La Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es producida por un arbovirus de la familia Flaviviridae (Virus de la FNO) que afecta principalmente a aves, aunque también puede afectar a mamíferos, pudiendo causar enfermedad tanto en caballos como en personas. La enfermedad se transmite por la picadura de un vector artrópodo, tratándose generalmente de mosquitos del género Culex (C. pipiens y C. modestus en Europa, C. perexiguus en el Sur de Europa). Los équidos y las personas actúan de fondo de saco epidemiológico, es decir padecen la infección y en algunos casos la enfermedad, pero no la transmiten ni actúan como reservorios. La mayor parte de las infecciones en personas y équidos son asintomáticas, pero un pequeño porcentaje puede desarrollar una forma grave de la enfermedad caracterizada por un cuadro de encefalomielitis con sintomatología neurológica.
El control eficaz del virus del Nilo Occidental (VNO) requiere una estrategia preventiva específica que, junto con el control de los mosquitos vectores, también requiere la identificación de las poblaciones humanas de mayor riesgo.
Por lo tanto, un trabajo internacional recientemente publicado se centró en una revisión sistemática de la literatura sobre la infección adquirida por el VNO en entornos relacionados con el trabajo y la evaluación de los riesgos de exposición entre diferentes categorías ocupacionales.
Para realizar la investigación, se realizó una búsqueda exhaustiva para identificar estudios hasta septiembre de 2023 en múltiples bases de datos como PubMed/MEDLINE, SCOPUS y Web of Science.
Se incluyeron un total de 21 estudios en la revisión sistemática, de los cuales diecisiete fueron estudios observacionales y cuatro fueron informes de casos. Los autores observaron que los trabajadores identificados como con mayor riesgo de infección por el VNO fueron trabajadores militares, veterinarios, trabajadores agrícolas y granjeros y trabajadores de laboratorio que estuvieron en contacto con fluidos o aerosoles infectados.
Ante el hallazgo, han explicado que “la identificación de trabajadores de mayor riesgo podría facilitar la vigilancia activa por parte de los médicos y otros profesionales de la salud, lo que podría mejorar nuestra comprensión de la epidemiología del VNO”. Además, “podría ayudar a diseñar recomendaciones preventivas apropiadas, reduciendo la carga general de enfermedad en áreas de alto riesgo”.