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Revisan la situación del virus del Nilo occidental: una vacuna en humanos “no es rentable”
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Revisan la situación del virus del Nilo occidental: una vacuna en humanos “no es rentable”

​Desde que la enfermedad apareció, “se han desarrollado importantes avances en estrategias preventivas, que incluyen vacunas equinas y métodos cada vez más sofisticados de monitoreo y control de mosquitos”
Mosquito (2)
Las técnicas específicas utilizadas se dividen en tres categorías: control de fuentes, control de larvas y control de adultos.

El virus del Nilo Occidental (VNO) es un virus transmitido por artrópodos (arbovirus) de la familia Flaviviridae transmitido principalmente por mosquitos del género Culex. Es una enfermedad que preocupa a la salud mundial, y el VNO es ahora endémico en EE UU, así como en gran parte de África, Europa, Asia occidental y Australia. De hecho, en los Estados Unidos, el VNO es la enfermedad transmitida por mosquitos más común.


A pesar de la creciente exposición de las poblaciones a los flavivirus transmitidos por mosquitos, como el VNO, y la creciente variedad de mosquitos vectores, existen recursos limitados para prevenir y tratar las infecciones por el virus del Nilo Occidental. En consecuencia, existe una necesidad significativa de nuevas opciones de control y tratamiento.


Como enfermedad transmitida por vectores de importancia, tanto en la medicina humana como en la veterinaria, la respuesta al VNO ha requerido una colaboración interdisciplinaria, como lo ejemplifica la utilidad del concepto Una Salud, que combina los campos de la ecología, la salud humana y la salud animal.


En una revisión realizada en EE UU se ha discutido el impacto de la infección por el VNO en caballos y humanos, los esfuerzos y métodos históricos utilizados para controlarlo y el potencial de las técnicas genéticas recientemente desarrolladas que apuntan al sistema inmunológico del mosquito como una herramienta para reducir la transmisión del VNO.


El ciclo de transmisión del virus del Nilo Occidental involucra a las aves como reservorio y huésped amplificador; a los mosquitos como vector transmisor del VNO; y a los mamíferos como huéspedes finales que exhiben enfermedades. 


En este sentido, muchas especies de aves son capaces de funcionar como reservorio. Por su parte, los mosquitos se infectan con el VNO cuando se ingiere sangre de un ave virémica, y el virus luego se replica dentro de las células del mosquito y se acumula en las glándulas salivales, lo que facilita la transmisión del virus a través de la saliva cuando el mosquito se alimenta a continuación.


Generalmente, los humanos y otros mamíferos no alcanzan una viremia lo suficientemente significativa como para facilitar la transmisión del VNO a los mosquitos y, por lo tanto, se los considera huéspedes sin salida.


Por otro lado, en cuanto a las manifestaciones, existen muchos puntos en común al comparar la epidemiología y las manifestaciones de la enfermedad entre humanos y caballos. Por ejemplo, el 80 % de los individuos infectados son asintomáticos.


Los seres humanos que presentan síntomas clínicos después de una infección por VNO suelen informar síntomas de fiebre, fatiga y dolores musculares, mientras que la mayoría de los caballos presentan síntomas clínicos de la enfermedad como fiebre y letargo.


Tanto en humanos como en caballos, “una pequeña porción (menos del 1% en humanos) de los individuos clínicamente afectados desarrollarán signos neurológicos debido al virus que causa meningoencefalitis, inflamación del cerebro y las meninges”. Los signos neurológicos observados en ambas especies debido a la infección por el VNO incluyen ataxia, ceguera, parálisis y fasciculación muscular.


Igualmente, el diagnóstico de la infección por el virus del Nilo Occidental se realiza de manera similar tanto en humanos como en equinos, “mediante una combinación de signos clínicos compatibles y pruebas de laboratorio”.


En cuanto al tratamiento, añaden que es puramente sintomático, y lamentan que “no existen tratamientos específicos ni en humanos ni en equinos, por lo que la atención de los pacientes infectados se centra en controlar los síntomas causados por el virus”. Los principios del tratamiento en ambas especies incluyen mantener una hidratación adecuada y controlar el dolor asociado a la inflamación. En pacientes con síntomas neurológicos graves, a menudo se requiere control de las convulsiones y soporte ventilatorio.


