Las bacterias de los filos Firmicutes y Proteobacteria, incluidas las del género Streptococcus, son los microorganismos más comunes que se encuentran en la saliva de los cerdos, que contiene una microbiota diferente a la de las heces de los cerdos y del entorno en el que viven los animales. Estos son algunos de los hallazgos de un estudio realizado por investigadores de EE UU y Brasil. Estos hallazgos contribuirán a la identificación de marcadores de salud gastrointestinal en estos animales.
La cavidad bucal es la puerta de entrada al organismo de muchas bacterias que afectan a la salud de la mayoría de los animales, pero también puede suponer una solución al problema. En los seres humanos, por ejemplo, se sabe que la microbiota local (todos los microorganismos presentes en el medio ambiente y que viven en una relación simbiótica con el huésped) brinda protección contra los microorganismos externos.
La literatura científica contiene pocos estudios sobre la composición bacteriana de la cavidad bucal en cerdos, especialmente del fluido bucal, una mezcla de saliva y trasudado mucoso (líquido derivado del transporte pasivo de componentes séricos a través de la mucosa bucal hasta la boca). Este fue el foco del estudio en cuestión.
Los autores analizaron el fluido oral de 50 lechones destetados que vivían en cinco granjas comerciales grandes y pequeñas en el estado de São Paulo. El destete es un periodo muy estresante para los lechones por la separación de la cerda y el cambio a una dieta sólida, lo que a su vez modifica la microbiota y puede provocar la aparición de varias enfermedades.
Las composiciones bacterianas de muestras orales, fecales y del suelo de los corrales se determinaron mediante secuenciación del gen 16S rRNA y se analizaron utilizando un software estadístico. Los resultados mostraron que la mayoría de las bacterias del fluido bucal pertenecían a los filos Firmicutes (80,4 %) y Proteobacteria (7,7 %). Streptococcus y Veillonella fueron especialmente abundantes en el fluido oral en comparación con las muestras fecales, en las que Streptococcus era un género central fuertemente correlacionado con otros taxones, aunque hubo una alta variabilidad entre las granjas.
También se analizaron muestras fecales y ambientales para determinar la composición de la microbiota. "Esta fue una etapa importante porque el ambiente en el que se crían los cerdos es la principal fuente de bacterias de su cavidad bucal, y las diferencias entre las bacterias que entran y salen del organismo se manifiestan en las heces", explicaron los autores.
Los filos más abundantes en estas muestras fueron Firmicutes, Proteobacteria y Bacteroidota, y el género más común fue Prevotella. A diferencia del fluido oral, su composición fue similar independientemente del tamaño de la granja y de los procedimientos de limpieza.
"Además, la diversidad alfa [el número de especies en muestras individuales] varió significativamente entre los tipos de muestras. Fue menor en las muestras de fluido oral que en las muestras de heces y del suelo de los corrales".
"En el caso de la diversidad beta [variabilidad de la composición y riqueza de especies entre muestras], las comunidades en las muestras fecales estaban más cerca de las de las muestras ambientales y más distantes de las de las muestras orales".
BENEFICIOS PARA LA SALUD Y LA PRODUCCIÓN
Según los investigadores, un conocimiento más profundo de la microbiota del fluido oral sirve como base para la investigación de los microbiomas y para mejorar la salud y la producción porcina.
"Si sabes qué microorganismos son más comunes en un lugar, puedes investigar marcadores de salud bucal, por ejemplo, o bacterias relacionadas con enfermedades como infecciones del tracto gastrointestinal y respiratorio, e incluso trastornos del sistema nervioso central".
Los resultados del estudio también pueden crear oportunidades para el desarrollo de soluciones para mejorar la salud y la producción porcina. "Este es el caso, por ejemplo, de los prebióticos, que facilitan la multiplicación y la instalación de bacterias beneficiosas".
Los próximos pasos de los investigadores incluyen investigar los cambios en el microbioma intestinal, ya que se descubrió que las bacterias de la cavidad bucal difieren de las bacterias fecales.
MARCADORES PRESENTES EN LA SALIVA
El uso de saliva como muestra biológica alternativa al suero en cerdos ha sido ampliamente explorada en los últimos 15 años debido, por ejemplo, a la simplicidad de la recolección de saliva, y al método no invasivo y mínimamente estresante.
Un trabajo reciente realizado por investigadores españoles y publicado por Diario Veterinario ha probado la utilidad de la proteína S100A12 como biomarcador del estado de salud en muestras de saliva de cerdos. Descubrieron que los animales enfermos mostraron concentraciones más altas de S100A12 que los animales sanos, y las altas concentraciones de S100A12 en cerdos con dificultad respiratoria se redujeron después de la terapia antimicrobiana.
Ante tales resultados, los autores explican que “la cuantificación de las concentraciones de S100A12 podría usarse como medida del estado inflamatorio en cerdos”.
PATÓGENOS EN MUESTRAS DE SALIVA
La bacteria Gram-positiva Streptococcus suis (S. suis) es una de las enfermedades infecciosas más frecuentes en los cerdos produciendo una alta mortalidad y grandes pérdidas económicas.
La hipótesis de una investigación realizada por la Universidad de Murcia y la Facultad de Veterinaria de la Universidad Cardenal Herrera-CEU y recogida por este medio fue que en la saliva de cerdos infectados con S. suis podría haber cambios en analitos distintos, y estos analitos podrían ser potenciales biomarcadores de esta enfermedad.
Se seleccionaron un total de 56 cerdos en crecimiento de una granja. Los grupos se dividieron en cerdos infectados (n = 28) y cerdos sanos (n = 28). Los resultados mostraron aumentos en los biomarcadores relacionados con el estrés (alfa-amilasa y oxitocina), inflamación (haptoglobina, proteína total, (S100A8-A9 y S100A12), estado redox (productos de proteína de oxidación avanzada (AOPP)) y daño muscular (creatina quinasa (CK), CK-MB, troponina I, lactato, aspartato aminotransferasa y lactato deshidrogenasa).
El grado de gravedad de la enfermedad indicó una correlación positiva significativa con las concentraciones de proteína total, aspartato aminotransferasa, aldolasa y AOPP.
En general, ante tales hallazgos, los autores exponían que “se puede concluir que la infección por S. suis produce cambios en los analitos estudiados”.