Prevalencia de Ascaris suum y Trichinella espiralis en cerdos rurales del suroeste de México

La producción nacional de carne de cerdo en México ocupa el tercer lugar en generación de proteína cárnica, detrás del pollo y la carne de vacuno. Los mataderos producen cada año alrededor de un millón y medio de toneladas de carne para consumo humano. Sin embargo, en las zonas rurales, la cría de cerdos de traspatio es una práctica común debido a su capacidad para proporcionar carne a bajo coste.

En décadas anteriores, los cerdos en libertad o sin control eran comunes en las zonas rurales, pero hoy en día, los cerdos se liberan cerca de las ciudades, lo que da como resultado la aparición y el desarrollo de poblaciones de cerdos salvajes e invasores. La gente captura y sacrifica a estos cerdos según sus necesidades sin someterlos a control veterinario.

Por lo tanto, los cerdos de traspatio se convierten en reservorios que pueden perpetuar el ciclo de vida de los parásitos y eventualmente introducirlos en la vida doméstica. En varios países, los cerdos de traspatio, los cerdos salvajes y los jabalíes se estudian continuamente para identificar el riesgo de transmisión de patógenos.

Diversos artículos han documentado que Ascaris suum tiene una distribución cosmopolita y es notablemente extensa, pero no existen estimaciones exactas. La prevalencia y la intensidad varían según la región geográfica y el sistema de producción, desde piaras intensivas hasta cerdos de traspatio.

Asimismo, los hábitos alimentarios culturales de las poblaciones influyen en la transmisión de Trichinella, y la infección humana se ha documentado en 55 países.

A. suum y Trichinella espiralis han sido documentadas en México, pero sus datos de prevalencia y distribución son inconsistentes.

Concretamente, el estado de Oaxaca, en el Suroeste de México, es uno de los principales centros turísticos del país y productor de carne de cerdo. En 2021 el inventario fue de 656.849 cerdos. Sin embargo, los datos sobre la prevalencia de helmintos son escasos en la zona económica; por lo tanto, un trabajo realizado en esta región por Luis Antonio Gómez Mendieta, Martha Salas Ramírez y Carlos Enrique Jasso Villazul de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); Francisco Javier Bastida Almaraz, Gabriela Fuentes Cervantes y Jorge Luis de la Rosa Arana de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Fabián Ricardo Gómez de Anda y Andrea Paloma Zepeda Velázquez de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), y Jesús Benjamín Ponce Noguez de la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), tuvo como objetivo investigar la prevalencia de anticuerpos contra A. suum y T. espiralis en cerdos de traspatio de Jamiltepec, Región de la Costa, Oaxaca, en el Suroeste de México.

UN TOTAL DE 664 MUESTRAS DE SUERO

Se obtuvieron 664 muestras de suero de cerdos de traspatio de 23 veredas distribuidas en cinco municipios. La presencia de anticuerpos séricos contra un extracto total de gusano adulto A. suum se determinó mediante ELISA. Por el contrario, los anticuerpos contra los productos de excreción y secreción de la larva del músculo T. espiralis se determinaron mediante Western blot.

La seroprevalencia global para A. suum fue de 5,12 % y de 2,41 % para T. espiralis. Sin embargo, los anticuerpos sólo se encontraron en ocho aldeas y se distribuyeron en tres municipios. La mayor frecuencia de positividad para Ascaris se encontró en el municipio de Santa Catarina Mechoacán (13 %), mientras que, en Santa María Huazalotitlán, se encontró la mayor frecuencia de positividad para Trichinella (5,75 %). En San Andrés, las frecuencias fueron de 7,23 % y 4,82 %, respectivamente. No se observaron diferencias estadísticas entre las poblaciones.

En conclusión, “nuestros datos sugieren que las transmisiones de Ascaris y Trichinella están restringidas a la localidad”, comentan. Sin embargo, instan a realizar más estudios para comprender los factores que limitan la transmisión de helmintos y otros agentes etiológicos. Esto ayudará “a establecer estrategias de prevención y control para un adecuado y fortalecido manejo de la producción porcina en zonas libres de parásitos”.