A menudo, cuando perros, gatos y otros animales domésticos se enferman, sus dueños, por diversos factores como la desinformación, la falta de recursos económicos e incluso la desesperación, recurren a ciertas prácticas que ponen en riesgo la salud de sus mascotas e indirectamente la humana.
El hecho de no acudir a los servicios veterinarios y suministrar medicamentos sin la instrucción de un profesional es tal vez el hábito más reiterativo, y cuando de antibióticos se trata, contribuye al fortalecimiento de la resistencia antimicrobiana (RAM).
“Cuando se habla de superbacterias, se hace referencia a la resistencia antimicrobiana, fenómeno que ocurre cuando los microbios ya no responden a los antibióticos creados para eliminarlos. Es una problemática que afecta tanto a los humanos como a los animales e incluso al medioambiente, por lo que se ha convertido en una de las principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad," advierten entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) según la Universidad de Antioquía (UdeA).
Tras observar de manera repetitiva una baja sensibilidad a los medicamentos antimicrobianos en diferentes muestras de bacterias que ingresan al laboratorio de microbiología de la Unidad de Diagnóstico de la Facultad de Ciencias Agrarias de la universidad, varios miembros del grupo de investigación CIVAB (Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas en Veterinaria de la UdeA) iniciaron diferentes estudios con el objetivo de analizar este fenómeno.
“Nos percatamos de que en la Unidad de Diagnóstico ingresan muestras de bacterias que al hacerles la evaluación de sensibilidad antibiótica presentan un resultado que no es el esperado; empieza a notarse que hay una multirresistencia y que varios antibióticos que se utilizan con frecuencia en la práctica médica veterinaria ya no son eficaces, es decir, que hay una resistencia de esas bacterias al medicamento”, recalca Jenny Chaparro, médica veterinaria y doctora en Ciencias Químicas y coordinadora del grupo CIVAB.
Por otra parte, algunos investigadores se han puesto en la tarea no solo de identificar las bacterias más comunes en Colombia, que presentan resistencia a diferentes fármacos antimicrobianos de uso veterinario, sino también de entender qué factores influyen para que se genere este fenómeno y así poder tomar acciones que eviten su fortalecimiento.
En uno de esos estudios, se analizaron más de 300 muestras de orina de caninos del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, recolectadas entre marzo de 2018 y 2019. Con ellas se logró el aislamiento y la confirmación de multirresistencia a diferentes antibióticos por parte de las bacterias Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae, microorganismos que comúnmente causan infecciones en el tracto urinario de animales y humanos. Este es un hallazgo de interés, ya que al existir bacterias que se comparten entre especies se posibilita la transferencia de la resistencia antimicrobiana.
“Ahora que el contacto es más estrecho con los animales de compañía, ya que estamos más tiempo con ellos durmiendo, abrazándolos y acariciándolos, es mucho más probable que un propietario pueda contagiarse con alguna bacteria, y si esta es resistente y se presenta alguna infección, va a ser más difícil tratarla porque no va a haber un medicamento efectivo para eliminarla”, explica Sara López, doctora en Enfermedades Infecciosas y Parasitología y directora científica de la Unidad de Diagnóstico de la UdeA.
¿CÓMO SE VUELVEN RESISTENTES LAS BACTERIAS?
Aunque hay bacterias que por naturaleza son resistentes a algunos medicamentos, se podría decir que la RAM es el resultado de una competencia por sobrevivir. Tal y como señalan desde la universidad, por un lado, los seres humanos fabricamos los antimicrobianos para eliminar las bacterias que causan enfermedades y, por otro, están las bacterias que, ante la constante exposición a los medicamentos, evolucionan para defenderse de los fármacos.
“Las bacterias aprenden el funcionamiento de los antibióticos y entre ellas se transfieren dicha información, entonces, entre más se usen los antimicrobianos sin ser necesarios o sin ser los adecuados, más oportunidades para que las bacterias desarrollen resistencia a los mismos”, recalca Juana Vidal, magíster en Ciencias Animales y directora técnica del laboratorio de microbiología de la Unidad de Diagnóstico de la UdeA.
Otro de los estudios realizados, en el que se aplicaron encuestas a 100 médicos veterinarios de atención primaria en Medellín para conocer sus prácticas médicas en relación con los antimicrobianos, reveló que el uso de antibióticos sin la previa identificación de las bacterias y la administración inadecuada de los mismos son las principales causas que fortalecen la resistencia antimicrobiana.
Por un lado, ante una infección bacteriana hay una práctica constante en los veterinarios de iniciar un tratamiento con antibióticos sin realizar un aislamiento previo de la bacteria que causa la enfermedad para saber a qué medicamento es sensible o no el microorganismo, y así tener la certeza de qué fármaco va a ser realmente efectivo. “Se han venido usando antibióticos sin saber realmente si las bacterias que se atacan son sensibles o resistentes a esos medicamentos, entonces como se usan indiscriminadamente lo que se está generando es que esas bacterias sean cada vez más resistentes”, explica Juana Vidal.
Cabe anotar que este actuar por parte de los profesionales está ligado a factores como la inmediatez para tratar oportunamente el problema del paciente, y es que se debe esperar un tiempo considerable entre la realización de un cultivo para aislar la bacteria y la aplicación de la prueba de sensibilidad para conocer qué medicamento usar e iniciar el tratamiento.
“La espera de un cultivo microbiológico es alta, es de mínimo una semana más lo que se demore el antibiograma —prueba de sensibilidad—, entonces muchas veces el médico o el propietario, dependiendo de la infección, no quieren esperar. Debemos mejorar los métodos de diagnóstico, en Veterinaria estamos un poco en mora de recibir la tecnología que lo permita”, comenta Chaparro.
Otro factor que contribuye al surgimiento de bacterias resistentes recae en la responsabilidad de los propietarios de los animales de compañía, quienes al recibir la prescripción médica muchas veces optan por no seguir al pie de la letra las indicaciones del veterinario. “Solo le voy a dar media pasta porque rinde más y sale más barato” o “ya se ve mejor, ya está bien, no le voy a dar más medicamento”, son decisiones que aumentan las posibilidades para crear resistencia antimicrobiana.
“Una exposición a bajas dosis del fármaco, no acabar los tratamientos o no ser juicioso con ellos, genera bacterias resistentes, mientras que si se administra la dosis completa del medicamento y en el tiempo que determina el veterinario sí las va a eliminar”, aseguró López.
UNA GUÍA DE MANEJO ANTIMICROBIANO PARA COLOMBIA CREADA EN LA UDEA
Para contribuir a frenar la resistencia antimicrobiana en los animales de compañía, miembros del grupo CIVAB elaboraron una guía de manejo de antimicrobianos para Colombia con el fin de que los veterinarios sepan cuáles son las bacterias que se identifican con mayor frecuencia y a qué fármacos son sensibles y a cuáles resistentes, para así poder dar un tratamiento efectivo y disminuir la aparición de bacterias resistentes.
“En esta guía hay casos clínicos aplicados, tratamientos empleados, cuáles son las bacterias más comunes para cada una de las patologías y los patrones de resistencia que hay para los antibióticos en ese tipo de casos. Es una herramienta que va a ayudar mucho para controlar este fenómeno de resistencia y, sobre todo, para concientizar a los veterinarios en que se deben completar los esquemas de tratamiento para acabar con las infecciones sin dejar bacterias vivas que puedan pasar la información a otra generación de bacterias”, informa López.
Según comentan las investigadoras al frente de la Unidad de Diagnóstico, esta guía está en proceso de publicación con la Organización Panamericana de Salud (OPS) para luego socializarla con los veterinarios del país.