La papilomatosis oral canina es una enfermedad viral, producida por un papilomavirus de la familia Papilomaviridae, que afecta principalmente la piel y zonas mucocutáneas, generalmente se ven afectados perros jóvenes o inmunocomprometidos. Producen lesiones orales benignas, conocidas comúnmente como verrugas, estas lesiones orales están asociadas al papiloma canino tipo 1 (CPV-1+).
El siguiente informe de caso, es sobre un perro de la raza Border Collie, macho entero, de dos años de edad. Con la historia clínica de haber presentado múltiples lesiones papilomatosas en la cavidad oral, inicialmente fue atendido por un dermatólogo veterinario, el cual receto como antibiótico azitromicina por vía enteral durante 30 días y una crema tópica a base de imiquimod al 5 %, usada como un agente antitumoral y con efectos indirectos antivirales. El tratamiento inicial brindó una pobre respuesta, pues al cabo de un mes se desarrollaron nuevos papilomas.
Después de finalizar el tratamiento inicial, se realizó una biopsia para su análisis histopatológico y pruebas de PCR. La histopatología mostró lesiones compatibles con una neoplasia benigna inducida por el virus del papiloma. Además, los resultados de la PCR fueron positivos para el virus del papiloma canino tipo 1 (CPV-1). Con base en estos hallazgos, se decidió cambiar el tratamiento y utilizar la inmunización autóloga. Se administraron un total de 5 autovacunas, pero lamentablemente no se observó mejoría, pues aparecieron lesiones nuevas, lo que promovió una enfermedad refractaria y crónica.
Al cabo de 22 meses sin mejoría, el paciente fue remitido al Servicio de Dermatología de la Universidad de Florida, en donde fueron documentadas las lesiones (imagen A y B) y en esta ocasión optaron por un tratamiento a base de crioterapia con CO2 para resecar las lesiones, (imagen C). Al cabo de un mes el paciente continuó presentando nuevas lesiones y después de 4 meses una nueva masa apareció sobre la gingiva maxilar derecha, la cual fue diagnosticada como un carcinoma de células escamosas (CCE) con bordes sucios. (imagen D).
Al tener ahora un diagnóstico de CCE el paciente fue remitido al área de oncología para ser estadificado y hacer la planeación quirúrgica. Se realizó una tomografía computarizada con contraste (TAC) en donde el contraste viro de forma positiva a nivel del canino superior derecho, y también pudo ser observada lisis ósea a nivel del hueso maxilar, paladar duro y cornetes nasales. Además el paciente presentaba linfonodos retrofaríngeos y mandibulares reactivos, afortunadamente no se encontraron masas compatibles con metástasis en el tórax.
Con base en los resultados mediante la TAC, se sometió al paciente a una hemimaxilectomia segmentaria derecha con retiro de los linfonodos reactivos.
Posteriormente el paciente fue remitido al área de radiooncología en donde se realizó una simulación de tomografía computarizada para planificar el tratamiento. Se identificaron las áreas afectadas y se delimitaron los volúmenes tumorales clínicos (CTV) y de planificación (PTV). Se diseñó un plan de radioterapia con nueve campos estáticos para administrar 45 Gy al CTV del tumor primario (Imagen B) y 27 Gy al resto de la cavidad bucal.(Imagen A) Se verificó la calidad del plan de tratamiento y se administró utilizando fotones de un acelerador lineal. Se realizaron tomografías computarizadas diarias para garantizar el posicionamiento preciso del paciente.
A los 3 meses después de completar las sesiones de radioterapia, el paciente presentaba dolor facial persistente, fibrosis focal de la comisura bucal derecha y alopecia en el belfo lateral derecho y rostral .(Imagen C)
A los 10 meses el paciente mostró remisión persistente y completa de las lesiones orales (Imagen D), ya no presentaba signos de dolor, se tomó una última TAC con la que se confirmó la ausencia total de las lesiones asociadas al papilomavirus y al CCE.
Con base en este reporte de caso, se puede confirmar que los nuevos tratamientos mediante la utilización de la radiooncología son eficaces y que pueden ser utilizados en perros que muestren una enfermedad refractaria producto de una papilomatosis oral que puede ser acompañada de un tumor de comportamiento maligno como es el caso del CCE.