En noviembre del año pasado, el Colegio de Veterinarios de Valencia (ICOVV) acogió la presentación del primer gran estudio en España sobre el llamado burnout (síndrome de ‘estar quemado’) y sobre la ‘fatiga por compasión’ que sufren fundamentalmente, aunque no exclusivamente, los veterinarios dedicados a los animales de compañía. Posteriores informes, presentados a comienzos de este año, han ratificado el alcance de los problemas emocionales que sufre este colectivo. El pasado 16 de mayo, en el contexto de una mesa redonda organizada por la entidad sobre esta temática, se presentó el proyecto ‘EstarBien | BienEstar’ que consiste en la creación de grupos de ayuda mutua tutelados por profesionales y expertos en la materia con los que tratar de “apoyar, prevenir y, en su caso, dar alternativas a los colegiados que puedan estar sufriendo este síndrome”, aclaró la presidenta del ICOVV, Inmaculada Ibor. Tras recibir decenas de solicitudes y rellenar un cuestionario previo, ya se han creado dos grupos de trabajo de este tipo y es posible que se organicen más.
En tal cuestionario, se han considerado los diferentes perfiles, edades y situaciones emocionales con tal de configurar tales grupos.
TUTELADOS
Estos talleres estarán dinamizados por Andrea Juste, psicóloga sanitaria clínica y por Begoña Bermell, veterinaria certificada por la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales (AVEPA) en el proyecto Vetbonds, que fue el que se presentó en noviembre y que cuenta con experiencia previa para afrontar este tipo de casos.
Durante estas reuniones se abordarán las causas y los modos de mitigar el burnout, la ‘fatiga por compasión’, se compartirán experiencias y se darán claves para una mejor gestión emocional en el ámbito laboral, para afrontar los duelos por los animales con un fatal desenlace, conflictos con los clientes…. Además, cada sesión contará con una parte práctica de herramientas para reducir el estrés (meditación, mindfulness, técnica de Jacobson, yoga…).
ANSIEDAD Y ABANDONO
Efectivamente, el informe de AVEPA ya alertaba sobre un concepto específico que padecen especialmente los veterinarios clínicos pero que comparten con el resto de profesionales veterinarios y demás relacionados con la salud: la ‘fatiga por compasión’. Es esta figura la que ayudaría a entender en parte las razones por las que hasta un 49 % de los encuestados en aquel trabajo reconocía sufrir “ansiedad” y 2 de cada 10 habrían pensado en abandonar la profesión en algún momento del último año.
Una investigación más reciente de la Organización Colegial Veterinaria (OCV) elevaba este porcentaje, de hecho, al 45 % para referirse a los veterinarios que en alguna circunstancia hubieran considerado cambiar de actividad. Y un tercer trabajo sobre este mismo fenómeno -el realizado por Boehringer Ingelheim- coincidía con los dos anteriores en atribuir todo ello a “la sobrecarga de trabajo, al conflicto entre las demandas laborales y familiares (problemas para conciliar), y a la necesidad de gestionar las emociones, las propias y las de los responsables de los animales”.
NO SUSTITUYE A LA TERAPIA
Según aclaró María Vitoria, secretaria del ICOVV y moderadora de la mesa celebrada el 16 de mayo, este proyecto “no pretende sustituir la ayuda terapéutica psicológica o/y psiquiátrica, sino darle valor, normalizarla y animar a los compañeros que lo necesiten a solicitarla”. De hecho, el ICOVV mantiene desde hace años un programa que facilita a los colegiados que lo soliciten una primera consulta gratuita con un gabinete psicológico.