Una nueva encuesta, realizada en ocho países de la Unión Europea (UE), desvela que la mayoría de los consumidores apoyan un mayor bienestar de los animales criados para el consumo humano y esperan que los responsables de la toma de decisiones de la UE actúen en este sentido.
BEUC, organización europea del consumidor, junto con sus miembros (entre los que se encuentra la OCU), han pedido a la Comisión de la UE que preste especial atención a las preocupaciones de los consumidores y cumpla su compromiso con el bienestar animal, proponiendo nuevas leyes y actualizando las existentes.
En este sentido, entre las principales conclusiones que se extraen de la encuesta, resalta que casi 9 de cada 10 consumidores apoyan nuevas leyes para mejorar el bienestar de los animales de granja en la UE, como proporcionar más espacio para vivir, prohibir los sistemas de jaulas y las mutilaciones. Asimismo, los consumidores quieren saber más sobre cómo se crían los animales de granja y necesitan un etiquetado fiable. Finalmente, la encuesta refleja que la transición a sistemas superiores de bienestar de los animales de granja debe ser justa para los agricultores y consumidores.
Por otra parte, tal y como recuerda la OCU, la encuesta refleja que a los consumidores españoles les importan las condiciones de crianza, pero no a cualquier precio. Un 42 % no está dispuesto a pagar más, algo que puede resultar comprensible ya que 4 de cada 10 encuestados confiesan tener dificultades para costearse la carne de vacuno, y el pescado fresco está fuera del alcance para la mitad de los encuestados. No obstante, sí hay un 58 % de los encuestados que está dispuesto a pagar más, algunos hasta un 20 % más.
Sin embargo, la disposición de los consumidores a pagar por los alimentos producidos con mayor bienestar animal varía según los países. Lo cierto es que en España, Portugal, Bélgica y Países Bajos, se redujo el porcentaje de consumidores que afirmaron que estaban dispuestos a pagar más del 5% más para estándares más altos de bienestar animal.
Resultados totales de la encuesta realizada en la UE.
Por otra parte, la OCU subraya que 7 de cada 10 españoles le da mucha importancia al bienestar de los animales de granja. En este marco, el 78 % de los españoles encuestados piensa que un mayor bienestar animal da como resultado alimentos más seguros para los consumidores, mientras que el 77 % considera que esas mejores condiciones de bienestar animal se traducen en alimentos más saludables.
Tras esta encuesta, Monique Goyens, directora general de BEUC, señala que “dado que 9 de cada 10 consumidores apoyan nuevas leyes para mejorar el bienestar animal, nuestra encuesta confirma que la forma en que tratamos a los animales criados para consumo humano es importante para las personas. Ya es hora de que la Comisión de la UE cumpla sus promesas de revisar las leyes de la UE sobre el bienestar de los animales de granja”.
También apunta que, “al igual que ocurre con los huevos, 3 de cada 4 consumidores desean información sobre cómo se criaron los animales con productos como la carne y los lácteos, ya que sienten que no saben lo suficiente. Por otro lado, pocos de ellos confían en las afirmaciones de las empresas sobre lo bien que cuidan a los animales. La industria debería pensárselo dos veces antes de dedicarse a lavados de bienestar animal, ya que puede empañar la reputación de sus marcas durante mucho tiempo”.
En este sentido, Goyens expone que, “al avanzar hacia estándares más altos de bienestar animal, la UE y los gobiernos deben garantizar que los costos de esta transición se compartan equitativamente en toda la cadena de valor y no sean asumidos únicamente por los consumidores. Los agricultores tampoco deberían ser los más afectados. A la mayoría de los consumidores les gustaría que la UE financie a los agricultores para mejorar las prácticas de bienestar y estén de acuerdo en que las importaciones de alimentos deberían regirse por las mismas reglas”.
“Viendo el panorama más amplio, dado que la mayoría de los europeos consumen carne en exceso, comer 'menos pero mejores' productos animales beneficiaría no sólo la salud de los consumidores, sino también el clima y los animales. Los consumidores necesitan ayuda para que los alimentos más saludables se conviertan en la opción más fácil. La industria, los minoristas y el sector de servicios alimentarios deberían hacer más para ofrecer a los consumidores una gama más amplia de opciones basadas en plantas asequibles, saludables y convenientes”, finaliza la directora general de BEUC.