Los lechones primogénitos reciben proporcionalmente más anticuerpos que los nacidos en último lugar

Las investigaciones realizadas por un grupo de científicos de los Países Bajos muestran, entre otras cosas, que el primer lechón se beneficia más de la inmunidad de la madre que el último. "Además, nuestra investigación muestra que todavía es cuestionable si los anticuerpos ingeridos por la cerda protegen suficientemente a los lechones, entre otras cosas, contra S. suis", afirman.

Durante los últimos años, se ha investigado cómo funciona la inmunidad contra Streptococcus suis. Esta tiene lugar en las semanas de vida desde el nacimiento hasta las tres semanas posteriores al destete. Para esta investigación se realizaron estudios de campo en varias granjas de cerdos de los Países Bajos. En estas granjas se examinó, entre otras cosas, la transmisión de inmunidad de la cerda al lechón y el desarrollo de la inmunidad del propio lechón.

ORDEN AL NACER

La cerda transmite anticuerpos (inmunoglobulina, Ig) a su descendencia a través del calostro. “El calostro se acumula durante las últimas semanas de gestación, de modo que la cantidad y composición del calostro ya están determinadas antes de que comience el parto. Debido a cambios en el equilibrio hormonal, el calostro se 'diluye' con la leche del parto”, explican en el trabajo. "Eso significa que los lechones primogénitos reciben proporcionalmente más anticuerpos que los lechones nacidos en último lugar". Los expertos indican que en este caso el orden de nacimiento es un factor determinante, no el peso al nacer. “Los lechones que nacen antes pueden recibir calostro antes y ese calostro es de mejor calidad. Esto lo vemos en todas las pruebas”.

INMUNIDAD MATERNA

Para conocer mejor la inmunidad materna, se examinó la presencia de anticuerpos tanto en el calostro como en la sangre de la cerda y del lechón. "Encontramos altos niveles de anticuerpos Ig en el calostro en las primeras 24 horas después del nacimiento, pero la composición del calostro cambia rápidamente durante ese período", apuntan. Los anticuerpos también estaban presentes en abundancia en la sangre de las cerdas y de los lechones recién nacidos (después de la ingesta de calostro). “Después del nacimiento, la cantidad de anticuerpos en la sangre del lechón disminuye. Alrededor del día 18 al 23 después del nacimiento ese nivel alcanza un punto bajo. Cuando el destete se produce durante o unos días después de este período, es probable que esta caída en los anticuerpos sea un factor importante en la conocida caída del destete”.

INMUNIDAD ESPECÍFICA

Los autores han desarrollado una prueba ELISA especial para detectar anticuerpos específicos contra S. suis, que hace visibles los anticuerpos de S. suis tipos 2 y 9. "Esto nos permite medir si los lechones tienen suficientes anticuerpos específicos contra S. suis en el período vulnerable de sus vidas", comentan.

Según explican, la gran mayoría de las cerdas son portadoras de S. suis, con altas concentraciones en la saliva, los genitales y las amígdalas. Como resultado, los lechones ya pueden entrar en contacto con S. suis durante el parto. “Esto subraya la gran importancia de la ingesta de calostro de la propia madre. Es probable que el calostro de su propia madre contenga anticuerpos que coincidan con el microbioma de la madre. Por lo tanto, ese calostro ofrecerá a los lechones la mejor protección contra los gérmenes presentes en esta fase”. También llama la atención que cerdas con una alta defensa específica frente a S. suis, transmite esto a los lechones. "Este aspecto debería explorarse más a fondo en futuras investigaciones".

MINIMIZAR LA MEZCLA ENTRE ANIMALES

En las últimas décadas se ha adquirido mucho conocimiento sobre la evolución de la enfermedad de S. suis, pero falta conocimiento sobre los primeros pasos de la enfermedad y los factores desencadenantes. “Nuestra investigación interna y la investigación en el contexto de este proyecto muestran que algunas cerdas y algunas camadas tienen más probabilidades de contraer infecciones por S. suis que otras”.

Por lo tanto, “un consejo práctico es minimizar la mezcla de lechones y mantener las camadas juntas durante la fase propensa a la enfermedad estreptocócica para reducir el riesgo de propagación de la enfermedad en la nave”.

“También hemos visto que mantener unida una piara garantiza que cualquier patógeno presente permanezca bajo control", agregan.

Otra observación relevante en las pruebas de campo fue que los lechones que inicialmente tienen un bajo consumo de calostro siguen siendo vulnerables después del destete. "Al estimular un proceso de parto tranquilo, se obtienen lechones saludables que absorben bien el calostro. Posteriormente, es importante apoyar bien a la cerda, por ejemplo, mediante alimentación durante la gestación y un clima óptimo en la paridera. De este modo, una cerda puede proporcionar a su camada suficiente alimento y contribuir a un buen comienzo del período de cría", afirman.

Asimismo, los autores señalan que las cerdas difieren en su capacidad de cría. “Nuestras observaciones muestran que una cerda sufre mucha más pérdida de condición después del parto que otra. La cerda con mayor pérdida de condición produce lechones con mejor crecimiento en la paridera”.

Debido a las diferencias entre cerdas, aconsejan inseminar especialmente a las primerizas un poco antes. “El destete se produce en un día fijo, pero el parto se reparte en varios días. Como resultado, finalmente hay una diferencia de tres a cuatro días en la edad de los lechones en el momento del destete. Se puede mejorar la influencia sobre la calidad de los lechones, en particular inseminando antes a las primerizas del grupo, de modo que sus lechones sean un poco mayores en el momento del destete”.

En última instancia, consideran deseable aumentar la edad de destete, siempre que esto se ajuste a las operaciones comerciales. “El porcentaje de lechones problemáticos está disminuyendo y, debido a la mayor edad al destete, la concentración de anticuerpos autogenerados ha aumentado considerablemente. Cada día que el lechón permanece con la cerda produce beneficios directos en la cría”, concluyen.