En España se notifican cada año decenas de miles de casos de enfermedades que han sido transmitidas de los animales a las personas –zoonosis- por diferentes vías. Según el informe de resultados de la vigilancia de las enfermedades transmisibles notificadas a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) relativo al año 2022, hay más de 30.000 casos en ese año solo contabilizando las zoonosis más comunes en el territorio nacional.
Así, las enfermedades de transmisión alimentaria son las que registran un mayor número de casos notificados. La campilobacteriosis es la patología gastrointestinal más importante, con un total de 20.797 casos en 2022, seguida de la salmonelosis, con un total de 8.777 casos declarados durante el mismo año.
Por ello, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) recuerda que “es fundamental llevar a cabo una correcta manipulación y almacenamiento de los alimentos en los hogares para evitar la proliferación de microorganismos que puedan causar una enfermedad, a lo largo de todo el año, pero con mayor celo en los meses de verano”.
Otra de las principales vías de transmisión de las enfermedades zoonósicas es a través de vectores, que suelen ser insectos. “Factores como la globalización, el movimiento masivo de animales y personas y el aumento de las temperaturas ligado al cambio climático favorecen la proliferación de especies capaces de portar enfermedades, como la fiebre del Nilo Occidental o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo”, señalan desde la OCV.
PERRO, RESERVORIO DE LEISHMANIOSIS
La leishmaniosis, con 297 casos declarados en 2022, es la enfermedad transmitida por vectores más común en España, y su reservorio más conocido es el perro. Otra enfermedad característica es la fiebre exantemática mediterránea, con 200 incidencias. Su reservorio habitual son las garrapatas de la familia Ixodidae, y el hospedador habitual es el perro.
En cuanto a la transmisión por contacto directo, durante este último periodo de tiempo ha tenido especial relevancia la incidencia de Ántrax, con varios casos notificados en bóvidos y équidos de Extremadura y Castilla-La Mancha, cuya principal vía de transmisión es a través del contacto con el ganado.
Tras estos resultados, la OCV insiste de nuevo en la necesidad de trabajar junto a otras profesiones sanitarias bajo el enfoque One Health y en la importancia de la prevención en origen para evitar el salto de estas enfermedades a las personas, como base fundamental de las políticas de salud pública que deben impulsar las autoridades a corto plazo, y después de la experiencia de la pandemia de Covid-19.