortalidad relacionada con la anestesia fue del 0,63 %, y el 74,5 % de las muertes se produjeron en el posoperatorio. Los gatos con caquexia, con un estado ASA más alto o que se sometieron a procedimientos abdominales, ortopédicos/neuroquirúrgicos o torácicos mostraron una mortalidad elevada. El uso de ventilación mecánica se asoció con un aumento de la mortalidad. Las probabilidades de mortalidad se redujeron con el uso de sedantes agonistas alfa 2, opioides puros en la premedicación y técnicas locorregionales.
En resumen, uno de cada 159 gatos murió bajo anestesia. En el pasado, se ha informado que la mortalidad en pacientes felinos era mayor que en perros. Los gatos tienen características anatómicas, fisiológicas y farmacológicas únicas, que hacen que la anestesia felina sea un desafío. En las últimas décadas, ha habido un enorme progreso en la comprensión de la anestesia felina y el manejo del dolor, y los médicos han mejorado el manejo anestésico en gatos. Sin embargo, la mortalidad en esta especie aún está lejos de la observada en la medicina humana, que se estima entre una muerte en 150.000 y una muerte en 500.000 anestésicos.
Los autores explican que “las limitaciones incluyen un muestreo no aleatorio, posibles sesgos, tasas de respuesta no cuantificadas, clasificación subjetiva de la causa de muerte y un análisis de variables limitado”.
FACTORES DE RIESGO
Según recoge el estudio, “la mortalidad por anestesia en gatos es significativa, predominantemente posoperatoria. Los factores de riesgo incluyen caquexia, un estado ASA más alto, procedimientos específicos y ventilación mecánica. Los factores de protección incluyen sedantes agonistas alfa 2 , opioides puros y técnicas locorregionales”.
Entre los factores de riesgo identificados destaca la caquexia o peso extremadamente bajo, y aquellos gatos clasificados con un ASA elevado. Las intervenciones torácicas, seguidas de cirugías abdominales, y las ortopédicas/neurológicas han sido las que han presentado una mayor mortalidad. Asimismo, el uso de ventilación mecánica se asocia con un aumento en la probabilidad de muerte en los resultados. Por otro lado, el estudio identifica los protocolos y técnicas que reducen la mortalidad en gatos y que, por tanto, pueden hacer más seguro el procedimiento anestésico. El uso de sedantes alfa2 agonistas, opioides puros y técnicas de anestesia locorregional destacan como factores que reducen la mortalidad.
“Estos hallazgos pueden ayudar a mejorar la seguridad y los resultados de la anestesia. Sin embargo, se requieren más investigaciones para mejorar los protocolos, mejorar la calidad de los datos y minimizar los riesgos”, agregan.
Este estudio es la primera investigación de muertes felinas relacionadas con la anestesia en varios países simultáneamente.
Según destaca Redondo, “el análisis de los datos nos permite identificar los factores de riesgo relacionados con la mortalidad anestésica en gatos, una información clave para desarrollar estrategias que mejoren la seguridad anestésica y establecer medidas que mitiguen los riesgos, de modo que seguridad anestésica en esta especie siga mejorando”.