El virus del Nilo Occidental es uno de los Flavivirus con mayor relevancia médica que circulan en España. Se transmite por mosquitos del género Culex y su hospedador natural son las aves, aunque esporádicamente también puede infectar humanos y caballos. A pesar de que la mayoría de los casos son asintomáticos, en algunos es responsable de brotes recurrentes de meningitis y encefalitis, que pueden llegar a ser fatales o causar graves secuelas.
En España, durante el 2023 ya se han detectado 9 casos humanos en Extremadura, Andalucía, Valencia y Barcelona, aunque el mayor brote hasta la fecha se produjo en 2020 con más de 70 casos confirmados y 7 fallecidos. En Europa, se ha detectado un total de 564 casos y 46 fallecidos desde junio de este año, según los últimos datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
Aunque existen vacunas de uso veterinario para caballos, en la actualidad no se cuentan con tratamientos farmacológicos específicos ni vacunas para tratar la infección en humanos. Una de las nuevas estrategias que está siendo explorada en la actualidad para el desarrollo de fármacos antivirales es dirigir la acción de los compuestos contra dianas moleculares del propio hospedador. Algunas de estas dianas moleculares se encuentran dentro de rutas metabólicas del organismo infectado, como el metabolismo lipídico o energético, debido a que son usadas por el propio virus para obtener materiales y energía para multiplicarse.
Gracias a la colaboración entre el grupo de Zoonosis Víricas (ZOOVIR) del INIA-CSIC, el IMDEA Alimentación y el Instituto de Química Médica (IQM-CSIC) se han obtenido resultados que abren la puerta a una nueva posibilidad terapéutica para tratar la infección por el virus del Nilo empleando fármacos dirigidos frente al metabolismo energético.
El trabajo, publicado en la revista Journal of Neuroinflammation, parte de una revisión de casos clínicos de infección por virus del Nilo en humanos gracias a la que se ha identificado una alteración de la homeostasis de la glucosa en el sistema nervioso central provocada por el virus.
Mediante la combinación de técnicas de secuenciación masiva, biología molecular y análisis bioenergético en tiempo real, los investigadores han caracterizado por primera vez los cambios en el metabolismo energético que se producen tanto en células infectadas en cultivo como en ratones infectados. Los resultados demuestran que la glicolisis, una de las rutas principales del metabolismo energético de la glucosa, está alterada debido a la infección por el virus. Finalmente, utilizando el modelo de ratón se ha demostrado que la administración de dos inhibidores de la glicolisis reduce los niveles de inflamación en el cerebro, abriendo nuevas oportunidades terapéuticas.