La Asociación Mexicana de Escuelas y Facultades de Medicina Veterinaria y Zootecnia A.C (AMEFMVZ) es la organización que representa la voz de los estudiantes de esta profesión en el país, por lo tanto, fomenta la calidad de los programas educativos mediante evaluaciones externas y propone medidas que tengan por objeto mejorar la organización docente, académica y administrativa. En esta ocasión, Diario Veterinario ha tenido la oportunidad de hablar con su presidenta Ileana Zorhaya Martínez Ramos para tratar la situación actual de la educación Veterinaria en México.
En realidad, la Veterinaria es una de las carreras con más salidas profesionales, ya que los veterinarios son versátiles y pueden trabajar en áreas como la salud pública, seguridad alimentaria, bienestar animal, investigación y un gran etcétera. Si bien es cierto que la presidenta asegura que "todavía hay áreas de las ciencias básicas que están muy descuidadas, no hay muchos genetistas, microbiólogos o parasitólogos; son áreas que no volteamos mucho a ver, pero que son importantes".
Atraída por el área de laboratorio, la directora de la AMEFMVZ es especialista en Patología, rama que le ha permitido estar en las necropsias de especies como elefantes, delfines, perezosos, lobos, zorros, osos y una larga lista por delante. "Tener la oportunidad de analizar el cuerpo de un animal de este tipo al que no cualquiera tiene acceso, es maravilloso; el ayudar al diagnóstico de las enfermedades, a los clínicos, saber si se trata de algo grave o infeccioso, esclarecer la causa de muerte o ayudar a la conservación", explica en declaraciones.
La doctora también es afín a la Histopatología, un ámbito "no muy popular entre los médicos veterinarios", pues es miembro de la Sociedad Mexicana de Patólogos Veterinarios (SMPV) y calcula un aproximado de 70 socios activos a nivel nacional. "Para atender toda la demanda, somos muy pocos patólogos", señala.
"Hace como 10 años, había estados donde no había ningún patólogo. ¿Qué hacían los clínicos? Remitían muestras a los patólogos de humanos y ahí había problemas de intrusismo profesional o desconocían ciertas enfermedades animales", comenta la directora, resaltando que en este sentido hay un área de oportunidad muy grande para los jóvenes.
En la institución donde ella también es directora académica de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia, en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), uno de los mayores desafíos ha sido el impulsar la producción animal "porque los jóvenes cada vez vienen más con la idea de perros y gatos, fauna silvestre, caballos o investigación; los especialistas nos dicen que cada vez menos quieren trabajar en granjas", subraya Martínez.
CAMBIOS EN LOS CONTENIDOS EDUCATIVOS
Cuando Martínez Ramos cursaba la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia, su plan de estudios no incluía el bienestar animal, razonamiento clínico ni el enfoque Una Sola Salud, perspectivas que ahora son indispensables en la formación de cualquier veterinario para comprender los desafíos globales.
También una mayor libertad en los contenidos o de cátedra, según la doctora, ha permitido voltear hacia las enfermedades virales que predominan el presente, como sucedió con el Covid-19. De igual forma, se han incorporado temas referentes a nuevas técnicas quirúrgicas conforme las universidades han ido adquiriendo mejor equipo.
En cuanto a la formación integral de los estudiantes, Martínez Ramos destaca una mayor promoción de la tutoría, es decir, un apoyo más personalizado por parte de profesores o la comunidad académica. Otro cambio notable es la presencia de más mujeres que hombres estudiando Veterinaria: "estamos hablando de un 70, hasta un 80 %, de la matrícula", asegura.
Con la integración de nuevas tecnologías, la doctora comparte que un desafío es la inteligencia artificial, con la que en ocasiones basta proporcionar algorítmos para obtener tareas. "En lugar de que sea nuestra enemiga, podemos enseñarle a los jóvenes cómo hacer una búsqueda adecuada con la inteligencia artificial, no hay que pelearnos con la realidad, hay que conocerla y hacer un uso adecuado".
RETOS EN LA EDUCACIÓN VETERINARIA
"La pandemia afectó mucho la cuestión de la salud mental de los jóvenes", comenta la presidenta y añade que muchos ingresaron al nivel superior con deficiencias a partir del aprendizaje en línea. "Tuvimos que regresar a repasar temas muy básicos; hay a quienes les cuesta mucho estar solos y algunas investigaciones comentan que hay estudiantes a quienes ya no les gusta estar donde hay mucha gente".
Asimismo, para Martínez Ramos, en la actualidad la labor de enseñanza "es un choque generacional porque cuando nosotros estudiábamos, era otra realidad. Ha representado un reto para todos los docentes el entender cómo es la dinámica de un joven, lo que le tocó vivir que es diferente a lo que nosotros vivimos, entender que se comunican de otra manera, que son intolerantes muchas veces a la frustración y que ya no puedes tener una clase de tres horas; esos son los grandes retos ahora en la educación veterinaria".
Asistir a prácticas en granjas, rastros o aprender a partir del uso de cadáveres, son actividades que ya no son atractivas para algunos estudiantes y generan diferencias entre alumnos y profesores. Una dinámica que ha facilitado la labor es que, conforme los docentes se van jubilando, la planta de maestros va siendo más dominada por jóvenes, quienes ayudan a solventar estas diferencias generacionales.
50 AÑOS DE LA AMEFMVZ
En 1973 fue cuando surgió la idea inicial de trabajar por una homologación de los planes de estudio de Veterinaria, proyecto que más adelante se transformó en el objetivo de constituir una asociación como hoy lo es la AMEFMVZ. "Mientras más similares seamos, más posibilidad de colaboración tenemos", subraya Martínez Ramos, quien añade que de esa forma, actualmente se garantiza la calidad académica y "que el egresado, aunque estudió en el sur, puede ejercer en el norte porque tiene los conocimientos".
Otro de los propósitos de la AMEFMVZ es el impulsar la evaluación de los programas educativos a través de organismos acreditadores como lo son el Consejo Nacional de Educación de la Medicina Veterinaria y Zootecnia, A.C. (Conevet) o los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES).
Última asamblea de 2023 de la AMEFMVZ.
Como ejemplo, la actual directiva menciona que, para apoyar a aquellas facultades que no han acreditado sus programas, se unen esfuerzos para que profesores de escuelas más experimentadas en este sentido, acudan a las que lo requieren para identificar áreas de oportunidad y lograr un avance, o se coordinan prácticas estudiantiles para aprovechar las instalaciones educativas de otras entidades.
Asimismo, uno de los temas que más preocupa a la AMEFMVZ es la apertura de programas de los que se desconoce su calidad o validez oficial. "Muchos buscan a la asociación para poder sondear qué tanto sabemos nosotros y la postura que tenemos al respecto", por lo que esta organización tiene una importante representación en otras organismos como el Conevet, el Consejo Nacional de Certificación en Medicina Veterinaria y Zootecnia, A.C (Concervet), ante el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval) y también participa en la Comisión Técnica de Profesiones de la SEP (Secretaría de Educación Pública), "entonces siempre estamos presentes porque son lugares donde se toman decisiones".