VACUNAS CONTRA EL VIRUS DEL NILO OCCIDENTAL


La falta de opciones de tratamiento específicas, tal y como indican, aumenta la importancia de las medidas preventivas en el tratamiento del virus del Nilo Occidental. Actualmente existen dos estrategias de prevención: vacunación y control de mosquitos.


A este respecto, los autores han disertado sobre las estrategias de vacunación en los tres actores principales del ciclo de la enfermedad: equinos, aves y humanos. La vacunación de las aves sería especialmente importante durante los brotes del VNO. Durante este tiempo, “las vacunas podrían administrarse en aves cautivas, centros de cría y aves liberadas en el medio silvestre con fines de repoblación y programas de vigilancia”. Por tanto, comentan que deben continuar los esfuerzos para desarrollar e implementar la vacunación de aves.


En cuanto a los humanos, lamentan que no exista ninguna vacuna aprobada, entre otras cosas porque “no es rentable”. Para que la vacunación humana contra el VNO sea económicamente ventajosa a nivel social, sería necesario “una caída en los costes de investigación y fabricación, un aumento en el número de casos de VNO o la aparición de una nueva variante genética que tenga más probabilidades de causar enfermedades neurológicas graves”.


Respecto a la vacunación equina contra el virus del Nilo Occidental, consideran que es “una herramienta eficaz, pero su existencia y uso no excluyen la necesidad de otras medidas de control”.


CONTROL DE MOSQUITOS


Las estrategias de vigilancia, como el seguimiento del número de casos en aves (es decir, utilizarlas como especie centinela) y el seguimiento directo de las tendencias en las poblaciones de mosquitos, permiten adoptar medidas de control específicas antes de que se produzcan brotes en mamíferos. Los programas modernos de gestión integrada de vectores (IVM) combinan enfoques proactivos y reactivos con programas de educación pública para maximizar la eficiencia, junto con programas de vigilancia cada vez más complejos que tienen en cuenta factores ecológicos, climáticos, dinámicas de vectores y factores demográficos de los mamíferos.


Las técnicas específicas utilizadas en los programas IVM se dividen en tres categorías: control de fuentes, control de larvas y control de adultos.


Por otra parte, existe una alta variabilidad en las técnicas empleadas entre localidades, influenciada por factores como el coste, la percepción pública, la viabilidad práctica, el impacto ecológico y la legalidad, comentan.


Por ejemplo, como recogía este medio, un pueblo de Sevilla realizaba una propuesta pionera al construir una torre para reducir la aparición de mosquitos transmisores de la enfermedad potenciando la biodiversidad. La torre está proyectada para albergar especies como vencejos pálido y común, estorninos, gorriones y murciélagos. Además, en su base cuenta con plantas autóctonas como mirto, romero, lavanda o palmito para polinizadores, que a su vez servirán como refugio de lagartijas y salamanquesas.


Asimismo, como técnicas mas avanzadas, los autores igualmente han repasado el uso de técnicas de modificación genética para el control de los insectos. En términos generales, “estas técnicas se dividen en una de dos categorías: técnicas transgénicas, que modifican directamente la respuesta inmune del mosquito, y técnicas paratransgénicas, que utilizan un organismo simbiótico, como una bacteria, para afectar la respuesta inmune del mosquito”, indican.


NECESIDAD DE SOLUCIONES NOVEDOSAS


En resumen, el virus del Nilo Occidental sigue siendo una enfermedad que preocupa tanto a la salud humana como a la veterinaria. Además, existen riesgos laborales asociados con las infecciones por VNO, siento los trabajadores militares, veterinarios, trabajadores agrícolas, granjeros y trabajadores de laboratorio los que tienen un mayor riesgo de infecciones por VNO debido al mayor contacto con fluidos y aerosoles infectados.


Desde que la enfermedad apareció por primera vez en los Estados Unidos en 1999, “se han desarrollado importantes avances en estrategias preventivas, que incluyen vacunas equinas y métodos cada vez más sofisticados de monitoreo y control de mosquitos”.


Sin embargo, “todavía existe la necesidad de soluciones novedosas, especialmente estrategias específicas que impacten el mosquito vector sin dañar el medio ambiente ni a otras especies”. Así, “los métodos genéticos de control de mosquitos son una opción atractiva ya que abordan simultáneamente el VNO tanto en humanos como en equinos”. Sin embargo, existen una serie de desafíos prácticos, éticos y regulatorios para los métodos genéticos de control de las infecciones transmitidas por mosquitos, sentencian. 

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